A horas del clásico con Brasil, trascendieron las diferencias entre la Pulga y Román. Messi, caliente, el jueves casi deja la concentración. Ojalá que los chispazos hoy sean de calidad.
El piano suena en el hall del hotel Ouro Minas como si fuera una grabación. Molesta, retumba. Pero más retumban las voces nerviosas de los periodistas que exprimen sus celulares. O el anuncio de que justo Riquelme enfrentará los rumores en conferencia. La sensación de que una situación interna está por detonar se huele en el ambiente. Suele pasar que después de las grandes derrotas se descubren las internas escondidas tras los éxitos. Ahora pasa antes...
¿Messi tuvo ganas de irse de la concentración el jueves porque dice que no soporta más el aire maradoniano de Román? ¿En la gira por Estados Unidos el Pulga blanqueó su disgusto? ¿Y Grondona justo le dijo a Lionel que él es el dueño del equipo cerquita de las orejas del 10? ¿Cómo se dice cabaret en portugués?
"Te tengo que decir algo que me incomoda un poco", cuentan que arrancó la charla Messi con un experimentado compañero, entre viaje y viaje, en la gira. "Ya no soporto más a Riquelme", hizo catarsis. Pero el otro jugador, en vez de sorprenderse, subió la apuesta con el remate: "No te preocupes, no sos el único". Según una nueva fuente, hubo otro episodio más traumático: tres días antes del partido con Ecuador, el Pulga estaba solo y serio a un costado. Entonces se le acercó uno de sus compinches pese a la diferencia generacional. Y fue ahí, en esa caminata de 15 minutos por Ezeiza, que el jugador del Barcelona le contó que su bronca era tal que "hasta me iría de la concentración". No se puede decir que agarró las llaves del auto, no: pareció más una reacción de desborde. Fue el preanuncio del quiebre.
La última perla se habría dado el domingo, en el vestuario, antes de empatar con Ecuador. Grondona lo desmiente violentamente (se enojó ayer con los periodistas), pero un integrante del plantel contó que el presidente de la AFA se acercó a Messi y le dijo: "Vos sos el dueño del equipo". Que Riquelme lo escuchó y su ego no lo digirió. Casualidad o no, en la cancha se dio una imagen sugestiva. En el primer tiempo, Messi y Riquelme fueron a patear el mismo córner. Pero estuvieron un minuto sin mirarse. Hasta que llegó Verón, quien parece terciar en la lucha de divos, y les dio una indicación. También se rumoreó que hubo una discusión entre la Brujita y Román después. Las partes lo niegan, como también que Verón no haya viajado por el fastidio de la interna. "Sebastián no sería capaz de poner de excusa un problema con su hijo", defendió una voz de su riñón. "Y Román no se peleó con él, eh, lo respeta tanto que le dijo a un dirigente de Boca que hiciera lo posible por llevar a Verón". Se respetan, es cierto, pero el ídolo de Estudiantes ya declaró públicamente que el Maradonita de Argentina era Messi.
¿Qué dice Riquelme de esta demonización? Eso no lo hace feliz, seguro. De hecho ayer fue casi interpelado por Olé en la conferencia con Zanetti.
-¿Cómo te llevás con Messi?
-¿Por qué?
-En las últimas horas se dijo que ustedes tienen problemas.
-(Risas nerviosas) Tendrá que aclararlo quien lo dijo. Es un invento que hay en el camino.
-¿Y por qué los inventos siempre te involucran a vos? En Boca, en el Villarreal, en la Selección...
--Porque el que lo tira me tendrá bronca. En la prensa algunos me querrán y otros no.
No se podría leer en sus palabras una desmentida contundente. Le quitó credibilidad, seguro. Pero no se escuchó la frase "con Lionel nos llevamos bien" o el "tenemos la suerte de que Messi sea argentino". Ahora, ¿qué habría molestado tanto a Messi? El ni siquiera asomó su melenita por el hall, dicen que negó las diferencias ante algunos periodistas, pero su pica vendría desde el Mundial de Alemania. Allí Román era la estrella de Pekerman y Messi, un pibe al que los periodistas veían como el sucesor de Diego. Cuentan que nunca lo integró y que hasta pareció celoso. Aunque Leo también es un chico especial, introvertido, al que no es fácil integrarlo a un grupo. Y hoy Riquelme es un blanco fácil, porque viene de sufrir otros rumores ríspidos con Palermo y Migliore.
"Cuando Messi se haga cargo de lo crack que es, nadie más le va a tocar el culo", suman voces que lo apoyan. Todavía no hizo eso en el vestuario. Y también es cierto que ningún técnico armó el equipo a partir de él, algo que debería pasar por su proyección, aunque llegará a Sudáfrica con 22 anos. Por lo pronto, no aseguran que pide las licencias que tiene el 10, sí que le molestan.
Como suele decir Simeone sin escandalizarse, en todos los grupos hay diferencias. Porque ahora también aparecen los opositores a Román que hasta llegan a decir que "no saben a quién ponerle de compañero de pieza". El suele dormir solo. El, igual, las tira todas afuera. "Uno no puede vivir de los comentarios. Este es el equipo de Messi, Agüero, Riquelme, Verón, de todos los que estamos. Tenemos que ayudarnos de la mejor manera para que a la Selección le vaya bien... El domingo no tuvimos una buena tarde. Todos, no sólo Riquelme. Esto no es tenis ni boxeo: los 11 que salimos a la cancha tenemos que hacer nuestro trabajo", expuso en Un buen Momento el 10. Sí, expuso, porque a él también le molesta que se haga eje en su persona y que Messi sea para la Selección lo que Ortega para River: un intocable en la derrota. Pateen para el mismo lado...
Belo Horizonte (enviado).
Fuente Diario Olé
Miércoles, 18 de junio de 2008