Mientras están frescas las denuncias por paternidad al ex Obispo Lugo, el juicio por abuso de menores al Padre Grassi está en el final, el Vaticano gasta miles de millones de dólares en juicios a curas pedófilos, el Instituto Escolar del Seminario Arquidiocesano de Paraná, expulsó a un adolescente que llevó un preservativo al colegio por considerar que su conducta fue “inmoral”.
LO EXPULSAN DE UN COLEGIO POR TENER UN PRESERVATIVO
Vade retro, forros
Un instituto católico de Paraná consideró "inmoral" la conducta de un alumno, de 15 años, que tenía buenas notas y buen comportamiento. Opinión.
09:51 |
09.05.2009
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El profesor lo miró. El alumno cerró la mano y escondió la cajita. Pero el docente igual la descubrió en su bolsillo: tenía un preservativo. Ocurrió en el instituto escolar que funciona dentro del Seminario Arquidiocesano de Paraná, que expulsó al adolescente –de nombre Emanuel, 15 años, alumno del 9º año– por considerar que su conducta fue “inmoral”. Roxana Cogno, la madre del chico, dijo que las autoridades del colegio le dieron una semana para que lo “mude” de escuela. Los directores del instituto le advirtieron “que no cabía ninguna elasticidad en la medida”: las amonestaciones no eran suficientes por el desliz. El Arzobispado de Entre Ríos aseguró que “no lo echamos”, sólo que no cumplió con “el código de convivencia que rige en la escuela”.
El caso desató la polémica por las contradicciones que deja al descubierto. En la Argentina, donde el 76% de la población es católica, el 92% de las personas está de acuerdo con la educación sexual en las escuelas (según reveló una encuesta realizada durante 2008 por el CEIL-PIETTE –un departamento de investigación dentro del Conicet–. Una vez que se hubo conocido la noticia, la representante del INADI en Paraná, Cristina Ponce, aseguró que la situación es “muy contradictoria”, porque mientras “desde el Estado nacional y provincial se encaran campañas para preservar la salud sexual de los chicos y se los instruye para evitar embarazos no queridos o enfermedades como el sida, por otro lado aparecen este tipo de decisiones por parte de un establecimiento escolar”. Ponce prometió una investigación sobre el tema.
El colegio donde hasta hace dos semanas cursaba Emanuel depende del Arzobispado de Paraná y, aunque se trata de una escuela privada, recibe los aportes del Estado provincial, el mismo que invierte en campañas por la salud sexual de los adolescentes. Se llama Instituto Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora del Cenáculo” y está ubicado en la zona de El Brete, en el acceso a la avenida Circunvalación, en Paraná.
“Mi marido y yo le hablamos claro sobre educación sexual, sabiendo que es un buen pibe –dijo la mamá del adolescente en declaraciones a los medios–. Le planteamos las realidades de la vida tal cual son.
"Soy consciente de que lo tengo que acompañar con una buena educación sexual en su despertar y lamentablemente existen otras personas que me quieren convencer de que es un inmoral o un monstruo no digno de seguir compartiendo un aula. Ahora tengo en casa a un muchacho que se pregunta traumatizado sobre su inexistente conducta inmoral”. Según la versión de la mujer, todo comenzó cuando un compañero de su hijo le pasó un preservativo. “Cuando le exigieron que mostrara qué tenía, exhibió la cajita en la que suelen vender los profilácticos en cualquier kiosco y tenía uno en su interior. Mi hijo lo agarró por curioso, pero, como lo vieron a él, lo sancionaron. No me interesa realmente que el otro pibe se lo haya pasado, lo más lamentable es que en todo momento, mientras me daban plazo de una semana para reubicarlo en otra escuela, lo tildaron de inmoral”.
El vocero del Arzobispado de Paraná, el padre Ignacio Patat, insistió en que el caso de Emanuel “no es una expulsión, no se puede sacar a ningún chico de ninguna comunidad educativa por una ley que rige en la provincia”. El portavoz del arzobispo Mario Luis Bautista Maulión agregó que “se trató de un acuerdo entre la comunidad educativa y los padres del muchacho para que buscaran otra institución porque el chico no reúne el perfil del alumno ni los requisitos del Código de Convivencia que toda institución de esta índole pide”.
