Río de Janeiro (12-7-14): El periodista de El Gráfico Diario describe la llegada de decenas de miles de compatriotas a tierras cariocas y, además, vaticina lo que puede suceder en la final. En la previa del último y más emocionante partido de Brasil 2014, Víctor Hugo Morales se encarga de describir la invasión argentina a tierras brasileras en busca de un sueño mundialista.
"Argentina invade como un ejército de soñadores a la conquista de un sueño. Patriotas de la pelota y el grito de gol andan dejando las cuerdas vocales colgadas de los árboles. Paso de los Libres, Colón y Tacuarembó, como afluentes del “Amazonas” que fluye como un río de dos colores, hacia Río para conformarse tan sólo con la playa Copacabana, el Cristo allá arriba y la pantalla del Fan Fest", relata el columnista de Tiempo Argentino.
De ese mismo modo, el periodista se emociona con el planteo del DT argentino y con los jugadores de cara al duelo final: "¿Sabés la que les va a armar Sabella? Y Masche los va a comer crudos. Y Messi, ¿cómo lo paran al pibe que sabe que ahora es él, el domingo es él? Con las patitas así, dice el hincha, y el cronista piensa que se refieren a ese modo de correr sin tocar la tierra como si los dioses lo llevaran tomado de las axilas"
"Y te digo más, si juega Di María le metemos tres. ¿Quién me gusta para el gol? El Pocho la mete. Me conformo con uno", se emociona Víctor Hugo, pero deja en claro que, pese a la ilusión, al rival se lo respeta: "Ellos son buenos en serio. Grandotes, alemanes, juegan bien, a la brasileña".
"El periodista que le ha tenido fe al equipo de Sabella, aun tras los partidos más flojos, siente que algo se desvanece sin Di María, por más que Enzo Pérez, también osadía y sacrificio con habilidad, sea un acierto propio del DT. El Flaco es el segundo mejor jugador del mundo", lamenta Morales la ausencia de "Fideo".
"El responsable de estas notas reescribe las respuestas que dio en las charlas con amigos. Que Argentina no será el impávido Brasil, vacío de alma y de respuestas. Que lo terrible de Alemania es que todos juegan bien. Que psicológicamente es positivo no ir de favoritos. Que Sabella armó un filtro interesantísimo en el medio, pero el cronista sumaría a Maxi Rodríguez, aun sacrificando un delantero. Que si están abrasilerados hay que dejarlos tocar donde no duele y de pronto presionar en el propio campo. Y después partir, perfume de Naranjo y gol en la estela de la corrida de Lionel", concluye Víctor Hugo.
En el cierre, el periodista rescata al DT y a los 23 jugadores: "Sobrellevar tanta maldad inexplicable como la que le tiraron a Sabella. Y entonces dice que sería justo que se les dé. A Sabella, a los muchachos y a la caravana inovldable, absurda y apasionada, loca y feliz que asombra en rutas y plazas de Brasil".
Sábado, 12 de julio de 2014