Las diferencias se agravaron con la ruptura del diálogo por parte del Gran Rabinato de Israel con la Santa Sede, decidida hoy tras la anulación de la excomunión de cuatro obispos lefebvristas, uno de ellos negador del Holocausto. Benedicto XVI buscó calmar los ánimos y declaró su "indiscutible solidaridad" con los "hermanos judíos".
La crisis que se desató entre miembros de la comunidad judía y el Vaticano, tras la anulación de la excomunión de cuatro obispos lefebvristas, uno de ellos negador del Holocausto, se profundizó hoy con la ruptura de diálogo por parte del Gran Rabinato de Israel con la Santa Sede.
El Gran Rabinato de Israel consideró "difícil proseguir el diálogo con el Vaticano" si no hay un acto de disculpas públicas y de retractación de las declaraciones sobre el Holocausto del obispo lefebvriano Richard Williamson, uno de los rehabilitados por el Papa Benedicto XVI.
El Pontífice alemán levantó la semana pasada la excomunión impuesta en 1988 a cuatro obispos ultra-tradicionalistas ordenados ilegítimamente por monseñor Marcel Lefebvre, entre ellos Williamson, quien niega la existencia de las cámaras de gas nazis.
"Creo que las cámaras de gas no existieron nunca. Pienso que entre 200 mil y 300 mil judíos murieron en campos de concentración pero ninguno en cámaras de gas", dijo el obispo británico Williamson, en una entrevista para un programa de la televisión pública sueca.
"Las evidencias históricas están inmensamente en contra de que seis millones de judíos murieran asesinados en cámaras de gas como parte de una política de Adolfo Hitler", agregó Williamson.
Ayer, el portavoz de Benedicto XVI, Federico Lombardi, afirmó que "las declaraciones de Williamson no pueden ser compartidas bajo ningún concepto por la Iglesia Católica y el Papa".
Pese a ello, la polémica levantó vuelo y el rabino en jefe de Roma, Riccardo Di Segni, advirtió que "el problema no es sólo Williamson", quien constituye sólo "la manifestación que aflora de una cierta actitud y posición respecto a los judíos".
Al mundo hebreo le preocupa, explicó "todo un pensamiento teológico que pone en discusión las posiciones del Concilio Vaticano II respecto a los judíos".
Por ende, concluyó "se necesita mucha más que una retratación, si eso ocurrirá alguna vez", según informó la agencia de noticias ANSA. Ayer también, los lefebvrianos, en una carta enviada al Papa y dada a conocer por el Vaticano, pidieron públicamente perdón por las afirmaciones sobre el Holocausto efectuadas por Williamson.
"Las afirmaciones de monseñor Williamson no reflejan en ningún caso la posición de nuestra Fraternidad", manifestaron, aunque sin lograr cambiar la posición del Gran Rabinato.
No obstante y frente a esta polémica y según informó hoy el Jerusalem Post, el Gran Rabinato -organismo que se encarga de todo lo relativo a los aspectos religiosos de los judíos sefardí y ashkenazi en Israel- decidió romper el diálogo con el Vaticano y exigir una pública disculpa.
A poco de conocerse esta decisión, Benedicto XVI buscó calmar los ánimos y declaró hoy su "indiscutible solidaridad" con los "hermanos judíos", al tiempo que afirmó que el Holocausto sigue siendo una advertencia contra todo olvido y negacionismo.
"Mientras renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad a nuestros hermanos judíos destinatarios de la primera alianza, auspicio que la memoria de la Shoah (Holocausto) induzca a la Humanidad a reflexionar sobre la imprevisible potencia del mal cuando conquista el corazón del hombre", dijo el Pontífice tras la audiencia general.
Asimismo, pidió que el Holocausto "sea una advertencia contra el olvido, la negación y el reduccionismo, porque la violencia hecha contra un solo ser humano es violencia contra todos", informó la agencia de noticias Ansa.
A raíz de estas palabras, el Vaticano expresó el auspicio de que el diálogo con el Rabinato de Israel pueda continuar.
Miércoles, 28 de enero de 2009