Corrientes (22-8-15): El Senado provincial aprobó dos iniciativas del senador Tomás Rubén Pruyas en las que se declara de interés la conmemoración del Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico y la adhesión a la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

En homenaje al doctor Carlos Arturo Gianantonio, el 19 de agosto se conmemora el Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico. Esta evocación fue declarada de interés por el Senado de la Provincia de Corrientes por pedido de Tomás Rubén Pruyas.

En los fundamentos, el senador justicialista recuerda que el doctor Gianantonio es el médico precursor en la cruzada contra esta enfermedad, cuya fecha de natalicio fue la escogida para esta conmemoración. El doctor Gianantonio fue un maestro indiscutido de la pediatría y una de las figuras más notables de la medicina argentina.

Los estudios efectuados por Gianantonio y su grupo de colaboradores sobre el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) parten de su interés por la insuficiencia renal aguda de los niños pequeños, y llevar a su grupo a una descripción casi perfecta del SUH (reconocimiento y difusión en nuestro país a través de la presentación de 28 casos en 1962) por la cual fue designado relator oficial en el Tercer Congreso de la Sociedad Internacional de Nefrología en 1966.

Fue precursor en la utilización de diálisis peritoneal en esta enfermedad, con lo que logro bajar la mortalidad causada del 50 al 5%, hecho que representa un hito en la historia del SUH y su tratamiento.

“Estamos frente a una enfermedad endémica, con aproximadamente 400 a 500 casos anuales en la Argentina. Afecta principalmente a niños menores de 5 años y es la primera causa de insuficiencia renal aguda en edad pediátrica y la segunda de insuficiencia renal crónica. También se sabe que provoca el 20 por ciento de los trasplantes renales en niños y adolescentes”, expresa Pruyas en su proyecto.

Vale señalar que “en nuestros hogares, tendremos que cocinar la carne completamente, en especial la picada y los productos que se elaboran con ella de manera que no queden partes rosadas o rojas en su interior. Además, hay que lavarse las manos con agua y jabón antes y después de ir al baño, antes de manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos. También es menester lavar bien las frutas y verduras y consumir agua segura para disminuir los riesgos de contaminación con la bacteria”.

LACTANCIA MATERNA

Por otro lado, el senador Pruyas también presentó un proyecto para declarar de interés la adhesión a la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se desarrolló desde el 01 al 07 de agosto, con el lema "Amamantar y trabajar: logremos que sea posible!", como una de las principales estrategias para disminuir el hambre y la desnutrición a través del fomento de la lactancia materna.

En ese sentido, destaca que el Estado y las instituciones públicas no son ajenas a este proceso, y para ello se articulan las estrategias necesarias para mejorar leyes de protección a la lactancia; promover activamente sus beneficios; capacitar a los equipos de salud y promover que la lactancia sea vista como la norma esencial para la salud de los niños.

Entre los fundamentos, resalta que “la leche materna es el mejor alimento para el niño o niña y no tiene sustituto”. La leche materna es el único alimento que el niño/a necesita para los primeros seis meses de vida. Otro tipo de alimentos o bebidas, inclusive de agua, aumentaría el riesgo de que tenga diarrea u otra enfermedad. La leche materna es la “primera inmunización” del bebé, no existen fórmulas alternativas para su protección.

La Conferencia Internacional de Nutrición del 1992 en Roma, definió que una de las principales estrategias para disminuir el hambre y la desnutrición es a través de fomentar la lactancia materna, concluyendo que una de las acciones para aumentar los índices de la lactancia materna en el mundo es la implementación del monitoreo del Código Internacional. Dicho Código, 25 años después, sigue siendo “la piedra angular” para las autoridades de salud pública en regular algunas normas básicas como:

• No anunciar sucedáneos de leche materna, biberones, ni tetinas
• No obsequiar muestras gratuitas a las madres
• No realizar promociones en los sistemas de salud, que incluye no ofrecer suministros de fórmula gratis o a bajo costo
• No permitir que se entreguen donaciones o muestras gratuitas a las/los trabajadoras/os de la salud
• No utilizar fotografías de bebés, ni palabras que idealicen la alimentación artificial en las etiquetas de los productos; la información provista a las / los trabajadoras/es de la salud debe ser científica y objetiva
• La información sobre alimentación artificial, incluyendo la que aparece en las etiquetas, deberá explicar los beneficios y superioridad de la lactancia materna y alertar sobre los peligros relacionados con la alimentación artificial

El demorar o restringir la toma de leche materna y sustituirlas con otros productos antes de los seis meses, continúa siendo la práctica común que aumenta el riesgo de infecciones, alergias, enfermedades de largo plazo y muerte.

UNICEF trabaja con aliados, gobiernos y comunidades para proteger y promover la lactancia natural, apoyando leyes nacionales relacionadas con la alimentación de los recién nacidos, mejorando la atención pre y posnatal y brindando recursos a las madres primerizas a nivel de las comunidades. Otra gran prioridad para UNICEF es apoyar la lactancia materna durante las situaciones de emergencia, cuando las malas prácticas alimentarias suelen contribuir a la mortalidad infantil.

Los beneficios de la lactancia materna son múltiples y de gran impacto sobre la salud pública. Algunos de ellos se manifiestan en el largo plazo, como la prevención de la obesidad, mientras que otros lo hacen a corto plazo por ejemplo, la reducción del riesgo y severidad de la diarrea.

Estos son algunos de los beneficios principales que aporta la lactancia materna:

“Lactancia Materna: Beneficios para toda la vida”.

Estos son algunos de los beneficios principales que aporta la lactancia materna:

• Reduce en un 80% el riesgo de hospitalización y muerte por diarrea.
• Reduce en un 50% el riesgo de hospitalización y muerte por enfermedades respiratorias.
• Reduce en un 63% el riesgo de padecer otitis media.
• Reduce en un 36% el riesgo de muerte súbita del lactante.
• Reduce entre el 12% y el 24% el riesgo de obesidad en la edad adulta.
• Reduce un 34% el riesgo de desarrollar diabetes Tipo II.
• Reduce un 54% el riesgo de padecer enfermedad celíaca.


Sábado, 22 de agosto de 2015