(8-11-16): Justo el día en que el país de Norteamérica elige a su presidente, muchos legisladores argentinos boicotearon con su ausencia los planteos de los especialistas que iban a advertir sobre la fácil vulnerabilidad del sistema que quiere imponer el Gobierno. Mientras tanto, los problemas con las máquinas para sufragar en casi todo el territorio estadounidense encienden la alarma sobre la confiabilidad de este sistema.
En Estados Unidos, los medios y las redes sociales no cesan de hacerse eco sobre la cantidad de situaciones problemáticas con el sistema de voto electrónico, que incluso obligó a recurrir al papel a último momento a 52 mil personas en el estado de Utah, según confirmó el Director de la Elección en ese distrito, Mark Thomas. Algo similar ocurre en el estado de Washington, donde 28 mil personas ya entregaron su papeleta ante las dificultades técnicas.
Distinto fue el caso del condado de Lebanon, en Pensilvania, donde se registraron varios casos de máquinas que sumaron votos para Hillary, cuando los electores habían tocado en la pantalla por Trump, como si se tratara de la divertida escena de Los Simpsons, pero en la realidad.
Mientras tanto en Buenos Aires, la especialista en la materia Beatriz Busaniche -que había sido convocada para participar del debate en el Senado, pero que sorpresivamente de la noche a la mañana se enteró que se cancelaba la reunión por el viaje de los legisladores a Estados unidos- tomó la voz en las redes sociales para reivindicar el peligro al que nos enfrentaremos los argentinos si se aprueba el sistema similar al estadounidense.
"El PEN afirma que el sistema es más transparente. Nada puede estar más alejado de la realidad. De hecho, el control ciudadano del sistema es la primera víctima fatal de la incorporación de tecnologías en la votación", puntualiza en su columna publicada por Télam, para rematar que "el proceso electoral debe ser comprendido por cualquier persona sin necesidad de una formación técnica especializada". Y esta lógica se desprende de los errores cometidos por países como Alemania, cuyo Supremo Tribunal Constitucional determinó ese principio como insoslayable, en 2009.
"Existiendo una mediación tecnológica entre el votante y la expresión de su voluntad, es imposible afirmar que el voto será íntegro, secreto y universal y transparente para todos los ciudadanos", concluye la titular de la fundación Vía Libre, dedicada a "trabajar políticamente en el área de nuevas tecnologías, y así defender los derechos ciudadanos en entornos mediados por tecnologías de información y comunicación".
Busaniche además advierte una gran diferencia entre la votación electrónica estadounidense y la que impulsan desde el oficialismo: en norteamérica está contemplada la boleta de papel como ´plan B´, sin embargo, el proyecto defendido por El secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, se niega a que la boleta de papel continúe.
"Gobiernos provinciales; partidos políticos; jueces y secretarios electorales; académicos; constitucionalistas y organizaciones de la sociedad civil. Todos ellos brindaron sus opiniones sobre el tema y con gran satisfacción encontramos consenso respecto a la necesidad de reemplazar el actual instrumento de votación", se puede leer en la mentirosa columna de Pérez para Télam.
Martes, 8 de noviembre de 2016