El adolescente acusado de matar en la localidad cordobesa de Las Tapias al flogger Guillermo Joel Cáceres, de 16 años, “se quebró y se largó a llorar” cuando fue notificado de su imputación, informaron hoy fuentes policiales.
En tanto, el fiscal de Instrucción, Emilio Andruet, se apartó de la causa, que quedó a cargo de la Justicia de Menores de Villa Dolores.
El comisario mayor Oscar Criado, titular de la Departamental San Javier, confirmó que el sospechoso del ataque, que es hijo de un policía, “comentaba que nunca pensó que (el episodio) iba a terminar en una muerte”.
El detenido “se quebró y se largó a llorar” cuando fue notificado anoche de la imputación, señalaron a DyN los voceros policiales.
En tanto, el fiscal de Instrucción, Emilio Andruet, sostuvo que “con todos los elementos” entendió que el demorado “tenía una supuesta participación en este hecho”.
“Por lo tanto yo destino mi responsabilidad en la causa y remito todos los antecedentes al juzgado de menores local. A partir de allí comienza a intervenir el juzgado de menores”, explicó.
En declaraciones a la radio Cadena 3, expresó que “los testimonios son todos coincidentes” en que “los insultos de una parte a la otra vienen desde esa situación de la vestimenta que tenía este jovencito” de la tribu urbana flogger.
Guillermo, de 16 años, murió ayer tras la golpiza que sufrió al ser atacado por una patota a la salida de un boliche en la localidad de Las Tapias, cercana a Villa Dolores, en el valle de Traslasierra.
Testigos refieren que los agresores insultaron a la víctima y a sus amigos por ser floggers.
Lunes, 22 de diciembre de 2008