Santo Tomé (10-7-16): En el marco de los festejos por el Bicentenario de la Independencia Argentina, el intendente Giraud junto a integrantes de la última tripulación “Punta Alta”, veteranos de guerra y familia directa del excombatiente caído en el hundimiento del ARA General Belgrano, procedieron a la inauguración de un monumento y una placa en la plazoleta “Héroes de Malvinas”, ubicada en el corazón del barrio 90 viviendas.
El homenaje estuvo organizado por la Promoción 1977 de la Escuela 142 Dr. José Benjamín Zubiaur y la Comisión de Festejos Cívicos y Populares de la Municipalidad.
Para el acto, además de la madre del mártir santotomeño doña Narciza Villordo, vinieron desde Bahía Blanca Federico Cáceres, Juan Carlos Cáseres y Miguel Reyes; de Mar del Plata Segundo Valdéz y de Ituzaingó (Corrientes) Elvio Monzón.
Omar Villordo, hermano de Rubén Alberto Loreiro, recordó el último abrazo, la última vez que vio a su hermano, y agradeció a todos los presentes por el homenaje, en nombre de la familia.
Custodios eternos de nuestra soberanía
Seguidamente, don Segundo Valdez, suboficial principal retiro efectivo, veterano de Malvinas, fue el encargado de recordar que los caídos en total durante la Gesta de Malvinas fueron 649, de los cuales 323 corresponden al Crucero General Belgrano, entre los cuales se encuentra el santotomeño Loreiro.
“La epopeya del Crucero General Belgrano es sublime, porque está signada por su historia y por su gloria. El 16 de abril de 1935 comienza su construcción en un artillero ubicado en Nueva York. Tres años después, el 12 de febrero de 1938, fue bautizado con un nombre en homenaje a una ciudad del estado de Nueva York. Meses más tarde es asignado a la base naval de Pearl Harbor, en las costas del Pacífico. Y un periplo lo llevaría por las frías aguas del Atlántico Sur. Luego de un ataque en Pearl Harbor, del que sale ileso, deja de pertenecer a la Armada Americana”, recordaba Valdez.
“El 5 de diciembre de 1951 la Armada Argentina compra dos cruceros a la Armada Americana. Ese día hace su entrada a la que sería su base natural: la Base Naval de Puerto Belgrano bautizado con el nombre norteamericano, y cuatro años más tarde se modifica su nombre y queda definitivamente Crucero ARA General Belgrano”, reseñaba el veterano.
Afirmó que “diez mil marinos argentinos circulamos por toda su cubierta. El 2 de abril de 1982, cuando su comandante recibe la orden de que el Crucero General Belgrano debía participar en el conflicto por la recuperación de nuestras Islas Malvinas, el comandante nos informa que debíamos participar, y que todas las reparaciones -de mantenimiento preventivo y correctivo- que se estaban haciendo para poder después iniciar el ejercicio naval de ese año, fueron irrumpidos y se aceleraron todos los tiempos. Trabajamos las 24 horas en turnos de 8 horas cada uno, hasta llegar al momento de la zarpada”.
En otro tramo de su alocución señaló que “el día 16 de abril de 1982 el Crucero General Belgrano pone proa rumbo sur, cuando estamos cruzando la quinta boya del Canal del Toro escuchamos una información de Radio Colonia que decía que el Crucero General Belgrano había recibido dos impactos de torpedo. A los dos días una radio chilena decía que el Crucero General Belgrano se encontraba a la deriva, después de haber tenido dos impactos. El día 22 de abril arribamos a la ciudad de Ushuaia, donde nos aprovisionamos de víveres, combustible y municiones, ya con una tripulación completa de 1.093 hombres, entre los que se encontraban los dos hermanos Ávila, civiles ellos, a quien el comandante les dijo que no tenían ninguna obligación de participar del conflicto. Ellos le dijeron al comandante que se sentían miembros de la tripulación, y que jamás se bajarían. Lamentablemente los hermanos Ávila integran la lista de los 323 caídos”.
Y recalcó que “a 4200 metros de profundidad, a 78 kilómetros al sudeste de la Isla de los Estados, son custodios eternos de nuestra soberanía”.
Y ya entre lágrimas, Valdez expresó “señor Intendente Municipal, señores miembros del Honorable Concejo Deliberante, en nombre de los familiares, víctimas de la Nación, y el mío propio, quiero agradecerles profundamente que hayan permitido erigir este monumento que honra a nuestros compañeros”.
La invocación religiosa estuvo a cargo del prestbítero Héctor de Jesús Aguirre, la ofrenda floral a cargo de directivos de la Escuela 142, y se entregó un ramo de flores a doña Narciza Villordo, madre del héroe santotomeño, a cargo de la concejal Griselda Boutrón.
Reconocimiento
El intendente, a su turno, manifestó la emotividad del momento, e indicó que “también debemos ser honestos y sinceros. La verdad es que después de tantos años, en nombre mío y de todos los santotomeños, de alguna manera les pido disculpas por haber demorado tanto (para este homenaje). Pero también debemos reconocer a un grupo de santotomeños que fueron los que tuvieron la idea, tuvieron esas ganas de hacer algo por nuestra comunidad, y esos fueron los compañeros de Rubén, los compañeros de la Promoción 1977, donde también está un hermano de Rubén”.
“Tenemos el orgullo en decir que fuimos los primeros en reconocer a estos héroes que han dejado su vida en el Mar Argentino”, remarcó Giraud.
Estuvieron además en la inauguración la secretaria de Acción Social Stella Maris Uguet, los concejales Miguel Arismendi, Juan Marcos Marelli, José Augusto Suaid, Griselda Boutrón, Nélida Ríos, Carlos Balmaceda y Angelina Vega. También, el director de la Unidad Regional V comisario mayor Néstor Gales, y los jefes de la Comisaría I y II, integrantes de la Promoción 77, el veterano de guerra Daniel Rojas y el suboficial Miguel Etcheverría.
Domingo, 10 de julio de 2016