Consultado sobre si los colegios religiosos enseñan la Ley de Educación Sexual, obligatoria para todas las escuelas, el vocero del Arzobispado señaló: “Esa ley lo promueve (por el preservativo) y la Iglesia justamente estuvo en la formación y la confección de esa norma junto al Estado. Otra cosa diferente es que un chico lleve un preservativo a la escuela. Eso no es educación para el amor, nosotros formamos a la persona en toda la sexualidad y ahora se confunde sexualidad con genitalidad”.
El Consejo General de Educación de Entre Ríos aun no dio un dictamen sobre el caso, aunque la directora de Educación de Gestión Privada de ese consejo, Patricia Todoni, le dijo a Crítica de la Argentina que pidió una reunión con las autoridades del colegio. Será el próximo lunes. “No puedo adelantar ninguna respuesta por el momento, porque tenemos que informarnos acerca de cómo era la conducta del chico dentro de la escuela y si tuvo otros incidentes; sin embargo, al enterarnos por los medios, inmediatamente dimos una respuesta, reclamando un informe detallado y por escrito a las autoridades de la escuela para saber exactamente qué fue lo que ocurrió”.
El 95% sabe cómo cuidarse y no lo hace. Cuando crecen, cuando son jóvenes pero ya no son adolescentes, cuando la palabra de los padres es leída y entendida sin cara de hartazgo, los chicos y las chicas usan preservativos. Pero antes, durante la adolescencia, no. A esta conclusión brutal arribó un grupo de especialistas del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) después de realizar una encuesta cualitativa entre 50 individuos entre 12 y 19 años (todos escolarizados y habitantes de la Ciudad de Buenos Aires). Con previa autorización firmada por sus padres, estos chicos respondieron –durante una entrevista “uno a uno” en cámara Gesell– sobre su punto de vista sobre temas de anticoncepción. El resultado fue sorprendente.
“El 95% de los chicos está al tanto de que existen métodos anticonceptivos, pero no se cuida –advierte Alicia Figueroa, ginecóloga, asesora del Celsam y una de las encargadas de esta encuesta–. A su vez, son los roles de género y los preconceptos estereotipados sobre lo que significa ‘tener’ o ‘usar’ un método anticonceptivo lo que está imposibilitando que se cuiden”. En la encuesta, una de las preguntas clave era: “Si estás en un baile, abrís la billetera y se te ve un preservativo, ¿qué piensa el otro de vos?”. En el caso de las mujeres, la respuesta mayoritaria fue “que soy rápida”. En el de los varones, “que voy a tener sexo”. “De todas formas –aclara Figueroa– los varones decían que los compraban de a uno porque si tenían muchos podían pensar que sólo les interesaba el placer sexual. O sea que los adolescentes tienen la cabeza de nuestras abuelas. Creen que cuidarse es malo”.
La encuesta arroja otros datos igual de reveladores:
* Para los jóvenes, la mujer ideal es “tranquila”, “no dice que sí en la primera vez”, “debe decir que sí después de ser novia”, “se cuida pero NO lleva preservativos”, y “espera que el hombre la cuide (esto es: que lleve y use preservativo).
* Todos creen que es el hombre quien debe llevar los preservativos (y además debe comprarlos, elegir el ‘modelo’, e iniciar su vida sexual antes que la mujer).
* En algunos colegios sólo se les explica el uso de preservativos a los varones.
* Frente a la pregunta: “¿En qué casos no usás preservativo?”, las mujeres respondieron: “Si lo conozco (al varón) por ahí no uso”; “si sé que no tiene HIV, o con todas las que lo hizo se cuidó”; “si él acaba afuera”. En cuanto a los hombres, contestaron: “Cuando no tengo a mano”; “cuando quiero probar cómo se siente”; “si me paso de alcohol y algo más”; o “cuando me molesta incorporarlo al juego sexual”.
Sábado, 9 de mayo de 2009