La Presidenta mantuvo un encuentro con Abdelaziz Bouteflika. Firmaron acuerdos que apuntan a incrementar el comercio bilateral. Cristina Kirchner llegó anoche a Túnez, donde hoy continuará su periplo por Africa del Norte.
Dos iconos de la Argentina se colaron en los encuentros que mantuvieron ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika: Diego Armando Maradona y Juan Domingo Perón. Fueron mencionados –uno con humor, otro en una definición política– en medio de una serie de acuerdos que apuntan a seguir acrecentando la relación entre los dos países, que en lo comercial se incrementó exponencialmente en los últimos tres años. Tanto fueron las coincidencias que ayer acordaron que Bouteflika hará una visita oficial de Estado a la Argentina el mes que viene.
“En lo único que tuvimos diferencias fue cuando el señor presidente me pidió si no le podíamos enviar un Diego Maradona a Argelia. ‘Es imposible’, le contesté. Diego hay uno solo: rompió el molde al nacer y no se transfiere”, contó la propia Presidenta al salir del palacio presidencial, luego de una reunión a solas con su anfitrión, a la que luego se sumaron ministros y secretarios de ambos países.
Al comenzar la charla, Bouteflika le dijo: “El peronismo no es sólo argentino. Aquí también somos peronistas desde nuestro nacimiento como república”. Luego recordó que el Frente Nacional de Liberación, que tras ocho años de guerra logró su independencia de Francia en 1962, tenía sustento ideológico en el peronismo e incluso detalló que algunos militantes de la resistencia peronista en la década del ’50 se sumaron en Argelia a la lucha por la independencia. “Lo sé, tenemos afinidad política –respondió la Presidenta–. Y también tenemos afinidad en muchas otras cosas, yo me siento como en casa. Tres de mis abuelos eran españoles y por allí quizá debe haber algún gen árabe. Incluso me dicen que tengo rasgos árabes.”
Después, la Presidenta expuso que ambos países deberían intensificar la cooperación para el desarrollo. “Más allá de las palabras, tiene que ser real la cooperación. Más en este momento, en que tenemos una oportunidad histórica en las relaciones Sur-Sur, cuando los países del Norte están entrando en recesión”, le dijo CFK. También señaló a Bouteflika que esa cooperación se podía concretar en áreas como la energía nuclear con fines pacíficos y en el rubro agropecuario, “no sólo con materias primas sino con transferencia de tecnología, como estamos haciendo con Venezuela”.
Cuando abordaron el tema de las relaciones internacionales, la Presidenta fijó posición en torno del conflicto en Medio Oriente. “Para lograr la paz en Medio Oriente es necesario el reconocimiento del Estado palestino. Eso no sólo contribuirá a la paz en la región sino en el mundo, y ayudará a combatir el terrorismo internacional”, afirmó la Presidenta, según fuentes de la comitiva argentina consultadas por PáginaI12.
Luego, la Presidenta invitó a visitar la Argentina a Bouteflika, quien gobierna Argelia desde 1999 y hace pocos días logró la reforma de la Constitución que lo habilita a competir el año que viene por un tercer mandato. El presidente argelino aceptó de inmediato y dijo que incluso estaba dispuesto a viajar antes de fin de año. “Muy bien, entonces arreglemos una visita oficial de Estado para diciembre”, contestó la Presidenta. Las cancillerías de ambos países verán ahora cuándo será posible la visita, atendiendo la agenda internacional de la Presidenta para el próximo mes, que incluye viajes a Rusia, Brasil y Chile.
Mientras se desarrollaba el encuentro en el palacio presidencial, de clásico estilo árabe, en una sala cercana estaba reunidos los ministros de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana; de Planificación, Julio De Vido; y de Tecnología, Lino Barañao, más el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, y otros funcionarios, con sus pares argelinos.
A las 13.15, justo cuando terminaba el encuentro, comenzaron a escucharse uno de los cuatro llamados diarios al rezo, que quienes practican la religión obedecen orando en dirección a La Meca. “Finalizamos la reunión con el llamado a la oración, eso es un buen augurio”, le dijo Bouteflika a la Presidenta.
Pasaron a otro salón para firmar cuatro convenios. Uno de cooperación para el uso de energía nuclear con fines pacíficos, otro sobre cooperación en salud, un tercero sobre cultura y deportes, y el cuarto de intercambio entre las agencias nacionales de noticias Télam y APS. Pero los acuerdos más importantes los estaban llevando a cabo empresarios argentinos y argelinos en el Hotel Sheraton, con la asistencia del subsecretario de Comercio Exterior, Luis María Kreckler, en un encuentro que abrió el ministro De Vido y cerró anoche la Presidenta. Actualmente, la Argentina exporta a Argelia por 700 millones de dólares y la expectativa es llegar a los 1200 millones luego de esta visita presidencial.
Otra importante negociación que encaró De Vido con el ministro de Energía, Chakib Khelil, y el de Industria, Hammed Tenmar, y que todavía no se trasladó al papel, es la muy posible compra de gas a Argelia a precios menores que los paga hoy la Argentina (ver aparte).
Luego de la reunión de los presidentes, ambas comitivas se trasladaron al Palacio del Pueblo, donde Bouteflika ofreció un almuerzo de honor a la Presidenta, que tuvo en forma permanente el acompañamiento de una orquesta que tocaba música árabe con instrumentos típicos de Argelia vestidos con túnicas blancas, a las que las mujeres añadían el velo sobre su rostro y un pañuelo en la cabeza.
Terminado el almuerzo, la Presidenta viajó en auto hasta la cercana ciudad de Draria para visitar la planta del reactor nuclear Nur. Y de allí volvió a la residencia oficial Zeralda, donde se aloja, para recibir sucesivamente al presidente del Consejo de la Nación, Abdelkader Bansalah; al presidente de la Asamblea Popular Nacional, Abdelaziz Ziari; y al jefe de gobierno, Ahmed Ouyahia.
Martes, 18 de noviembre de 2008