Corrientes (10-1-15): Llegando al límite del abandono del cargo, el gobernador se tomó vacaciones programadas en Punta del Este, y dejó a la provincia al garete, siendo que es el responsable político por excelencia del Estado provincial.
Un grueso error de quien debería velar por los ciudadanos. Un vice gobernador no puede tomar decisiones que hoy precisan de otro tenor. Emergencia hídrica, emergencia de seguridad, emergencia energética, emergencia social, y el gran responsable de todos, se convirtió en el gran ausente.

Cada año antes de la Fiesta del Chamamé, el gobernador Ricardo Colombi se toma vacaciones en su exclusivo edificio de Punta del Este. Esta vez no fue la excepción, a pesar de todos los pronósticos que de situaciones que deberían influir para que su decisión sea la contraria.

En marzo el Instituto Nacional del Agua había advertido que desde diciembre a febrero se producirían grandes lluvias en la región, afectando a las poblaciones urbanas y rurales.

Nada se hizo para prever esta situación sabida. Pueblos inundados, producción rural totalmente perdida, miles de evacuados, caminos cortadose incertidumbre hacia el futuro próximo. Nada le importó. Es más, el gobernador se prendió a su boleto vacacional, y se las tomó.

En octubre, los policías retirados comenzaron a hacer conocer su situación de discriminación respecto a los activos, y la situación límite de sus sueldos, recortados al máximo por tantos años de dar sumas en negro al sector y olvidarse de los que están por jubilarse o ya están en ese cuadro. Lejos de tomar decisiones, el ministro de Seguridad, los "empaquetó" con promesas, mientras el mismo gobernador negaba enfáticamente darles una solución a la altura de las circunstancias.

Situación previsible: hoy los policías retirados ganaron la calle y la única manera de sacarlos de allí será con la plata en el bolsillo. Pero quien debe dar la orden, no está. Está de vacaciones.

La energía se corta a cada rato en todas partes, no soportando el alto consumo y el calor reinante. La Dpec no puede salir de su crisis de quiebra permanente, y por más que el ministro de Hacienda se esfuerce en publicar hasta el cambio del cable de su cuadra, no convence a nadie cuando de cortes del servicio se trata en pleno verano y con la cuota de la luz al día. Pero el responsable, sigue de vacaciones.

Asaltos, asesinatos, robos, accidentes de tránsito por doquier, y el Estado sigue ausente, corriendo por detrás a los ladrones, sin medidas de prevención. Alvear debió salir a cortar la ruta para que se le escuche, y solo se llevó promesas y culpas echadas a la Prefectura, que no tiene jurisidicción en delitos locales.
Verso, mas verso, es igual a desinterés.

Desinterés de quien debe estar al frente de la situación en este momento. Debe dejar sus plácidas vacaciones, y volver a la provincia a ponerse al frente de la gente, si es que quiere decir que es quien gobierna en la provincia.
Sino, de hecho, está haciendo abandono del cargo. Del cargo para el que se lo eligió, y para lo que la gente esperaba de él.

Atender a los policías sin intermediarios y buscar una solución. Encabezar los operativos de seguridad para dar autoridad a sus subordinados, arremangarse y ponerse las botas al lado de los intendentes que debieron salir a socorrer a sus compoblanos. Salir a reclamar en Buenos Aires con gestiones eficaces, una solución al tema energético, sin lamentarse sino dando respuestas a la altura del reclamo de la gente.

Una provincia a la deriva, totalmente, en un enero en el que el gobierno solo piensa en divertirse con chamamé y carnaval, mientras miles de correntinos esperan por su gobernador, a que se despierte de su siesta en las playas uruguayas.

Sábado, 10 de enero de 2015