Bs. As. (27-11-14): A diez años del choque entre River y Boca por la Copa Libertadores, dos que vistieron esas camisetas ayudan a analizar que siente el jugador ante este partido.
Uno se puso la de Boca, otro la de River. Ambos fueron protagonistas aquella recordada noche por la Copa Libertadores y donde la serie se definió por penales para el lado de los Xeneizes. Igual que en el choque de esta vez la instancia era semifinales aunque ahora se pone en juego un pasaje a la Sudamericana, un torneo de una importancia menor que el de una década atrás. El fútbol y la vida los llevó por otros caminos pero Cristian Nasuti y Javier Villarreal, autores de un tanto en los segundos noventa y el que pateó el último penal para darle la victoria a Boca, no olvidan aquel instante en sus carreras.
“Que vuelvan a jugar me trae muchos recuerdos, la verdad que son partidos que no se juegan todos los días, y menos en esta instancia. Y encima ayuda mucho que se vuelvan a pasar esos partidos por la tele para revivir esos recuerdos”, cuenta el Tano a El Gráfico Diario, desde Colombia, donde defiende la camiseta verde de Deportivo Cali.
Sobre la importancia del partido y lo que genera en la cabeza del futbolista, Nasuti analiza: “Este tipo de partidos te generan mucho desgaste mental, se viven con mucha presión. Es clave saber controlar las emociones. Es muy normal que después de estos cruces te llegues a relajar y eso te lleve a perder la concentración necesaria para los próximos partidos. El que pase llegará a la final con un desgaste mental importante y va a tener que aprovechar la alegría positivamente. Y el que pierda obviamente tendrá un golpe muy duro, ya que estos partidos en Copa no se juegan todos los días”.
De la vereda de enfrente y con el recuerdo también muy fresco, Villarreal se encarga de contar que le pasa a él por su cabeza en la previa del partido de esta noche en el Monumental, donde uno sólo se quedará con el pasaje a la final. “Son momentos de mucha ansiedad, de nerviosismo y de imaginar lo que puede pasar, de soñar situaciones del partido. También necesitás mantener la tranquilidad y aplacar un poco todas esas ganas de salir a la cancha. Esa vez fue una semifinal de la Libertadores que creo tiene un poco más de peso que la Sudamericana. Igual un Superclásico siempre es especial y hay que gastar la menor cantidad de energía posible antes de jugar. Veníamos viendo la llave de la Copa: sabíamos que nos podíamos encontrar. Siempre los estás mirando y teníamos ganas de cruzarnos”, contó el cordobés.
Sobre el momento que le informan que iba a patear el último y definitivo penal, Villarreal recuerda: “En realidad (Carlos) Bianchi me había puesto tercero en la lista. Pero yo tenía confianza y le pedí patear el último de la serie. Y me dio ese gusto. Estábamos enteros y me sentía muy bien. Creíamos que lo ganábamos. Después, cuando fui a patear, me entraron algunas dudas. Es lógico en una situación como esa y frente a un público que era todo de River. Igual estaba confiado. Fue increíble, hermoso. Es un momento inolvidable porque yo además sabía que eran mis últimos partidos en Boca”.
Jueves, 27 de noviembre de 2014