Cristina Fernández de Kirchner agregó que no hay que caer en el "recurso gatopardista de cambiar algo para que nada cambie". Además, señaló que "Argentina fue un conejillo de indias en cuanto a experimentos de lo que se denominó el neoliberalismo y el consenso de Washington".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner consideró hoy en Madrid que Argentina fue un "conejillo de indias" de las recetas neoliberales y del Consenso de Washington.
"Argentina tiene experiencia de crisis y una necesidad de reformulación de los organismos multilaterales de crédito que no deviene de su participación en el G-20 sino de sus propia experiencia histórica. Argentina fue un conejillo de indias en cuanto a experimentos de lo que se denominó el neoliberalismo y el consenso de Washington".
Cristina aseguró que en América del Sur se dio un "cambio muy importante" con la llegada de gobiernos de carácter "progresistas" que hicieron que "hombres y mujeres se parezcan más a sus gobernados que en anteriores gestiones".
En un discurso en la Tribuna Iberoamericana de Casa América, la mandataria argentina dijo que estos gobiernos impulsaron un "crecimiento económico sin precedentes, que significó un aporte de tres cuartas partes del crecimiento de la economía mundial".
Luego afirmó que por estos motivos "vamos a ser globales en la medida que cada país esté representado en su identidad y su historia y pueda articular nuevos consensos".
La Presidenta dijo que las relaciones entre Argentina y España "nunca fue tan profunda como en esta etapa" y sostuvo que "creo que el gran desafío que tendremos Argentina y España como impulsores de la profundización de la relación es el de impulsar las reformas estructurales que hoy necesita el mundo".
La Presidenta sostuvo además que es necesario que "en encuentros como los del G-20 y en cualquier otro foro internacional, impulsar las reformas estructurales que hoy necesita el mundo y no caer en el recurso gatopardista de cambiar algo para que nada cambie".
La mandataria argentina dijo que "yo lo decía en la última reunión del G-20, que era imposible que con iguales métodos se puedan conseguir otros resultados y debemos trabajar para lograr los cambios estructurales que las sociedades necesitan".
Cristina insistió en la necesidad de reformular los organismos internacionales para introducir "reformas que demanda el mundo" y que "las reglas sean cumplidas por todos".
Al hablar en Casa América, Cristina señaló que "una de las cosas que hemos observado es que las resoluciones de las Naciones Unidas solo deben ser cumplidas por países que son pequeños y que no forman parte del Consejo de Seguridad, pero que si se forma parte de las grandes ligas las reglas se pueden violar en forma sistemática".
La jefa de Estado argentina dijo que "hoy el mundo ha dado signos evidentes de cambio" y "uno puede ver al cabo del tiempo que lo que veníamos sosteniendo desde hace años en que no podía subsistir un mundo donde la concentración económica financiera era cada vez mayor, y el capitalismo había roto su propia lógica".
"El gran desafío americano-español en esta cumbre que nos une históricamente una vez más" es "comprometernos a dar este debate que requerirá de parte de todos nosotros un grado de honestidad intelectual y de pensar a la política como un instrumento para mejorar la calidad de vida de la sociedad", dijo la presidenta en el marco de la gira presidencial que realiza por España.
Cristina insistió hoy en la necesidad de "cambiar las cosas" y aseguró que así lo demanda la sociedad que "cambia antes que sus dirigentes".
"Debemos insistir en las nuevas organizaciones en que tenemos que cambiar las cosas, y tengo esperanzas en poder hacerlo, por la historia propia de cada uno de nosotros, que aún en épocas difíciles nos hicimos escuchar, y lo hicimos en todos los foros y con políticas concretas que impulsamos en nuestro país", dijo la mandataria en la Tribuna Iberoamericana de Casa América.
Agregó que hoy existen "signos evidentes de cambios", con la llegada de un afroamericano a la presidencia del país más poderoso del mundo (Barack Obama) y la participación de las mujeres en lugares reservados para hombres, que revelan que la sociedad ha cambiado antes que sus dirigentes".
Por otra parte, Cristina sostuvo que "no hay argentino ni persona en el mundo que pueda dudar de la convicción del ex presidente Kirchner y de esta presidenta, de que sean juzgados quienes cometieron delitos contra los derechos humanos en Argentina".
Ante una pregunta de la prensa, tras su discurso en Casa América, Cristina puntualizó que "lo peor que podría pasar es crear argumentos legislativos para presentarse ante foros internacionales para alegar que se los saca de sus fueros naturales para ser juzgados por delitos de lesa humanidad".
"Se pretendía además que las pruebas de un juicio pudieran valer en otro juicio y con eso también caeríamos en otra violación clave del derecho internacional", dijo Cristina.
La Presidenta exhortó también a "hacer un gran ejercicio de racionalidad frente a la crisis para transformarla en la posibilidad de construir una realidad y un mundo diferente".
Al hablar en Casa América, la Presidenta rechazó la "xenofobia" y dijo que "a mí se me eriza la piel cuando ve que un extranjero puede ser culpable de lo que nos pasa porque tiene otro color, habla otro idioma", porque "ello ha derivado en tragedias muy duras de de la humanidad".
Cristina aseguró que "recién con el gobierno de Néstor Kirchner" se estableció la "anulación e inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final", que impedían que los represores sean juzgados y castigados.
Durante la rueda de preguntas, la mandataria argentina dijo que los proyectos de la oposición de que las pruebas en un juicio pudieran valer en otros, para agilizar los procesos, "son imposibles y llevarían a una violación del derecho al debido proceso y defensa", tal como coinciden juristas que fueron consultados por el gobierno y que "no provienen de su partido".
La Presidenta exhortó a "hacer un gran ejercicio de racionalidad frente a la crisis para transformarla en la posibilidad de construir una realidad y un mundo diferente".
La Presidenta rechazó la "xenofobia" y dijo que "a mí se me eriza la piel cuando ve que un extranjero puede ser culpable de lo que nos pasa porque tiene otro color, habla otro idioma", porque "ello ha derivado en tragedias muy duras de de la humanidad".
Martes, 10 de febrero de 2009