Brasilia (12-7-14): La golpeada Selección de Brasil no pudo hacer nada contra la Holanda de Van Gaal. Holanda aplastó hoy 3-0 a Brasil en el partido por el tercer puesto del Mundial de fútbol 2014 y alargó la angustia de los anfitriones tras el 7-1 que sufrieron en las semifinales con Alemania.
Una imagen vale más que mil palabras.
Holanda aplastó hoy 3-0 a Brasil en el partido por el tercer puesto del Mundial de fútbol 2014 y alargó la angustia de los anfitriones tras el 7-1 que sufrieron en las semifinales con Alemania.
10 goles en contra en dos partidos. El estilo de juego seleccionado para Brasil en esta Copa del Mundo definitivamente no funcionó. Los centrales de jerarquía y los volantes corredores y defensivos no alcanzaron para representar a la selección brasileña.
En el partido por el tercer puesto la Holanda de Louis Van Gaal fue práctica, golpeó primero y dos veces, y luego se dedicó a esperar a ver qué hacia el elenco local de Luiz Felipe Scolari, que nunca tuvo muchas ideas.
De premio, por el excelente planteo, los `naranjas`, que hoy jugaron de `azul`, concretaron el 3-0 con una excelente jugada colectiva a los 45 del segundo tiempo, aunque sólo sirvió para decorar el resultado porque el partido estaba sentenciado hacía mucho tiempo.
En el inicio del partido, cuando los equipos aún se estaban acomodando, Robben demostró nuevamente que es un segundo más rápido que el resto y aprovechó una habilitación de Van Persie para irse derecho al arco y si bien Thiago Silva lo tomó de la camiseta, lo cierto es que fue afuera del área pero él se dejó caer adentro. Van Persie logró su cuarta conquista ecuménica y le dio un golpe a Brasil, que cuando estaba intentando rehabilitarse, volvió a caer a la lona tras un centro pasado de Georginio Wijnaldum -quien pareció arrancar en offside tras pase de Robben- que David Luiz no pudo despejar lejos y le quedó servida a Blind para el 2-0.
Ya el segundo tiempo se jugó prácticamente en campo holandés, que de todos modos casi golpea de entrada de contra con otro desborde del incansable Robben, otra vez la figura de su equipo. Sin embargo, Brasil tuvo todo el tiempo la pelota pero careció de ideas y abusó de intentos individuales o centros a ningún destino.
La mejor opción fue a los 14m. con la entrada por el medio de Ramires, cuyo remate salió muy cerca del palo, mientras que después el ingreso de Hulk desde el banco le dio una dosis de vértigo y un disparo suyo a los 29m. que se fue desviado ilusionó a la hinchada. Empero, minutos después cayeron a la cruda realidad y la tercera conquista de Wijnaldum a los 45m. tras una excelente jugada colectiva, cuándo no iniciada por Robben, les dio un golpe de nocaut a los hinchas, los jugadores y el cuerpo técnico.
Sólo Neymar parece destinado a salvarse del juicio popular. No sólo por su lesión que lo excluyó de las semifinales y de ser parte de la catástrofe futbolística que hasta amenaza con desbancar al Maracanazo de 1950. Haber sido tal vez el único futbolista del equipo de Scolari en jugar al fútbol histórico del Scratch, de gambetear para adelante, y de ser, por su juventud, la esperanza para la refundación de una Selección que en los últimos mundiales –aún en los ganados en 1994 y en 2002– se alejó de la escuela que lo posicionó como la más poderosa del planeta, con ese tan pregonado “jogo bonito”.
Por el lado de Holanda, el tercer puesto es un reconocimiento a un equipo y a un técnico que no caminaron un paso sin utilizar la cabeza. Si no fuera porque a Robben le faltó algún socio más y por la pierna de Mascherano y las manos de Romero podría haber estado más cerca de la final y de la Copa.
Sábado, 12 de julio de 2014