“Los 42 casos de dengue con los que cerramos el 2007 fueron seguidos de cerca este año por personal especializado de Salud Pública para alejar toda mínima posibilidad de una nueva infestación en los pacientes y evitar así la manifestación grave de la enfermedad”, explicó el titular de la cartera, Adolfo Schneider, al ser consultado hoy sobre dengue hemorrágico durante su visita a la localidad de Ituzaingó.
“Corrientes no registra casos de dengue hemorrágico, pero de todos modos dispusimos todas las medidas preventivas y de seguridad para quienes padecieron el mal durante el 2007 de modo que no padezcan nuevamente el dengue ya que esta vez podría tratarse de su forma más radical”, agregó.
La subdirectora de Epidemiología, Angelina Bobadilla, se entrevistó personalmente con cada paciente y asistió a sus hogares para seguir de cerca su estado de salud y concienciarlos acerca de la importancia de evitar por todos los medios una nueva picadura del mosquito.
“Ellos permanecen aislados con repelente y otras medidas domiciliarias, que de ninguna manera resienten sus actividades de rutina y tampoco significan ningún riesgo para sus vecinos”, aclaró el ministro Schneider.
Si bien el auditorio presentaba niveles de conocimiento muy variados respecto de este tema de interés sanitario, las explicaciones del funcionario se caracterizaron por ser claras y sencillas, como cuando expuso que “lo primero que tenemos que tener en cuenta es que hay que evitar la picadura del mosquito, porque es el que transmite la enfermedad de una persona a otra, y para eso tenemos repelentes e insecticidas como opciones viables”.
“Este cuidado parte de cada uno y debe adoptarse con seriedad porque nos permite estar protegidos en cualquier lugar, por más que abunde la basura o los índices vectoriales de donde estemos sean altos”, agregó en el mismo sentido.
“Lo segundo, pero no menos importante, es el descacharrizado, para lo que tenemos que asumir que el mosquito que transmite dengue tiene hábitos domiciliarios, está en nuestras casas, en nuestros patios, en todos aquellos lugares en donde se acumule el agua por más de tres días, dentro o fuera del domicilio”, explicó Schneider.
Asimismo, agregó que “con el descacharrizado eliminamos todos los objetos que puedan servir para el desarrollo de los huevos y larvas del Aedes aegypti, acción que debemos reforzar después de cada lluvia, cuando el agua acumulada y el calor pueden favorecer la reproducción del mosquito”.
Las explicaciones del ministro se dieron ante un vasto auditorio reunido desde media mañana de hoy en el edificio de Cultura de la municipalidad de Ituzaingó, en donde se dispensó información epidemiológica y estadística sobre la enfermedad a efectivos de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Policía, personal municipal, concejales y autoridades comunales.
En la mesa de autoridades, el ministro Schneider estuvo acompañado por el intendente Manuel Valdéz; el director general de Promoción y Protección de la Salud, Aníbal Alegre; el director de Programas, Juan Antonio Pascual; la directora de Comercio de la municipalidad, Rita Mártir de Chéntola; el director del hospital “Dr. Ricardo Billingurst”, Javier Tamburini y la subdirectora de Epidemiología de Salud Pública, Angelina Bobadilla.
Otro tramo de las disertaciones fue aclaratorio respecto de la utilidad de la fumigación en las localidades correntinas desde donde se solicita de manera permanente este recurso a las autoridades sanitarias.
“Para hablar de fumigación por dengue debemos discriminar la situación en dos grupos: el de las localidades que tienen casos y las que no”, dijo Schneider, al tiempo que explicó que “en donde se confirman casos la fumigación espacial y focal es útil porque así se mata a los mosquitos adultos que pueden picar al afectado y trasmitir la enfermedad a otros”.
“Pero en donde no se registran casos el recurso es prácticamente desperdiciado porque no hay circulación viral y se torna más importante evitar la ocurrencia de casos con acciones de descacharrizado y de ordenamiento ambiental para impedir que huevos y larvas del mosquito se desarrollen”, explicó.
“Para ambos casos, tenemos que asumir que donde no hay mosquitos no hay dengue, y eso se logra estando atentos a todas las acumulaciones de agua que puedan servirle al mosquito para crecer en nuestras casas, porque el dengue no se expandiría si no tuviera mosquitos que lo transmitan”, comentó el ministro.
La serie de disertaciones sobre dengue de la que fueron parte los representantes del ministerio de Salud Pública se extendió hasta pasado el mediodía, tras lo cual el equipo se dirigió al hospital de Ituzaingó, en donde se realizó otra capacitación, a cargo de técnicos de la dirección de Educación para la Salud, dirigida a personal sanitario de la red pública local.
Jueves, 23 de abril de 2009