El presidente brasileño, Lula da Silva, aseguró que "los países emergentes están en mejores condiciones que los países desarrollados" para salir de la crisis aunque aclaró que "nosotros no vamos a poder salir si ellos no salen también". El jueves próximo se entrevistará en Buenos Aires con Cristina Fernández de Kirchner.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que "no puedo imaginar a Brasil y la Argentina separados" y dijo respecto a los efectos de la crisis financiera internacional que "países como China, India, Brasil, Sudáfrica y la Argentina tienen más oportunidades para salir de la crisis, siempre y cuando hagamos las cosas correctamente".
En una entrevista al diario La Nación, Lula dijo que "llegó el momento de hacer inversiones, crear empleos y generar una mejor distribución del ingreso, y es un momento excepcional para tomar decisiones políticas".
Para Lula "los países emergentes están en mejores condiciones que los países desarrollados" para salir de la crisis aunque aclaró que "nosotros no vamos a poder salir si ellos no salen también".
"Si se para la crisis China va a vender y a comprar un poco más, y lo mismo va ocurrir con la Argentina y con Brasil", relató.
Lula, quien el jueves próximo se entrevistará en Buenos Aires con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, indicó que "quiero construir consensos con la Argentina".
Opinó que "cualquier persona puede tener sus diferencias con (Néstor) Kirchner pero la verdad es que, después de muchos años, la Argentina volvió a ser un país, volvió a crecer, a generar empleos y a ser más respetado".
"Puede gustar o no, pero el dato concreto es ése y Kirchner fue el principio de una nueva era para la Argentina, que tiene su continuidad con Cristina, y mi orgullo es que, después de que deje el gobierno, tendremos otro paradigma de gobernabilidad en este país".
En cuanto a la relación con la Argentina "jamás tuvimos un momento tan excepcional", remarcó Lula, y añadió que "rompimos muchas barreras, muchos prejuicios contra Brasil y contra la Argentina, tanto en el campo de la diplomacia como en el político".
"No puedo imaginar a Brasil y la Argentina separados; son las dos economías más grandes de Sudamérica, lo que nos lleva a ser los países más desarrollados tecnológicamente", reseñó Lula, y agregó que la Argentina "está haciendo un gran esfuerzo para reestructurar su industria y Brasil no tiene que competir, sino ayudar".
"Brasil no puede ver a la Argentina como adversario, ni la Argentina lo puede ver a Brasil como tal sino que tenemos que vernos como aliados", completó.
El mandatario brasileño, que según dos encuestas tiene una imagen positiva en su país de entre el 70 y el 84 por ciento, expresó que "pasé 20 años de mi vida haciendo campaña contra el Fondo Monetario Internacional y hoy le estamos prestando dinero".
"Cuando tuvo lugar la reunión de Londres del G20 me di cuenta de que las certezas que existían en los últimos 20 años simplemente desaparecieron", manifestó Lula, y agregó que "nadie más piensa que el Estado no sirve para nada y nadie más piensa que el mercado puede solucionar todos los problemas".
"La gente se está dando cuenta de que los defensores de la tesis del ’Dios mercado’ están debilitados con la crisis del subprime, crisis que después se transformó en lo que estamos viviendo ahora y que sólo se puede comparar con la del ’29", completó.
Contó que en la reunión del G20 "llegué pensando que iba a ser una reunión más, pero nos dimos cuenta de que las personas estaban dispuestas a facilitar el flujo de créditos para el comercio, a garantizar que el FMI tuviera más dinero para ayudar a los países más pobres sin imponer condiciones y que el Banco Mundial contribuyera con fondos para ayudar a los países en desarrollo, a controlar el sistema financiero y los paraísos fiscales".
"Además, por primera vez, la palabra "empleo" aparece muchísimas veces en el documento resultante", añadió Lula, y si bien advirtió que "una forma distinta de hacer política económica y monetaria no va ocurrir de la noche a la mañana, hay indicios de que todos quieren eso".
En ese sentido expresó que "antes las crisis se producían sólo en los países emergentes y todos los demás tenían la solución, pero ahora el mundo desarrollado, que tenía tantas certezas, no las tiene más".
"Si actuamos con prudencia, con mucha madurez, podremos construir un nuevo orden económico, con una mayor inclusión social, con más respeto por las cuestiones climáticas y con más justicia social", refirió Lula, y sostuvo que "la etapa de los técnicos se ha terminado y ahora llegó el momento de la política".
Para Lula, el FMI "puede ser democratizado si el conjunto de los países que son parte de él tienen la posibilidad real de tomar decisiones con igualdad de responsabilidades", y bregó por "un Fondo donde uno pone más dinero porque tiene más pero, a la hora de decidir, tiene que ser una decisión colectiva, teniendo en consideración lo que es mejor para todos".
"No queremos que exista una delegación del FMI para chequear las cuentas de la Argentina, de Brasil o de Venezuela", sino que "tomamos un préstamo, tenemos un plazo para pagar y respetamos las tasas de interés, pero sin más misiones que nos vengan a decir que tenemos que hacer ajustes fiscales".
Rescató al Mercosur al señalar que "cuando Kirchner, Nicanor Duarte, Tabaré Vázquez y yo asumimos el Mercosur estaba arruinado y se está consolidando, y mucho".
En ese sentido sostuvo que Brasil y la Argentina "ya pueden hacer sus intercambios comerciales en sus propias monedas, y queremos que eso ocurra en todo el Mercosur y también en Sudamérica", y en ese marco señaló que "no lo veo a Chávez como presidente de Venezuela, no la veo a Cristina como presidenta de la Argentina sino que veo un grupo de compañeros que ejercen una función importante".
Domingo, 19 de abril de 2009