Brasilia (5-7-14): El país entero se congelará a partir de las 13 cuando la selección argentina salga al Estadio Nacional de Brasilia a hacer historia ante Bélgica por un pase a las semifinales del Mundial de Brasil 2014.
Finalmente nos llegó la hora. La semana entera constó de informes, análisis, recuerdos históricos, especulaciones y danzas de nombres. Sin embargo, como en todos y cada uno de los partidos de ligas desde la "D" hasta el Mundial, todos los libros escritos previos a la hora del pitazo inicial se prenderán fuego en la hoguera de la verdad. Argentina, con sus dudas y sus promesas por cumplir se jugará el todo o nada contra Bélgica.
Serán, como mínimo, 90 minutos de nervios, ansiedad y angustia, casi igual que lo vivido ante Suiza el martes pasado, aunque potenciado por la presencia de un rival de mayor jerarquía y la historia que golpea la puerta de la gloria argentina. Hace 24 años que nuestra Selección no llega a instancias de semifinales y, sin jugar contra Alemania, Brasil u Holanda, Bélgica no deja tener un peso específico aumentado, no solo por un plantel de comprobada jerarquía, sino por la presión que el plantel nacional pueda auto imponerse.
Los hechos y los interrogantes
El combinado argentino tuvo altos y bajos emocionales durante la semana. En primer lugar, la buena noticia que puede traducirse en un envión anímico fue el hecho de que Sergio Agüero esté prácticamente recuperado de su lesión y que formará parte del banco de suplentes. Del otro lado, la tristeza y el pésame generado por la muerte de la hija de un miembro de la prensa muy cercano a todo jugador de fútbol argentino, Miguel "Tití" Fernández, que convulsionó a todo el sector deportivo.
Por otro lado, el técnico argentino, Alejandro Sabella, planteó una semana casi exclusivamente regenerativa para los titulares, y un trabajo más intenso para los suplentes, aunque pareciera que esas etiquetas hoy podrían cambiar. Tras los decididamente malos rendimientos del central argentino, Federico Fernández, el DT puso hoy en la práctica a su suplente, Martín Demichelis, quien podría ser de la alineación inicial mañana al mediodía.
En segundo lugar, queda un interrogante por resolver: ¿volverá a ocupar Ezequiel Lavezzi el puesto del lesionado Agüero o probará Sabella darle la titularidad al ex Boca, Rodrigo Palacio? Tampoco deben olvidarse los nombres de Ricardo Álvarez y Augusto Fernández, que también pueden ocupar el lugar de mediocampista adelantado por derecha, supliendo posiciones de ataque y recuperación, requisito necesario para poder comprometer los planes de juego de un equipo compacto como el belga. Esto, siempre y cuando el técnico reconsidere la titularidad de Gago, quien no ha demostrado todo su potencial.
Las declaraciones
Previo al encuentro, los técnicos de ambas selecciones hablaron ante la prensa en vistas al cruce de cuartos de final. El belga Mark Wilmots aseguró tener bien en claro el juego argentino y saber cómo contrarrestarlo. "Hemos estudiado muy bien sus tácticas, pero no nos adaptaremos a su estilo, mantendremos el nuestro. Nuestra intención es no dejar muchos espacios, pues la idea es atacar y defender juntos", aseguró.
Y, por más que el juego dinámico haya sido una marca registrada de su equipo durante el transcurso de este Mundial, potenciado por mediocampistas con buen pie e inteligencia, Wilmots no descarta que la diferencia pueda llegar desde la pelota parada: "Muchas veces estos encuentros se deciden en los pequeños detalles y tenemos que mejorar en los cobros de tiro de esquina. También prefiero jugar, pero de la misma manera podemos marcar a balón parado", recalcó.
Desde el punto de vista psicológico, el DT belga tiró el peso hacia el otro lado al aseguridar que el rendimiento de su combinado ya fue más que satisfactorio y que no sienten presión. "El equipo tiene mucha confianza. Hemos hecho nuestro trabajo muy bien a lo largo del torneo, podemos ganar o perder, pero no tendremos nada que reprocharnos", enfatizó.
Por el lado argentino, Sabella fue fiel a su estilo y mantuvo en reserva la mayor cantidad de detalles posibles. Hasta su visión del equipo rival casi que se la guardó entera para sí. "Es un muy buen equipo, una especie de generación dorada", dijo en un análisis por demás escueto. Más allá de eso y de recordar que la mayoría de los belgas juegan en ligas de jerarquía como la inglesa y la española, "Pachorra" no ahondó mucho en su rival.
"Claro que si no estamos entre los cuatro mejores, será una frustración. Tenemos la confianza de pasar. Estoy pensando en el partido de mañana. Un resultado no define un rendimiento. Un resultado positivo o negativo no es definitorio para un trabajo de tres años. Obviamente queremos ganar y aspirar a lo máximo", declaró en conferencia de prensa, marcando una diferencia a lo expresado por su colega belga y sometiéndose a la presión histórica antes mencionada.
"Buscamos la mejoría. Es un Mundial muy difícil, con muchas sorpresas y el fútbol está cada vez más parejo", cerró.
En su cuenta oficial de Facebook, Lionel Messi envió un mensaje a todos los argentinos previo al partido de este mediodía: "Mañana tenemos un partido muy importante. Sabemos que será complicado, pero estamos concentrados y preparados para darlo todo en la cancha. #VamosArgentina"
Como se lee al inicio de esta nota, la hoguera de la realidad pulverizará rápidamente todas las palabras y los trabajos analíticos a penas se toque la primera pelota, a las 13, con el corazón en los pies.
Sábado, 5 de julio de 2014