Córdoba (30-3-16): Los 6 puntos con que cerró la doble fecha de Eliminatoria y el cariño que recibió en Córdoba son las mejores noticias de un equipo que sigue en deuda futbolística. El balance de esta nueva dobe jornada de Eliminatorias es el más positivo de la era Martino, con 6 puntos que ponen a la Selección Argentina en carrera hacia el Mundial de Rusia 2018. El regreso de Lionel Messi, la enorme victoria en Chile del jueves y este triunfo sobre Bolivia, el primero de local, confirman la levantada del equipo y lo ubican en la tercerca posición.
La fiesta que significó la presencia albiceleste en Córdoba ratifica los beneficios anímicos de jugar en el interior del país. Pero ante todo ese panorama favorable, el elenco del Tata continúa en deuda futbolística.
La Selección ya puede poner la cabeza en la Copa América del Centenario, que disputará en junio en Estados Unidos, como paso previo a la reanudación de las Eliminatorias. Para cuando visite a Venezuela a fines de agosto, el camino hacia Rusia tendrá otro color.
Sin embargo, la sensación es que Argentina y Messi se llevaron de Córdoba más de lo que dieron. Se llevaron el cariño, el apoyo incondicional, los mimos constantes. Pero el 2-0 sobre Bolivia tuvo gusto a poco. Después de un primer tiempo a todo ritmo, el partido pedía una goleada. El equipo todavía se debe una actuación contundente. Pero en el complemento se fue diluyendo y perdiendo claridad. Ante un rival incapacitado de hacer el mínimo daño, no tuvo la grandeza de aplastarlo.
Messi jugó un gran partido y fue la figura de la cancha. Ratificó -por si hiciera falta- que no es lo mismo cuando no está. Pero este Messi que desparramó bolivianos entre la media cancha y el área rival todavía hace extrañar al que con la camiseta de Barcelona vence arqueros cada vez que se acerca al arco.
No es una simplificación del clásico lamento argentino, de aquella falacia de que "no es el mismo en su club que en la Selección". Y en gran parte tiene que ver con una restricción táctica más que con respuestas individuales. Pero no se puede soslayar el hecho de que los únicos goles oficiales de Leo en la era Martino han sido de penal (ante Paraguay en la Copa América y este jueves con Bolivia).
La ineficacia es la falencia primordial de este equipo. Desborda defensas, genera aproximaciones y crea situaciones, pero le cuesta definir. Apenas 6 goles en 6 fechas, demasiado bajo promedio para una nación de goleadores. Ni Agúero ni Higuaín, alternados por Martino esta doble jornada en la posición de centrodelantero. Ni Messi, salvo desde los 12 pasos.
Como puntos favorables cabe destacar la aparición de Gabriel Mercado, que coronó con goles sus dos muy buenos primeros partidos de Eliminatorias, y la solvencia de Javier Pinola en su regreso tras 9 años a la Selección. La tendencia parece estar revirtiéndose, y el equipo nacional vuelve a tener confianza en su última línea.
El desarrollo de la Copa América, más allá de presentar una nueva chance de terminar con los 23 años sin títulos, le ofrecerá a Martino la posibilidad de trabajar por un largo período con el equipo. Habrá que ver si la idea futbolística del Tata permite que la Selección explote de una vez, o termina limitándola.
Como si estas versiones últimas, ganadoras pero con sabor a poco, fueran lo mejor que puede dar. Y todo con lo que nos debemos conformar.
Miércoles, 30 de marzo de 2016