(15-6-15): En menos de un mes, el papa Francisco culminará su gira latinoamericana en tierra guaraní tras visitar antes Ecuador y Bolivia. La visita del Sumo Pontífice argentino a Paraguay, un país limítrofe, de fácil acceso para los argentinos, coincide con el fin de semana -estará allí entre el 10 y el 12 de julio- y estará próxima al feriado del 9 de julio, por lo que las autoridades argentinas y paraguayas trabajan contrarreloj para ajustar la logística de lo que creen será una masiva peregrinación hacia Caacupé y Asunción, donde el tendrán lugar las misas públicas que oficiará Francisco durante su estadía en ese país.
Consultados por Infobae, los funcionarios guaraníes evitan hacer estimaciones sobre qué cantidad de argentinos puede llegar a cruzar la frontera y apenas deslizan un eufemístico “mucha gente”. Saben por las autoridades eclesiásticas que en muchas parroquias argentinas hay grupos organizándose para viajar. Lo cierto es que Migraciones, Aduana, fuerzas armadas y de seguridad, las autoridades sanitarias, las secretarías de Turismo y Cultura, y la propia Iglesia paraguaya, todos se preparan para recibir a varios cientos de miles, y tal vez más.
Uno de los puntos más álgidos del operativo para recibir a los fieles argentinos es el que atañe al control de migraciones. La frontera argentino-paraguaya es una zona caliente, donde el riesgo de contrabando, narcotráfico, tráfico de personas y terrorismo hace que de ninguna manera se vaya a liberar los pasos fronterizos.
Sin embargo, las autoridades están ultimando detalles para un sistema de pre-chequeo para que los peregrinos puedan cargar sus datos personales en sus lugares de origen y de ese modo agilizar el cruce. La Dirección Nacional de Migraciones argentina evitó dar precisiones aunque confirmó que están trabajando en el tema y agregó que oportunamente harán un anuncio al respecto.
Una vez llegados a Asunción, los peregrinos argentinos tendrán un primer inconveniente: dónde estacionar. Según supo Infobae, se ha destinado un playón con capacidad para 3500 micros, pero se cree que la cifra será superada. El alojamiento de tantas personas es otro desafío. Las reservas hoteleras, por caso, están prácticamente al filo de colmar la capacidad, del mismo modo que las ubicaciones dispuestas por la Iglesia -salones en parroquias, clubes y lugares de acampe. Los organizadores habilitaron, en la web oficial de la visita, un registro para que quienes pueden alojar peregrinos y quienes buscan alojamiento puedan inscribirse.
Para el tiempo que dure la visita, regirá una veda para circular en el centro asunceno y está previsto que haya espectáculos culturales en los lugares públicos. También se preparan para un aumento del turismo en turismo religioso en las ruinas de las reducciones jesuíticas, traccionado por el papa jesuita
El consulado argentino en Asunción tiene previsto montar puestos en lugares estratégicos para atender emergencias. La embajada, por su parte, también tiene trabajo: mientras junto a la Cancillería se busca algún tipo de “convenio express” que dé marco legal a la colaboración argentina en materia sanitaria -se habla tanto de que Argentina aportaría tanto médicos como ambulancias-, la imponente embajada argentina en Asunción, la embajada argentina más grande del mundo después de la de Brasil, se pone a punto para una posible visita de la presidente Cristina Kirchner. Si bien no existe confirmación por el momento, la suite presidencial y las quince habitaciones con que cuenta la residencia estarán disponibles para el caso de que sea necesario utilizarlas.
La organización de la visita del Papa a Paraguay sigue con cierto recelo las versiones que señalan que muchos políticos argentinos irían a Asunción en busca de una foto con Francisco, una prenda codiciada un mes antes de las PASO. Incluso, en una rueda de prensa meses atrás, el propio presidente Horacio Cartés dijo que probablemente cursara invitaciones a mandatarios vecinos, pero que no habrá trato especial para los argentinos. “El Papa viene a Paraguay”, argumentan.
En algunos sectores, el clima con que se espera al Santo Padre es de cierto frenesí. En diálogo con Infobae, el obispo de San Pedro y presidente de la Comisión Pastoral de la Conferencia Episcopal Paraguaya, monseñor Pierre Jubinville, explicó que “cuando Juan Pablo II vino, muchos lo recibieron como líder de la Iglesia; ahora, a Francisco una porción grande lo recibe como papa de la Iglesia Católica, y otra porción lo recibe como el personaje carismático que es, conocido no por un compromiso eclesial sino conocido por el impacto que tuvo en los medios de comunicación”.
“Hay distintas maneras de vivir el acontecimiento y recibir la persona del Papa y su mensaje. Nosotros como Iglesia tenemos que enfocar bien en la visita del papa como ayuda para la renovación de nuestra Iglesia. Eso es lo que para nosotros es lo más importante. Va a ser día de fiesta, va a haber muchos eventos, pero lo que nos toca a nosotros es recoger lo máximo y aprovechar eso en un proceso eclesial, y más a largo plazo”, concluyó el obispo.
epoca
Lunes, 15 de junio de 2015