Luego de alzar su voz en lo alto para rezar una plegaria a la madre de Itatí y derramar una bendición para la Fiesta del Chamamé que transita su jornada inaugural, el padre Julián Zini reflexionó sobre el crecimiento que tuvo esta propuesta donde Corrientes reúne en enero a los grandes del Chamamé.
"Corrientes tardó 20 años en apropiarese de su propia fiesta, pero lo logró. Podemos decir que hace tres años, la organización, las ganas y un equipo grande de gente lo hizo posible", dijo a Agencia Corrientes.
Con años de trayectoria a cuestas, predicando como el Padre Nuestro esa simbiosis de religiosidad y escencia guaraní que encierra el Chamamé, Julián Zini dio gracias a Dios por poder estar un año más "compartiendo este escenario de grandes músicos, de almas chamameceras".
Insistió en que costó para que a Corrientes se le reconociera esta fiesta pero rogó "porque siga siendo una fiesta y no un festival. El festival es algo muy distinto. Sin embargo la fiesta es canto, danza, ruego, es la sangre guaraní que fluye en nuestras venas. Es algo que compartimos y espero que sigamos compartiéndolo".
Zini destacó que que ese compartir pueda continuarse en la Bailanta Chamamecera que inicia mañana el mítico Puente Pexoa.
"Tenemos que observar que la gente que va la Bailanta no es la misma que viene al anfiteatro, porque son dos públicos diferentes. Es positivo que pueda colmarse las expectativas de una amplia gama de necesidades. Y con respecto al baile, ojalá que no hagamos cualquier cosa, que podamos seguir manteniendo la escencia del baile del Chamamé, que no hagamos cualquier cosa como se hace en grandes escenarios de distintos puntos del país", advirtió Zini que en el final de la entrevista sólo expresó su alegría de "estar"
Jueves, 8 de enero de 2009