Israel anunció otra escalada al entrar en la tercera semana su ofensiva en Gaza, donde en los primeros quince días causó más de 850 muertos, y anoche se intensificaron los bombardeos y se registraron más matanzas de civiles.
"Residentes de la franja: próximamente el Ejercito de Israel atacará con mayor intensidad los túneles, los arsenales y las actividades terroristas. Para su seguridad y la de su familias, aléjense de los elementos terroristas", rezan miles de panfletos lanzados por aviones israelíes sobre el territorio palestino.
Escritas en árabe, en los avisos se recuerda que el Ejército de Israel advirtió por igual medio hace dos días a los habitantes de Rafah -en la frontera con Egipto- que dejaran sus casas porque la zona iba a ser bombardeada, y que "los residentes atendieron la instrucción y los civiles no se vieron afectados por los combates".
La campaña preludia lo que el mando militar israelí califica de la "tercera fase" de la operación "Plomo Fundido", con la entrada en la franja de reservistas para extender los ataques que tras los primeros bombardeos aéreos y navales iniciaron cientos de tanques y miles de soldados de infantería en la segunda semana de ofensiva.
Esa "tercera fase" se abrió camino anoche con fuertes bombardeos de aviones y de unidades de artillería sobre varias localidades del norte de la franja, que costaron la vida al menos a catorce personas y causaron heridas a más de quince.
Domingo, 11 de enero de 2009