Novo Hamburgo (11-1-18): Habrían sido engañadas con la ilusión de dar un paseo en Brasil. Investigadores de ese país tendrían la certeza de que los mutilados se dedicaban a la pesca o al ganado. Quien habría secuestrado o intercambiado a los niños por un camión robado es el prófugo argentino. Las investigaciones por el caso de descuartizamiento de dos hermanitos en un ritual satánico en tierras brasileñas, llevaron a la declaración de un testigo clave quien aseguró que los pequeños salieron de Corrientes.
“Para quienes no tenían qué comer, el anuncio era un paraíso” fue unas de las frases que utilizó. “Fueron con la ilusión de dar un paseo por Brasil, con mucha comida y diversión” habría manifestado según lo informó el portal Jornal NH de Novo Hamburgo, el cual también consignó el posible itinerario por el cual pudieron atravesar las víctimas desde su captura hasta su sacrificio.
Es que los investigadores brasileños parecen tener la certidumbre de que los hermanos, un niño de entre 8 y 9 años y una niña de entre 10 y 12, son oriundos de Corrientes, donde fueron secuestrados o intercambiados por Jorge Adrián Alves, el hombre de nacionalidad argentina que aparece en el listado de implicados y que aún permanece en condición de prófugo.
Jornal NH consignó que el mismo testigo clave indicó que las víctimas provienen de un “lugar de Corrientes donde los nativos trabajan por 5, 10 o 15 reales por día, principalmente en actividades vinculadas a la pesca en el río Paraná o a la crianza de ganado”.
Sobre esas declaraciones se basan los investigadores brasileños para tener como pista firme a nuestra provincia. El portal del vecino país señaló que los niños fueron engañados con el pretexto de dar un paseo en Brasil, tras lo cual fueron llevados hasta Novo Hamburgo, donde los esclavizaron al menos un día antes de ser transportados a Gravataí, otro municipio del estado de Río Grande Do Sul, ubicado a pocos kilómetros de Porto Alegre.
En contrapartida a estas revelaciones, el punto sobre el cual aún no se puede tener información cierta refiere a cuándo se habría llevado a cabo el traslado de los niños. Por eso, desde el país carioca se trazaron como estrategia revisar los pasos fronterizos que Alves pudo haber utilizado en el último año y medio.
Sobre Alves pesa una orden de prisión preventiva por 30 días a cumplimentarse desde el momento en el que sea capturado, pero desde diciembre no hay pistas sobre su paradero. Se sabe que el hombre vivió hasta principios de enero en el barrio Lomba Grande de Novo Hamburgo, donde en septiembre fueron hallados los cuerpos descuartizados y que aparentemente trabajaba para dos de los empresarios inmobiliarios que pagaron 25.000 reales para realizar el ritual satánico en el templo de Silvio “El Brujo” Fernandes Rodrígues, detenido desde diciembre.
Sin pedidos formales
Frente a este panorama, desde el consulado argentino en Porto Alegre se mostraron cautos y expresaron que “todavía no hay ningún pedido formal para iniciar una investigación en Argentina o librar pedido de captura para el sospechoso”.
En tanto desde la Policía de Corrientes como de Misiones indicaron que tomaron conocimiento del caso a través de los medios de comunicación y no habían recibido ningún pedido formal para colaborar en la investigación, a pesar del constante contacto que mantienen las unidades de la zona costera al río Uruguay con sus pares del vecino país.
El hecho
El caso comenzó a ser investigado el 4 de septiembre, cuando vecinos del barrio Lomba Grande de Novo Hamburgo encontraron restos humanos dentro de bolsas y cajas de cartón arrojadas en un matorral. La Policía revisó el perímetro y terminó dando con otro cadáver.
Los uniformados tejieron como primera hipótesis un crimen mafioso o un ajuste narco, pero los días pasaron y todo cambió. Nadie reclamó por los niños asesinados y eso llamó la atención de los pesquisas.
Posteriormente se llegó a la pista del templo satánico y recién en diciembre se detuvo al “Brujo”, a dos de sus seguidores y al hijo de uno de ellos.
En la investigación hay tres sujetos que permanecen prófugos, entre ellos el argentino.
Se cree que los niños fueron decapitados por medio de torniquetes y que durante el ritual los asistentes incluso practicaron canibalismo con las víctimas.
Cronología de la historia de terror
El encuentro de dos cadáveres descuartizados en Novo Hamburgo, en septiembre del año pasado, fue sólo el comienzo de una historia con varios capítulos.
El 4 de septiembre de 2017: dos cuerpos fueron encontrados desmembrados dentro de bolsas plásticas y cajas de cartón en el barrio Lomba Grande.
Los restos mortales estaban al borde de una carretera, cerca de un matorral. La Brigada Militar fue hasta el lugar. Las cabezas no fueron halladas.
El 7 de septiembre de 2017: con la información del Instituto General de Pericias (IGP), la policía descubre que los restos eran de dos niños, un varón de entre 8 y 9 años, y una niña de entre 10 y 12 años.
El 28 de septiembre de 2017: el resultado del examen de ADN en los cuerpos reveló que las víctimas eran hermanos, hijos de la misma mujer, pero de padres diferentes.
4 de octubre de 2017: la policía supone que la madre de los dos niños asesinados también estaría muerta.
La sospecha se funda en el hecho de que ningún familiar informó de la falta de los menores.
En esa etapa investigativa los investigadores ya sospechaban que el crimen podrían tener relación con un ritual de magia, debido a la presencia de alcohol en uno de los cuerpos.
El 27 de diciembre de 2017: Se arrestó al líder de un templo satánico y a dos de sus seguidores en un sitio de la región metropolitana de Porto Alegre.
El 3 de enero de 2018: la policía civil divulgó la detención de las tres personas y detalles del caso que investigan, aunque sin mayores detalles porque aún continúa la búsqueda de los cráneos de las víctimas.
El 8 de enero de 2018: pidieron habeas corpus para “el brujo”. La defensa de Sílvio Rodrigues Fernandes, de 44 años, solicitó un habeas corpus y que la prisión sea convertida a preventiva. Situación que aún no fue definida.
La abogada Denise Dal Molin Pellizzoni alega más de un motivo para pedir la libertad de su cliente. Entre ellos, un supuesto “abuso religioso” del delegado Moacir Fermino, antes incluso de las declaraciones polémicas a la prensa citando “revelación divina”.
En el expediente, ella también reclama que los abogados de la defensa no tuvieron acceso a los autos de la investigación.
La Policía Civil sostiene que posee evidencia pericial y testigos, y que la creencia del delegado no perjudicó la investigación. El juez que determinó la detención preventiva también elogió el escrutado policial, diciendo que hay pruebas concretas.
Fuente: Diario Epoca
Jueves, 11 de enero de 2018