Con un imparable Daniel Montenegro, Independiente se impuso esta noche por 2 a 0 en el clásico ante un sombrío Boca, en el estadio de Huracán, por la quinta fecha del torneo Clausura de fútbol.

El "Rolfi" Montenegro convirtió el primer gol con un tremendo disparo que se clavó al lado de un palo, tras meterle un "caño" a Fabián Vargas, a los 10 minutos del complemento, y el segundo con un tiro penal, a los 33.

El "xeneize" sufrió dos expulsiones, la de Pablo Mouche a los 24 minutos del primer tiempo, por doble amonestación, y Sebastián Battaglia a los 42 del complemento, por roja directa.

El equipo de Avellaneda llegaba a este choque con su director técnico, Miguel Santoro, muy complicado, pero este alentador resultado le dará seguramente oxígeno para lo que viene.

Independiente cortó una larga racha negra ante Boca, ya que no le ganaba desde el 19 de septiembre de 2004.

Por su parte, Boca sigue mostrando una llamativa irregularidad, pasando de grandes actuaciones, como la realizada en San Cristobal por la Copa, a partidos como el de hoy, en el que prácticamente no generó situaciones de gol.

En el principio del juego Boca era más ambicioso, manejando el balón por intermedio de Leandro Gracián, sumado a la movilidad de Mouche y la peligrosidad de Martín Palermo.

A los 12 minutos estuvo cerca Nicolás Gaitán, tras realizar una pared con Palermo y recibir un pase de taco del "Titán", pero el remate final del volante salió desviado.

Boca atacaba sobre todo por el sector izquierdo, donde Mouche le generaba muchos inconvenientes a Ángel Puertas, quien no atinaba a parar al rápido delantero.

Por eso la tempranera expulsión del zurdo atacante fue determinante en lo sucesivo, ya que Palermo quedó muy aislado en ataque y el local se animó a emparejar el pleito.

De a poco, Lucas Pusineri y Federico Mancuello empezaron a ganar la mitad de la cancha, cediendo la pelota limpia a Montenegro, quien manejaba los hilos de su equipo.

El complemento siguió en el mismo tono y fue precisamente el "Rolfi" el encargado de abrir el marcador con un verdadero golazo: tremendo túnel a Vargas en la mitad de la cancha, corrida larga y derechazo que se clavó cerca del ángulo izquierdo.

Carlos Ischia apeló al banco para tratar de revertir la situación, pero los relevos no parecieron ser atinados.

Juan Román Riquelme ingresó en el inicio del complemento en reemplazo de Gracián, uno de los mejores del primer tiempo, mientras que más tarde saltaron a la cancha Lucas Viatri y Luciano Figueroa.

El "xeneize" jugaba con tres centrodelanteros y un enganche, por lo que no tenía jugadores para desbordar y abastecer a los "grandotes" que esperaban en el área.

Independiente esperaba cerca de Fabián Assmann a un inexpresivo Boca y tenía la opción de contragolpear ante un rival que daba ventajas en su última línea.

En una de esas contras, Mancuello la tiró larga ante la salida de Abbondanzieri, hubo un choque entre ambos jugadores y el árbitro interpretó que el arquero cometió penal.

Montenegro se hizo cargo de la ejecución y con un sutil toque sobre el palo derecho, engañó al arquero y empezó a definir la historia en Parque Patricios.

De allí al final, Boca solo tuvo una ocasión de descontar, cuando Figueroa enfrentó a Assmann, pero sacó con un remate débil, despejado por la defensa local.

La expulsión de Battaglia en el final, con una patada muy dura desde atrás a Montenegro, sirvió para resumir el estado de ánimo de un equipo que no está acostumbrado a pasar estas penas.


Lunes, 9 de marzo de 2009