Corrientes (25-11-18): La Procuración de la Narcocriminalidad (ProcuNar) pidió la investigación del Juez Federal de Corrientes Carlos Soto Dávila por el supuesto cobro de sobornos para beneficiar a narcotraficantes. Un efectivo de la Gendarmería Nacional habría sido el nexo entre supuestos integrantes de una organización narco con un juez, a quien se le pudo haber abonado “coimas” para mejorar la situación procesal de investigados en operaciones criminales. Este efectivo, además, habría intervenido en forma directa en operaciones en las que incautaron estupefacientes, pero llamativamente no hubo detenidos


El uniformado investigado es el subalférez José Daniel Borjas, apodado “Joselín” y quien, según una investigación del Ministerio Público Fiscal Federal, sería “el guardaespaldas de (Carlos Vicente) Soto Dávila”, titular del Juzgado Federal Nº 1 de Corrientes.

El dato surge de una solicitud de investigación de la Procuración de la Narcocriminalidad en el marco de la causa 9.886/2018 que se tramita en la Secretaría Nº 23 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 12, cuyo titular es el juez porteño Sergio Torres. En ella se interceptó una serie de comunicaciones, “las cuales echarán luz respecto del rol que Borjas desempeñaría en las maniobras ilícitas en estudio, aprovechando el aparente vínculo laboral que lo uniría con un magistrado”.

Situación procesal
Las sospechas de connivencia surgen a partir de una conversación que había mantenido uno de los supuestos líderes narcos de Itatí, Federico Sebastián Marín, con su suegra. En esta charla debaten sobre la situación procesal de Lourdes Alegre, pareja de Marín, quien estaba privada de la libertad por estar sospechada de intervenir en actividades relacionadas con el narcotráfico. Este diálogo fue en octubre de 2016, “ambos interlocutores hacen expresa referencia a Joselín, quien se desempeñaría como custodio del Juez (Carlos) Soto Dávila, y con quien estarían haciendo tratativas para conseguir mejorar la situación de Lourdes Alegre”, indica el escrito. Según la investigación, tras un mes de aquel diálogo -en septiembre de 2016-, Federico Sebastián Marín le informó a su pareja, Lourdes Alegre, “que había conversado con Joselín, el guardaespaldas”, en un intento por mejorar la situación procesal de esta última. Desde el punto de vista de los investigadores del Ministerio Público, “esto evidencia no sólo una cotidianeidad en el trato o en esa especial clase de tratativas, sino además deja al descubierto que ésa no era la primera vez en que se intentaba llegar al juez de tal forma”. Para la Procuración de la Narcocriminalidad “se evidenciaron múltiples negociaciones entre los abogados y los líderes narcocriminales, con intervención directa de los familiares de los detenidos, sin que ninguno de todos los participantes pusiera en tela de juicio, o siquiera planteara la duda, respecto del consentimiento de los funcionarios judiciales en el marco de las transacciones ilícitas”.

VÍnculos de amistad
Otro que habría tenido vínculos con el juez sería el ex intendente de Empedrado Juan Manuel Faraone, actualmente detenido bajo sospecha de haber colaborado activamente en el tráfico de marihuana organizado por Federico Sebastián Marín. También se lo investiga por supuestamente haber adquirido automóviles que habrían sido utilizados para el tráfico de estupefacientes y de ser propietario -junto a su hija- de una firma forestal que es investigada por posibles delitos financieros. Esto surge de la declaración de testigo de identidad reservada, contenido también en el pedido de investigación de la Procunar. En esta solicitud de averiguaciones se indica que “Juan Manuel Faraone es amigo íntimo de Marín y de Soto Dávila”. En el contexto de esta causa, en la que está involucrado el ex intendente de Empedrado, su hija, Agustina Faraone, y su ex yerno José Daniel Borjas, fue incorporado un testimonio en el que un arrepentido asegura: “En el marco de la organización de la que formé parte, hubo contacto con funcionarios políticos y judiciales para obtener determinados beneficios”. El declarante aportó así detalles del entramado de protección detrás del tráfico sistemático y masivo de marihuana paraguaya a través de la provincia de Corrientes. Sostuvo que conoció al ex jefe comunal de Empedrado a través de un tercero “que vendía cocaína al menudeo en Laguna Seca”. Aseguró entonces que “le vendía cocaína a Faraone para las fiestas que este organizaba en su yate de Paso de la Patria, a las que asistían importantes funcionarios judiciales”.
Norte de Corrientes

Domingo, 25 de noviembre de 2018