La noticia sobre el fallecimiento de Rafael Solan durante la madrugada de ayer enlutó una vez más a los ex combatientes correntinos. Pero en medio de la congoja también brotó la bronca porque su obra social no da cobertura de sepelios, aunque después apareció la solidaridad en su pueblo y pudieron darle una despedida digna, como ser humano y como ex soldado que combatió en el Sur argentino.
"Lo trajeron en un cajón endeble, parecido a los de manzanas", se quejó un camarada suyo.
Rafael era de Yapeyú y a los 45 años su corazón no pudo resistir más el dolor en el cuerpo y en el alma que le provocaban las secuelas de la guerra que desde 1982 eran parte de su vida.
"Parecía un hombre fuerte, no comentaba lo que le estaba pasando pero él ya había tenido un pre infarto", contó a El Litoral el presidente del Centro de Ex Combatientes de Libres, Ramón Roberto Ghelardi, entidad con que Solan tenía contactos.
"El es de Yapeyú pero estuvo acá en el Regimiento V con el que fue a Malvinas. Después, siempre venía Libres por los distintos trámites que tenía que hacer como ex combatiente".
Pero sus visitas a la ciudad fronteriza en los últimos tiempos habrían sido casi nulas. Y la mayor parte de su tiempo transcurría en una zona rural de Yapeyú, donde tenía una pequeña chacra.
Ahí, Rafael compartía su vida con su esposa y sus descendientes hasta que el sábado se sintió mal y acudió al hospital de Yapeyú. Horas después, debido a su delicado estado de salud, fue trasladado a un centro de salud de Alvear, donde finalmente dejó de existir a las 4 de la madrugada de ayer.
"A las 10 lo trajeron a Yapeyú donde lo están velando pero lo que más indignación nos da es que el Pami no cubre el servicio de sepelio y como la familia no tiene los recursos suficientes para pagarlo, lo trajeron en un cajón similar a los de manzana", remarcó Ghelardi. Y si bien la despedida de su camarada se daría en mejores condiciones debido a un aporte que realizaron desde la Comuna local, el ex combatiente insistió en que "no puede ser que el Pami no cubra este tipo de cosas".
En este sentido aclaró que no es el único inconveniente que tienen con la cobertura de la obra social, porque hay ciertas dificultades en la asistencia médica de más de una cuarentena de ex combatientes libreños.
"Nuestro panorama es sombrío, las secuelas se van profundizando", remarcó acongojado Ghelardi. Precisamente porque todos comparten el mismo dolor de la posguerra, ayer un grupo de ex combatientes se dirigía a despedir a su camarada de Yapeyú. Sin dejar de tener presentes que necesitan estar unidos más que nunca para luchar contra el olvido.
Fuente:Ellitoral.com
Lunes, 24 de noviembre de 2008