Representa la esperanza de millones de personas no sólo en los Estados Unidos. El mundo entero tiene los ojos puestos en él. Es el primer mandatario negro de la historia de ese país. Le esperan un sinfín de desafíos en la economía y en el terreno internacional. Cuenta con un gabinete de figuras para transforar políticas financieras y exteriores. El futuro en Irak, Afganistán y las relaciones con el resto del mundo, los puntos centrales de su gobierno. Washington se vistió de fiesta para recibir al nuevo Comandante en Jefe
En lo que constituye uno de los hechos históricos más relevantes de la democracia de los Estados Unidos, Barack Obama juró como el primer presidente negro de la historia de ese país en las escalinatas del Capitolio. El juramento lo hizo apoyando su mano derecha sobre la misma Biblia sobre la que también jurara Abraham Lincoln en 1861 y que no había sido utilizada para este tipo de ceremonias desde entonces.
Obama, el presidente número 44 de la larga historia democrática de los Estados Unidos, se comprometió ante los símbolos republicanos y federales por excelencia de esta nación: ante el Capitolio y frente al titular de la Suprema Corte norteamericana.
Con la presencia de más de dos millones de personas en el tradicional Mall que une el Monumento a Washington con el Parlamento de los EEUU, Obama pronunció la fórmula que quedará en la historia: "Juro solemnemente que ejecutaré fielmente el cargo de Presidente de los Estados Unidos".
Junto a Obama se encontraba en todo momento a su esposa Michelle, uno de los pilares fundamentales en su carrera hacia la Casa Blanca. George W. y Laura Bush también formaron parte de la ceremonia que elevó al ex senador de Illinois a la máxima magistratura norteamericana.
Según los analistas internacionales, con la asunción de Obama, también se abre una nueva era en la economía y en la política mundial: los frentes en Afganistán y en Irak serán los máximos desafíos que afrontará junto a su designada secretaria de Estado, Hillary Clinton, ex rival suya en las primeras demócratas.
La crisis financiera internacional, que explotó a partir de los créditos subprime otorgados por entidades de poca solidez económica, será también el punto crucial y más urgente que el mundo le reclamará a Obama a partir de esta misma tarde, cuando comience a mudar sus valijas y documentos a la Casa Blanca y dé inicio a una extensa ronda de reuniones con los protagonistas de la economía.
Tim Geithner será secretario del Tesoro y Larry Summers, el jefe del Consejo Económico Nacional. Christina Romer será directora del Consejo de Asesores Económicos y a Melody Barnes, al frente del Consejo de Política Nacional. En tanto que el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker se encargará de dirigir un nuevo consejo asesor en materia económica. Esos serán quienes deberán concretar las ideas y las medidas económicas de Obama.
Martes, 20 de enero de 2009