En la antigüedad se usaban de hueso o madera, pero con el avance de la tecnología hay muchas alternativas. Sólo hay que saber qué variedad de pez se piensa capturar y así elegir el apropiado

Se encontraron anzuelos de madera o de hueso de hace unos 30.000 o 40.000 años. Y a decir verdad hasta hace unos añitos los pescadores sólo comprábamos los anzuelos por su tamaño según lo que fuéramos a intentar pescar, al llegar a las casas de artículos de pesca pedíamos “dame un anzuelo mediano como para tal especie” o bien “dame de los grandes, voy a probar con surubí o dorados”, del tamaño marcado por numeración, ni hablar.
Aunque es bueno decir que parte de la culpa la tienen las fábricas que aún no homologaron medidas, hagamos un piquete de lucha a favor de la estandarización de las medidas de los anzuelos.
El desarrollo tecnológico también llegó a la punta del sedal. Hoy los fabricantes de anzuelos desarrollan modelos según el tipo de carnada que se va a utilizar, la especie y la pesca que se elija.
Los expertos aconsejan que hay que tener en cuenta la especie que se quiere capturar y el tipo de carnada a usar para tal fin. Un ejemplo de esto es que para la pesca variada, la carnada habitual es la tripa de sábalo, por lo que es muy útil un anzuelo que posea traba para la carnada.
Diferente debe ser si la carnada a utilizar es lombriz o sanguijuela. Si se utilizara el mismo anzuelo, al pasar la carnada por la traba, la rompería o mataría. Por eso, para este tipo de carnada, lo aconsejable es utilizar un anzuelo lo más fino posible que le otorgará mayor movilidad a la carnada y, por ende, un mejor desempeño de la misma.

Más opciones
Otro punto destacable del anzuelo también es la punta y a la hora de elegir es importante el tipo de punta. Los punta láser poseen un filo muy importante, el problema es que si se está pescando alguna especie de boca dura, la punta al ser tan rígida suele quebrarse.
Otro tipo de punta es el de triple filo que posee una terminal forjada con filo en la punta y laterales de lanceta; esto produce un menor roce y por consiguiente una clavada muy efectiva.
Otra alternativa es el anzuelo punta garra de águila, tal vez el de mayor popularidad entre los pescadores ya que su diseño lo hace adaptable a todo tipo de especies.
Por último, con respecto a la longitud del anzuelo, están los de una pata larga, media y corta. La diferencia es por cada tipo de carnada.
En síntesis, las variantes entre los tipos de anzuelos se relacionan con las especies a capturar y la carnada a utilizar. Bien, como tenemos la posibilidad de mostrar imágenes, aquí vamos con algunas características generales y los distintos tipos.

Un poco de historia
El primer anzuelo data de alrededor del año 35.000 antes de Cristo. El primer método para atrapar peces consistía en un pieza de piedra con ambos extremos en punta, con cebo y atada a una cuerda. Este artilugio se ensartaba en la garganta del pez.
Se sabe que los primeros anzuelos propiamente dichos los desarrollaron los primeros humanos modernos. Ellos pescaban con un anzuelo que portaba una lengüeta que evitaba que el pez se escape una vez atrapado, una de las muchas pequeñas y especializadas herramientas que ellos hicieron mediante el recién inventado cincel que habían perfeccionado.
Algunos consejos para hacer frente a accidentes
Muchas veces a la hora de colocar un anzuelo suelen suceder accidentes. Aquí algunos métodos:
n Para sacárselo a otra persona. Uno de ellos es colocar la mano sobre una superficie dura, con la palma hacia arriba. Dar la vuelta con el sedal alrededor de la curva del anzuelo y enrollarse el extremo varias veces en el índice.
Con la otra mano, sujetar el ojo del anzuelo y empujarlo hacia abajo, para desenganchar la barba.
Alinear el sedal con el vástago del anzuelo y dar un tirón brusco y fuerte. De ser necesario, toda la operación puede efectuarse con una mano.

Otro, puede ser cortar el ojo del anzuelo con unos alicates; empujar el vástago hacia dentro hasta que el extremo puntiagudo salga por el otro lado; sujetarlo firmemente y luego empujar el vástago a través de la herida y sacarla por detrás; limpiar cuidadosamente la herida y cubrirla con un antiséptico.
n El último consejo es insertar una aguja hipodérmica a lo largo de la punta y barba, con la parte biselada de la aguja hacia el interior de la curva del anzuelo. Tirar suavemente del vástago para desenganchar la barba. Luego, empujar con la aguja suavemente y hacia abajo hasta que su agujero enganche la barba.

Hacer girar el vástago del anzuelo ligeramente hacia abajo y la parte curvada hacia arriba hasta que la aguja y el anzuelo salga por la herida original.

Viernes, 16 de enero de 2009