Paso de los Libres sigue siendo una ciudad en donde el atropello de la empresa Aguas de Corrientes se da a diario, al brindar un servicio altamente deficiente, cuando lo da, a pesar de promocionados arreglos y mantenimientos de equipos, se sigue con los cortes, y la baja presión de agua durante las noches, sin siquiera mediar un comunicado de la empresa. Quien debiera efectuar el control de que Aguas de Corrientes cumpla con su obligación de brindar un servicio adecuado es el Ente Regulador de Obras Sanitarias, pero el mismo funciona no como ente de contralor sino como un apéndice de la empresa.

La empresa Aguas de Corrientes S.A. de propiedad del Grupo Chamas, cuyo titular es Pablo Chamas, no realiza las inversiones correspondientes y que figuran en el contrato de concesión ante la pasividad del Ente Regulador, a cargo de Juan P. Zubieta, que se maneja en forma continua como una oficina de la empresa sin cumplir con su función específica que es la de contralor, por lo tanto se aceptan y toleran todas las irregularidades que se cometen.

Es así que a pesar de que Aguas sabía de la problemática para el suministro de agua potable para la población libreña y que se vería resentida en la época estival, durante los meses de invierno no realizaron ninguna inversión, y es justamente cuando la ola de calor aprieta que los empresarios se dan a las tareas de mantenimiento de las bombas y cañerías, causando todos los problemas inherentes a la falta de agua.

El problema se agravará notablemente dentro de poco tiempo con la aparición de las algas en el río Uruguay, un problema que salió a la luz el año anterior y que a pesar de todas las gestiones que realizaron los Concejos Deliberantes de las comunas de la costa del Uruguay ante el Ente Regulador, inclusive tomando estado parlamentario y con reuniones en la Cámara de Diputados, su titular Juan P. Zubieta salió inexorablemente en defensa de la empresa, no cumpliendo con ninguna de las tareas de control ni exigiendo a Aguas de Corrientes la solución al problema, aceptando, paradójicamente, que el agua que se tomaba en Paso de los Libres no reunía las condiciones determinadas en el Código Alimentario Nacional, a pesar de lo cual siguió defendiendo la posición empresarial, inclusive hasta confundiendo su rol de funcionario público, ya que frente a los Diputados en varias oportunidades se dirigió a ellos diciendo “nosotros la empresa”.

Desde el grupo empresarial se pretende que el gobierno provincial financie las obras que solucionarían el problema en esta ciudad, hecho de por si irregular ya que debería ser la empresa, según el contrato, quien debiera hacer todas las obras bajo su responsabilidad y asumiendo el riesgo empresarial.

Cabe destacar que, inclusive, si comienzan ahora las obras para el cambio de lugar de las bombas de captación, o las perforaciones y la ampliación de la red de suministro, las mismas llevarían varios meses y por lo tanto nuevamente seguiremos padeciendo el atropello a que nos tiene acostumbrada la empresa, que lo único que hace bien y en tiempo y forma es la distribución de las facturas de consumo.

Pero como se dice comúnmente “la culpa no la tiene el chancho, sino quien le da de comer” y en este sentido el Ente Regulador a cargo de Juan P. Zubieta es quien permite que la empresa haga lo que quiera no cumpliendo con su función específica, faltaría determinar quien abona el salario a los funcionarios del Ente, la provincia o Pablo Chamas.


Viernes, 28 de noviembre de 2008