Los católicos devotos de la capital mexicana, sin poder ir a los templos que fueron cerrados por la epidemia de gripe porcina, ahora asisten a misa por televisión.
En tanto, los candidatos al Congreso arrancaron sus campañas políticas con discursos en tiempo real en la Internet. Una revista prometió dar visitas al verdadero México a través de la Internet, del tipo de visitar museos y pirámides, también cerrados por la emergencia sanitaria.
Incluso bandas de rock están programando conciertos en línea.
La gripe porcina está generando un México virtual.
Ante la suspensión de clases en todos los niveles y en todo el país, y ante la prohibición de algunos padres que impiden a sus hijos organizar fiestas, los adolescentes mexicanos están pasando mucho más tiempo en las redes sociales como Facebook, Twitter, en el Messenger y pasan largos períodos bajando música y videos de la Internet.
Lo mismo ocurre con adultos jóvenes, sobre todo ahora que la mayoría de las empresas, restaurantes, cafeterías y oficinas gubernamentales de la capital mexicana fueron cerradas e viernes durante un lapso de cinco días.
Un par de bandas de rock están tratando de atraer a sus aficionados encerrados, al anunciar para el martes un concierto virtual.
Los grupos, identificados como Los Estrambóticos, de la capital mexicana y el grupo Pastilla, un grupo latino de Estados Unidos, tocarán desde un estudio y será trasmitido en vivo. Al menos ellos buscarán atraerse aficionados mientras dure la prohibición a la celebración de conciertos.
“La entrada es libre y puedes venir sin el tapabocas y sin el temor de pescarte enfermedades”, indicaron las bandas en sus anuncios promocionales en la Internet.
El problema, sin embargo, es que incluso los adolescentes están comenzando a aburrirse de esta vida virtual.
“Estoy como harta”, indicó Bibiana Pérez, de 16 años, una estudiante de secundaria de 16 años cuya rutina diaria en estas épocas de emergencia es conversar a través del portal de Facebook con sus amitos, ver películas por la tarde y más conversaciones a través del Facebook por las noches.
“He comenzado a cocinar y hago cosas que normalmente no hago. Nunca había horneado pastelillos de chocolate y esta vez los hice. Intenté hacer lasaña, pero no me salió muy bien”, agregó.
Para Alex Pradillo de 17 años, este encierro lo está sacando de sus casillas. Sus entrenamientos de rugby que normalmente duran dos horas fueron cancelados. Intentó invitar a algunos amigos a su casa, pero sus padres se lo prohibieron, así que pasa de seis a ocho horas al día bajando música de la Internet o conversando a través de mensajería instantánea con amigos.
“Definitivamente es aburrido. Es tedios estar sentado aquí todo el día y la computadora me está hartando”, agregó.
Sin embargo, el tedio y el aburrimiento no han sido lo suficientemente fuertes para sacar a los habitantes de esta metrópolis de 22 millones de habitantes a salir a las calles, 10 días después de que se declaró la emergencia sanitaria por una epidemia de influenza que ha matado a al menos 22 personas y ha enfermado a más de 560 en el país, gran parte de estos casos en la capital mexicana.
Lunes, 4 de mayo de 2009