El mágico sueño de la ficción, como Jurassic Park, no está muy lejos de conseguirse, debido al restablecimiento del ADN antiguo y la secuenciación del genoma de algunas especies extinguidas.
Como en una película de ciencia ficción en la que colosos prehistóricos pasean por la tierra como en un gran safari de la era terciaria. Este sueño de la ciencia no está muy lejos de cumplirse, debido a la recuperación del ADN antiguo y la secuenciación del genoma de algunas especies extinguidas.
¿Se imagina un safari fotográfico para ver mamuts, gliptodontes, tigres de dientes de sable o moas, mientras un neandertal caza su cena? Parece ciencia ficción, pero la recuperación de ADN antiguo, y la reciente secuenciación del genoma completo de un mamut, puso sobre la mesa unas posibilidades que hoy no son reales, pero que no se pueden descartar para el futuro.
Fue en noviembre pasado cuando se dio a conocer la recuperación del ADN nuclear de un mamut, extinguido hace 3.500 años. Había sido recuperado de un fósil congelado en Siberia. Los científicos son conscientes de que es imposible crear vida cuando lo que se tiene del genoma está en un archivo informático, pero no se puede asegurar que dentro de unos años, con alguna técnica nueva, no se pueda conseguir.
Lo que es evidente es que no todas las especies extinguidas se podrán recuperar. Un hipotético Parque Jurásico de dinosaurios no será posible porque el ADN no puede preservarse más de un millón de años. De hecho, las secuencias localizadas son muy escasas y en la mayoría de los casos, además, están contaminadas con material genético de otros seres vivos. La revista New Scientist seleccionó las 10 especies que podrían ser candidatas a revivir en la Tierra porque parte de su ADN ya fue secuenciado.
Se trata del oso de cara corta; el tigre de Tasmania; el gliptodonte; rinoceronte lanudo; dodo; perezoso gigante; moa y el alce irlandés.
Hace un año que falleció Michael Crichton, el autor del libro de ciencia ficción Parque Jurásico, y parece inevitable que la investigación nos traiga a la cabeza al escritor. En la célebre novela, como también en la adaptación cinematográfica que dirigió Steven Spielberg, el ADN procedía de la sangre que albergaba un mosquito fosilizado en ámbar tras picar a un dinosaurio. En el caso real del genoma del mamut, la clave estuvo en los restos de pelo del animal, una magnífica fuente de material genético.
La investigación abre la puerta a la posibilidad de rescatar de la extinción al mamut lanudo. Sin embargo, queda aún muy lejos para la Ciencia actual; pero los científicos no descartan que se pueda llevar a cabo dentro de unos años.
Pero, a pesar de que se conoce la secuencia completa de muchos animales, actualmente la tecnología no nos permite el sueño de volver a la vida a especies extintas, pero ¿Quién diría hace 50 años que seríamos capaces clonar animales, leer el código genético de los humanos y solucionar enfermedades hereditarias, o estar cerca de crear vida artificial?; por tanto no hay que perder las esperanzas de que el Jurassic Park se haga realidad.
El futuro de la clonación
Días atrás se conoció que científicos rusos y japoneses descubrieron los restos de un mamut que estaría en condiciones de ser clonado. Según los investigadores, el material mantiene intacto el ADN del animal. Las células se preservaron en perfecto estado por 10.000 años en Siberia, en una zona de hielos perpetuos.
Piotr Lazarev, experto del Instituto de Ecología Aplicada del Norte, informó que los restos del mamut (dos piernas gigantescas) fueron encontrados por una expedición ruso japonesa el pasado verano boreal en el río Muksunuokha, una zona de congelación perpetua en la república de Yacutia, en Siberia oriental.
Parte de los restos fueron investigados en el Centro de Virología y Biotecnología de la ciudad de Novosibirsk. Allí se detectaron células aptas para realizar una clonación. “El material que llegó es único en muchos aspectos, no sólo porque contiene intacto el ADN del mamut, sino porque las células se han preservado en perfecto estado por 10.000 años”, indicaron especialistas.
Hallazgos
Los mamuts surgieron en África hace 3 o 4 millones de años. Dos millones de años atrás migraron hacia Europa y Asia. Llegaron a América del Norte hace 500.000 años, pasando por el estrecho de Bering. Fuente de comida y abrigo, este animal fue importante para los hombres. Se encontraron numerosos refugios hechos con sus huesos y esculturas realizadas en el marfil de sus colmillos.
Desde 1799 se encuentran, con cierta regularidad, ejemplares en Siberia. En esta región, el suelo se congela a veces hasta los 400 metros de profundidad; de esta forma se conservan los cadáveres de animales actuales y de mamíferos extinguidos.
Desaparecieron hace miles de años y son los elegidos por los expertos
1. El Neandertal: Aunque estos parientes del hombre desaparecieron hace 25 mil años, la secuenciación completa de su genoma es una de las noticias científicas más esperadas de este año.
2. Tigre de diente de sable: Este felino fue alguna vez el más grande de todos los tiempos. Según los expertos, desapareció hace 11 mil años. A pesar del tiempo transcurrido ha sido bastante fácil recuperar su ADN. Los científicos confían en obtener su genoma para que una leona pueda ser la donante del óvulo.
3. Oso de cara corta: Los Arctodus simus fueron los mayores carnívoros de la Edad de Hielo. Se ha logrado recuperar gran parte de su ADN y también se sabe que hay ejemplares congelados en Siberia.
4. Tigre de Tasmania: El último de su especie murió en un zoológico en 1936. Sin embargo, sus tejidos fueron guardados por lo que se ha permitido recuperar su ADN. En un experimento del 2008, un grupo de investigadores insertó una parte del material genético en un ratón, con el fin de generar un nuevo gen, lo que felizmente ocurrió. Con esta fascinante especie, una hembra del diablo de Tasmania podría actuar de madre.
5. Gliptodonte: Esta especie dejó de pasearse por el planeta hace 11 mil años. Por ahora, todavía se han encontrado ejemplares congelados, por lo que la recolección de su ADN es escasa. A pesar de todo, con esta especie, los científicos no pierden la esperanza porque la especie viva más parecida genéticamente es el armadillo.
6. Rinoceronte lanudo: Este animal habitó los fríos paisajes de Eurasia y se extinguió hace 8 mil años. Debido a que vivió en Siberia, un lugar frío, hay muchos rinocerontes de este tipo congelados, por lo que extraer su ADN resulta fácil.
7. Dodo: Ésta era un ave no voladora que desapareció a finales del siglo XVII. Hace seis años, genetistas de Oxford secuenciaron fragmentos de sus ADN.
8. Perezoso gigante: Hace casi 8 mil años esta especie dejó de existir. Hace no mucho, algunos expertos han logrado recuperar su ADN proveniente de sus pelos y del estiércol fosilizado.
9. Moa: Esta ave no voladora vivía en Nueva Zelanda y se extinguió por la caza intensiva de los maoríes. Por otra parte, su ADN ha sido recuperado en buen estado desde el interior de algunas cuevas, por lo que pronto los científicos obtendrán su genoma. Las especies más similares son las avestruces.
10. Alce irlandés: Esta especie vivió hace 7.700 años en Eurasia. Su ADN ha logrado ser recuperado, así que obtener su genoma no resultaría complicado, pero resucitarlo tendría un pequeño inconveniente: su único pariente cercano es el ciervo, que aunque tiene gran parecido, su tamaño es demasiado pequeño en comparación a su predecesor histórico.
Martes, 20 de enero de 2009