Brasilia (29-8-16): La presidenta suspendida contesta preguntas ante los 81 senadores que podrían destituirla; organismos internacionales subrayan que se trata de un golpe "blando" y una estocada final contra la dirigente del PT.



La presidenta constitucional de Brasil, Dilma Rousseff, asiste al Senado para defenderse a sí misma del llamado impeachment (juicio político) en su contra, y para proteger la democracia. Durante su discurso de 30 minutos, prorrogable por 30 más, Rousseff destacará que se debe respetar la democracia y la voluntad del pueblo brasileño reflejado en las urnas, además de mencionar la "injusticia de ser condenada incluso siendo inocente"; informó Telesur.

Dilma Rousseff sin medias tintas señaló que de concretarse el golpe de Estado, se va a "agravar la crisis brasileña" y realizó un repaso por su carrera política al señalar que: “En la lucha contra la dictadura recibí en mi cuerpo las marcas de la tortura, sufrí la prisión por muchos años. Vi a mis compañeros ser violentados e incluso asesinados” pero que sin embargo continuó "luchando por la democracia”.

“Luche por una sociedad sin pobreza, ni excluidos. Me siento orgullosa de eso. Quién cree lucha”, afirmó ante el Senado y agregó: “A mis casi 70 años de edad, después de ser madre, de ser abuela, no va a ser ahora que abdique de mis principios”.

Además aseguró: “No esperen que me quede callada como los cobardes que en el pasado con las armas y hoy con la retórica pretenden atacar la democracia” y subrayó: “Yo no estoy luchando por mi mandato, por vanidad o apego al poder como aquellos que no tienen carácter ni principios"; enfatizando "Yo lucho por la democracia, la verdad y la justicia. Lucho por mi pueblo y su bienestar”.

Y en cuanto al juicio político que se le está llevando a cabo aclaró que las supuestas pruebas en su contra "son meros pretextos que tienen base en una frágil retórica jurídica” y que lo que buscan es "hacer viable un golpe a la Constitución" que tendrá como resultado "la elección indirecta de un gobierno usurpador".

“Lo que pretende el gobierno interino es cambiar el programa para el que fui electa", denunció Rousseff y criticó que no se respete la decisión popular de las urnas que la llevó al poder y aseguró que "la amenaza más grande" del ´impeachment´ es que se van a "congelar por 20 años" los gastos de salud, educación y beneficios sociales.

“Todos saben que no me he enriquecido en el ejercicio de los cargos públicos. Que no hice desvíos de dineros públicos. No tengo cuentas en el exterior. Siempre he actuado con absoluta probidad”, subrayó Rousseff e insistió: “Voy a ser juzgada por crímenes que no cometí” y aclaró: “Me quieren acusar por firmar decretos que no implicaron, como se probó, gastos ni en un centavo más de lo previsto”.

“Estamos a un paso de la consumación de una gran ruptura inconstitucional. A un paso de concretar un verdadero golpe de Estado”, declaró la presidenta suspendida.

Lunes, 29 de agosto de 2016