La presidenta Cristina Fernández recibió ayer a sus pares de Bolivia, Evo Morales, y de Paraguay, Fernando Lugo, a quienes les entregó la Memoria Final de la demarcación del límite internacional entre sus países.
Así, concluyó formalmente el conflicto fronterizo que mantenían desde la Guerra del Chaco, hace 74 años. La presidenta dijo que el conflicto bélico "tuvo olor a petróleo" y celebró "la unidad latinoamericana".
"La unidad latinoamericana, el Unasur, el no enfrentamiento y la resolución democrática de los conflictos, nos hacen ver la necesidad de profundizar los lazos de unidad", sostuvo la presidenta, y añadió que "esta es la clausura definitiva de aquella etapa de enfrentamientos sin sentido que llevaron agua a los molinos de los otros que no estaban en América del Sur".
Recordó que "esa fue una guerra con olor a petróleo, como tantas guerras", ya que intervino quien luego sería embajador de Estados Unidos en la Argentina —Spruille Braden—, representante de la petrolera norteamericana Standard Oil y que "fue el ariete más importante de lo que constituyó la campaña en contra del entonces coronel Perón". Y remarcó: "Como verán, en América del Sur, nada es casual".
Entre 1927 y 1928, técnicos de la Standard Oil of New Jersey descubrieron petróleo en la zona occidental del Chaco, en las estribaciones de los Andes, y comenzó a sospecharse que los yacimientos se extendían hacia el este, ya en territorio paraguayo, donde los derechos de exploración eran propiedad de la Royal Dutch-Shell, anglo-holandesa. Si bien los más de 100 mil muertos los pusieron Bolivia y Paraguay, en rigor la pelea era entre las dos petroleras, y más en el fondo entre Estados Unidos y Gran Bretaña. En ese marco, fue notorio el apoyo a Paraguay del gobierno argentino del general Agustín P. Justo, afín a los intereses británicos. No obstante, el canciller de ese mismo Ejecutivo, Carlos Saavedra Lamas, fue figura clave para el fin de las hostilidades.
Momento histórico. Evo Morales señaló que se estaba viviendo un "momento histórico", y agregó que "el intervencionismo y el militarismo no son soluciones". Aseguró que el acuerdo firmado demuestra que "es posible un mundo sin guerras", y enfatizó que el conflicto por el Chaco Boreal no fue un enfrentamiento "de los pueblos".
A su vez, Fernando Lugo destacó la unidad de los pueblos y la importancia de la cooperación y la paz. Celebró el fin de la disputa histórica entre su país y Bolivia que provocó "tan injusta guerra". Subrayó que "la idea de la paz como quehacer, como tarea colectiva, es la que Paraguay y Bolivia han asumido", y que "estos límites responden, ante todo, al espíritu de pacificación y de confraternidad".
En tanto, Cristina dijo que "vivimos una etapa inédita, la constitución del Unasur, pero además la mayoría de los mandatarios que hoy representamos a nuestros pueblos nos inscribimos en el campo de los movimientos sociales, nacionales y populares que dejaron la doctrina de los ’90 y el Consenso de Washington". En ese marco, felicitó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien fue reelecto el domingo en su cargo. "Sin dudas habrá quienes quieran volver al viejo orden" pero "la historia, el peso de la realidad, ha vuelto a poner cosas en su lugar y nos demuestra que es impensable construir América latina sin la presencia de los Estados", remarcó.
Asistieron al acto los cancilleres de Argentina, Jorge Taiana; Bolivia, David Choquehuanca; y Paraguay, Alejandro Hamed Franco; y el embajador de Estados Unidos en el país, Earl Wayne.
Martes, 28 de abril de 2009