Una tienda de souvenires de la reina Isabel de Inglaterra se convirtió hoy en centro de una polémica por presunto racismo por vender muñecas con la cara negra.
La administración del negocio, ubicado en la residencia real de Sandringham, en el este de Inglaterra, retiró las muñecas y se disculpó. De ninguna manera se pretendía ofender, afirmó un portavoz de la residencia, que añadió que la tienda revisará “de inmediato” su política de ventas.
Las muñecas de tela, que se vendían a unos 14 dólares, se llamaban “Golliwog” (muñeco negrito), una palabra considerada por muchos como racista. Las muñecas son una copia de un dibujo de un libro infantil de finales del siglo XIX que fue un juguete muy popular hasta los años 60. Al crecer sin embargo la conciencia acerca de las concepciones racistas, las “Gollies” se volvieron políticamente incorrectas.
El Palacio de Buckingham subrayó que la reina no decide personalmente lo que se vende en sus tiendas. Hace pocas semanas su nieto Harry había causado una ola de indignación por llamar con el término despectivo “Paki” a un compeñero de armas paquistaní.
Viernes, 6 de febrero de 2009