Con quórum, el oficialismo comenzó a las 14.30 su defensa del paquete de iniciativas del Gobierno, entre ellas el blanqueo de capitales. El arranque del debate se retrasó porque la oposición había abandonado el recinto. La discusión se extendería hasta altas horas de la noche.

La Cámara de Diputados debatía esta tarde el proyecto oficial que fija medidas en materia laboral, tributaria y de blanqueo de capitales, en una sesión signada por cruces entre el oficialismo y la oposición.

Luego de rendir tributo -en una sesión especial- a los legisladores que ocuparon bancas 25 años atrás cuando fue recuperada la democracia, el oficialismo demoró unos 45 minutos en conseguir quórum para dar inicio al debate sobre la iniciativa oficial debido a que la oposición había abandonado el recinto.

A las 14.30 y con 129 diputados presentes, el titular del cuerpo Eduardo Fellner inauguró la discusión parlamentaria, que en principio giró en torno a cuestiones de reglamento, luego de que el Frente para la Victoria (FPV) mocionó el cierre de la lista de oradores cuando todavía la oposición no había llegado a ocupar sus bancas.

Tras cuestionamientos de los bloques opositores, el oficialismo accedió al planteo reglamentario y modificó el orden del día para que el paquete anticrisis fuera tratado en primer lugar.

El proyecto consta de tres capítulos, el primero de Regularización de Tributos y Recursos de la Seguridad Social; el segundo de Régimen Especial de Regularización del Empleo No Registrado con Prioridad en Pymes; y el tercero dedicado a la repatriación de capitales.

El titular de la comisión de Presupuesto, Gustavo Marconato, defendió la iniciativa por considerar "oportuno intentar fortalecer la economía real y la expansión de la economía formal" ante una "gran desaceleración" que se registra en el mundo, a partir de la crisis financiera internacional.

"Sólo la cancelación total de la deuda producirá la extinción de la acción penal", afirmó el diputado oficialista sobre la reforma tributaria.

Además, en cuanto a la exteriorización de la tenencia de capitales, dijo que el proyecto oficial hizo eje en que la "inversión productiva sea un pilar distintivo en el proceso de desarrollo con inclusión social" porque los fondos "constituyen una fuente importante de recursos adicionales a la economía".

La propuesta oficial, según resaltó Marconato, "asegura un destino apropiado de los fondos, acorde al desarrollo económico", en tanto quienes "exterioricen sus activos no estarán obligados a informar la fecha de adquisición de los mismos, ni dar explicaciones del origen de los fondos ante el AFIP".

Mencionó además que sistemas similares al propuesto por el Poder Ejecutivo fueron implementados en México, Sudáfrica, Gran Bretaña, Bélgica y España, e insistió con que la iniciativa genera una "mayor tasa de inversión y de desarrollo sostenido con inclusión social".

Para su par, Héctor Recalde, el proyecto "aporta a una sociedad más justa, igualitaria y con equidad social", y aseguró que la idea del oficialismo es "diferenciar y proteger a las pequeñas empresas" y promover la "inclusión social" a partir del blanqueo de los empleados en negro.

Desde la oposición en tanto, todas las críticas estuvieron dirigidas a remarcar que el proyecto tiene como fin central la "recaudación" de dinero para pagar deuda pública, y sólo era rescatado el punto en el que se postula la formalización del empleo en negro.

Miércoles, 10 de diciembre de 2008