El cortejo fúnebre llegó al cementerio donde serán depositados sus restos. Miles de personas siguieron la lenta marcha del vehículo militar desde el Palacio Legislativo. La familia agradeció el cariño de la gente. Referentes políticos dieron discursos de despedida y se ofició una misa en su honor.
Una multitud despide los restos del ex presidente Raúl Alfonsín en el cementerio de la Recoleta. En una emotiva ceremonia, al paso del vehículo militar que trasladó el cuerpo del íder radical por la avenida Callao, miles de personas arrojaron claveles y rosas sobre el féretro cubierto por la bandera nacional. Sobre el cajón oscuro, se luce el bastón de mando.
Una caravana liderada por su hijo Ricardo y por Leopoldo Moreau y militantes radicales dirigió el paso lento del cortejo, presenciado y arengado desde los balcones y puertas de los comercios porteños.
Los seguidores invadieron Callao para acompañar la columna. La enorme caravana es custodiada por móviles policiales y ambulancia, mientras los granaderos a caballos llevaban la vanguardia.
Atrás, a paso de hombre se abre entre la multitud el jeep del Ejército que lo traslada. Los cánticos radicales y los aplausos compiten intermitentemente con las sirenas de los patrulleros. “Raúl querido, el pueblo está contigo”, fue el más entonado por los que logran alzar la voz, entre sollozos y congoja.
Es que no sólo se movilizaron los militantes de la UCR para despedir al ya mítico líder. Integrantes de distintos partidos y otro tanto sin afiliación política se mezcló entre las tradicionales banderas rojiblancas para caminar desde el Congreso hasta el cementerio de la Recoleta, donde permanecerán los restos de Alfonsín.
Con miles de personas que siguieron el cortejo desde el centro, el amor hacia Alfonsín se transformó en caos cuando el féretro ingresó al cementerio y nadie quiso quedarse afuera del último adiós. “Están aquí para expresar el afecto y el cariño, (pero) dejen mover para ingresar el féretro”, rogó Ricardo, el más parecidos de los seis hijos que tuvo el líder radical.
La calma volvió rápidamente y la primera columna logró enfilarse por los grises pasillos. Acompañados por los granaderos, el titular de la UCR, Gerardo Morales, y los dirigentes Leopoldo Moreau, Federico Storani, Enrique Nosiglia, entre otros, se sumaron a los integrantes de la familia y se concentraron frente a la bóveda de los Caídos de la Revolución del Parque en 1890, donde el cuerpo del ex jefe de Estado permanecerá al lado del de Yrigoyen, Illia y Alem.
“Jamás renuncio a la idead de convocar, de persuadir, o lo hacíamos todos juntos o no seria posible. Con Alfonsín, recuperamos el lugar honroso en la historia de la Argentina”, remarcó Nosiglia desde el improvisado que se aromó para dedicarle las últimas palabras.
También dijo presente el ex mandatario uruguayo, Julio María Sanguinetti, quien rescató “sus ganas de luchar, su voluntad” y recordó que “un estadista como Raúl no muere; es la vanguardia de la ola (democratizadora) que llegó y se afirmó en la historia de nuestra región”.
Detrás queda dibujada una larguísima columna, que sobrepasó la capacidad del cementerio y que llegó a ocupar cientos de metros por fuera de la calle Junín.
La larga jornada de despedida del caudillo radical había empezado temprano frente al Congreso de la Nación. Minutos antes de las 10 se cerró el acceso al público al Palacio Legislativo, en el que desde este miércoles se llevó a cabo el velatorio de los restos del líder radical. Más de 60 mil personas fueron a despedirlo, en un promedio de 40 por minuto.
Dentro del Congreso sólo permanecieron los familiares de Alfonsín junto a su círculo más íntimo. Junto a ellos diferentes personalidades de la política argentina, como el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el ex gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz; el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner; el ex presidente Fernando De la Rúa y el senador nacional José Pampuro, entre otros.
A las 11:25 comenzó la ceremonia de despedida, con las palabras del ex vicepresidente radical desde 1983 a 1989, Víctor Martínez. Lo siguieron los discursos de homenaje del senador radical Ernesto Sanz; el presidente de la UCR, Gerardo Morales; el ex presidente de Brasil, José Sarney; y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner. El cierre del acto estuvo a cargo del discurso del vicepresidente de la Nación, Julio César Cobos.
La misa de cuerpo presente en homenaje al ex mandatario comenzó cerca de las 13.40 en la explanada de ingreso al Palacio Legislativo sobre la avenida Entre Ríos. Fue oficiada por el primo hermano del ex mandatario, el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Enrique Ghía, y monseñor Justo Laguna, obispo emérito.
Alfonsín murió este martes a las 20.30, rodeado de sus familiares en su casa de Recoleta. Desde hacía un año padecía un cáncer de pulmón. Una severa neumonía complicó su cuadro durante el fin de semana y precipitó su final. Tenía 82 años.
Jueves, 2 de abril de 2009