Un informe de los EE.UU. indica una alta probabilidad de que continúe la sequía en la Argentina. Aparentemente el fenómeno conocido como “La Niña” se mantendrá hasta la próxima estación en América del Sur, acarreando consigo sequías y altas temperaturas en superficie.
Un informe coordinado en los Estados Unidos indica que la Argentina tiene probabildades de ingresar en un nuevo período de La Niña que se sumará al actual en otoño: tres campañas agrícolas sin interrupción afectadas por la sequía será la consecuencia.
Otros estudios de ese informe al que tuvo acceso Noticias Argentinas advierten una probabilidad del 55 por ciento de que continúen las bajas temperaturas subsuperficiales del Pacífico y por ende La Niña.
Así lo consigna el IRI, The International Research Institute for Climate and Society.
Con fecha 14 de enero, el Instituto de Investigación afirma que "el Pacífico Ecuatorial actualmente exhibe las condiciones de La Niña".
"La Región del Pacífico Ecuatorial muestra principalmente temperaturas del agua subsuperficial del océano más bajas que el promedio", advierte.
Los expertos del IRI auguran "un 55 por ciento de probabilidades de que persista La Niña en la próxima estación" que en Argentina será el otoño, época de cosecha de granos gruesos y de siembra de trigo y otros cultivos finos de invierno.
Esta semana Liliana Núñez, responsable de agro en el Servicio Meteorológico Nacional, aseguró a NA que quedan seis días "técnicamente" para que finalice la sequía en una amplia área del país.
Para que esto ocurra, en promedio debería llover entre 60 y 80 milímetros en todo el país a excepción de Salta, el centro de Chaco y partes de San Luis y Córdoba.
El estudio norteamericano que tampoco da posibilidades altas de que sobrevenga un Niño con altas precipitaciones para agosto- septiembre, todo lo contrario está realizado por figuras como Michael McElroy, director del Centro de Medio Ambiente de la universidad de Harvard.
También integran el IRI, el doctor Ching-Yen Tsay, del Comité de Advertencia técnológica y científica Internacional (ISTAC) y por Jeffrey Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, entre otros.
Los océanos y los mares cuya profundidad oscila alrededor de los 3.800 metros recubren casi el 72 por ciento de la Tierra, por eso se examina la componente marina en la piel terrestre: es decir las corrientes del mar pegadas al continente, español.
El estudio de las corrientes oceánicas y su influencia en el clima y en el fenómeno Niño-Niña se acentuó durante los últimos tiempos como lo atestigua , José Amestoy Alonso, profesor universitario español, especializado en el tema.
Las corrientes marinas frías promueven una disminución de las temperaturas y de las precipitaciones en las tierras adyacentes como las que pasan frente a las costas de California, Perú y Chile.
Para algunos técnicos, la licuación de la Antártida no sería ajeno al enfriamiento de las aguas del Pacífico debido a las corrientes marinas.
Cuando la temperatura de las aguas del Pacíficos Ecuatoriales se enfrían por debajo de la escala estamos ante una Niña que tiene ciertas consecuencias como la brutal sequía que afronta casi toda la Argentina y varias áreas agrícolas del Mercosur.
El Niño, en cambio, produce abundantes precipitaciones y aumento de temperatura en el continente.
La polémica en Argentina está instalada. El ingeniero Eduardo Sierra, especialista en Agroclimatología, considera que durante el final del verano y entrado marzo habrá "una pausa en La Niña" que ayudará al final de la soja pre-cosecha.
El ingeniero agrónomo Javier Grimau sostiene que una vez terminado el período de lluvias" en febrero-marzo, se daría otro de "sequía prolongado en la segunda parte del otoño y del invierno".
Stella Carballo, del Inta Castelar dijo esta semana que recién a mediados de año se podrá saber "si continúa La Niña".
Domingo, 18 de enero de 2009