De frente en la juguetería, en general, se vislumbra un área (grande por cierto) de diversos objetos en los que predomina el color rosa y en el lado opuesto un gran espacio —de todos colores— con juguetes en general, muchos de los cuales son para varones.
Desde autos a instrumentos musicales, súper héroes o juegos de mesa. De modo casi automático los consumidores si necesitan un regalo para una niña avanzan al sector rosita, por el contrario si se trata de un varón se acercan a las otras ofertas. Las conductas automáticas en los comercios no condicen en general con los cambios de la realidad social a esta altura del siglo XXI.
Pareciera que a la hora de jugar o de estimular los juegos se continúan promoviendo estereotipos de géneros tradicionales. Así lo vislumbra el concejal socialista Pablo Colono y sus colaboradores que presentaron una iniciativa para realizar una campaña pública en contra de los juguetes sexistas y violentos.
Claro está que esa es sólo una parte, porque la irrupción de los videojuegos con sus múltiples aplicaciones, más aquellos que se ofrecen por Internet, merecen un capítulo aparte (ver opinión).
Si todavía quedan resabios que encasillan los juegos por género, y estimulan realidades ya superadas hay varios operativos en marcha para modificarlos. En Rosario, el tema fue abordado por Pablo Colono que presentó un proyecto de ordenanza en el que se encomienda a las áreas de Mujer y de Niñez del municipio, y a la comunidad toda, a participar de la "Campaña del juego y del juguete no sexista y no violento", para que se trate en el Palacio Vasallo, y se ponga en marcha.
El edil en sus considerandos argumenta que las "discriminaciones de género tienen su raíz en la reproducción de conductas sociales que pueden modificarse". Más aún hace eje en que a partir de la crisis socioeconómica que conlleva al alto índice de desempleo llegamos a la "inclusión imperiosa" de la mujer en el mundo laboral, en muchísimos casos como el único sostén económico de la familia.
Sin embargo, prosigue el concejal, esta realidad no "implicó una reestructuración profunda del hogar", y allí enumeró la distribución de las tareas y responsabilidades que no se comparten equitativamente con los miembros varones, con lo cual las amas de casa-madres y trabajadoras se ven sobrecargadas en sus tareas, lo que obviamente resta tiempo al descanso y al esparcimiento, en suma "tiempo de calidad de vida".
Responsabilidad de la familia
A partir del nuevo escenario social, Colono resalta "la crisis", de los estereotipos de familia y de los roles tradicionales en todos los niveles y considera "necesario" ofrecer a los niños y niñas todos los patrones culturales en pos de promover modelos de relación entre los géneros "más democráticos". Aunque se aclara que la campaña desecha cualquier intento de prohibir, imponer o forzar conductas sino promover mayor responsabilidad a la hora de pensar en lo que damos a nuestros hijos y familiares.
"En rigor, también se hace hincapié en el espacio lúdico, en la posibilidad de que los chicos vuelvan a jugar en espacios abiertos, y a compartir. Además no hay que olvidarse de que hoy las mujeres juegan al fútbol o boxean entre otros deportes que tradicionalmente fueron masculinos", explicó María Elena Giménez, asesora del concejal.
De esta forma y si el Concejo lo aprueba, Rosario se sumaría a la campaña impulsada a través de la lista virtual de la Red Informativa de las Mujeres de Argentina (Rimaweb), por la diputada de Buenos Aires, Diana Maffía, a la que se han sumando cientos de organizaciones no gubernamentales.
También entre los objetivos del proyecto figura la concientización sobre el consumo responsable de juguetes teniendo en cuenta el medioambiente ; que tanto adultos como niños/niñas sepan qué significa el consumismo, más la violencia que muchos juegos ofrecen. Desde allí, promover aquellos que estimulen la convivencia, la paz, la solidaridad y el respeto a los demás; valorizar el juego por sobre el juguete, la creatividad y el tiempo compartido.
En función del resguardo del medio ambiente se llama a no consumir objetos que utilicen pilas, excesos de envoltorios y materiales tóxicos, y a valorar aquellas procedencias de piezas hechas a mano y comercio solidario, entre otros. Cambios que en algunos sectores ya comenzaron.
En tanto, los hacedores del proyecto recordaron que la Comunidad Europea en su declaración de los derechos del niño incluye un apartado para los juguetes.
Según este texto allí se toman desde los problemas de seguridad como los tamaños de los objetos de acuerdo a la edad de los niños que los manipulan, hasta la toxicidad de los materiales.
Además de la procedencia de los mismos, la norma da indicaciones de acuerdo a la madurez de los niños y hace un especial alerta frente a aquellos juegos o juguetes que inciten a la violencia o que remitan a patrones sexistas.
Lunes, 2 de marzo de 2009