Después de haber ocupado varias veces durante el año el centro del escenario público, con fallos cruciales como el de libertad sindical o el del régimen de excarcelación de menores, la Corte Suprema de Justicia prepara un fin de año con idéntico voltaje político: según fuentes judiciales ya existe en el máximo tribunal una mayoría de cuatro votos a favor de despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal, con lo cual fijaría un decisivo antecedente jurídico respecto del controvertido tema.
Según trascendió, el fallo que se conocería el próximo año se produciría a través del caso Villacampa, cuyos protagonistas (dos ciudadanos rosarinos) plantearon la inconstitucionalidad de la ley que castiga la tenencia de drogas para consumo. Si la Corte se pronunciara a favor del planteo, sentaría un antecedente para todas las demás causas en un tema que en los últimos años ha generado un fuerte debate social.
La novedad cayó bien en circuitos oficiales. Desde el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner comparten los criterios que esbozan algunos de los jueces de la Corte Suprema. El primero en plantearlo públicamente fue el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Fernández.
Para la Iglesia la despenalización de la tenencia de drogas sigue siendo un tema espinoso. Desde la cúpula eclesiástica rechazaron el proyecto cuando Fernández convocó a un Comité de Expertos de Asesores para modificar la normativa vigente en la Ley de Drogas. Esa polémica volverá a reeditarse si la Corte Suprema declara la inconstitucionalidad.
Los sacerdotes no son los únicos detractores de la despenalización. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, también se opone. “Estoy en contra de la despenalización. No quiero la droga en ninguna de sus formas. Soy muy claro, no puedo quedar bien con todo el mundo. O defiendo a la gente, o defiendo la vida, o defiendo la droga. Y yo tengo muy clara mi posición”, esbozó el ex motonauta hace un mes.
Domingo, 28 de diciembre de 2008