Por Zapukay
La reciente aprobación por parte del Concejo Deliberante de la Declaración de adherirse a la iniciativa del proyecto de Ley de “Cupo Generacional”, puso nuevamente sobre el tapete el hecho de que estas iniciativas de exigencia de un mínimo de representación en las listas es o no una decisión discriminatoria.
Desde que se impusiera el cupo femenino en un 33% siempre se hablo si la medida no era discriminatoria hacia la mujer, ya que induce de forma automática a que tenga solo un lugar en tres, cuando en realidad bien podría ocupar mas de un lugar, situación esta que dista mucho de ser corriente; ahora lo mismo sucederá con la intención de exigir que ciudadanos menores de 40 años figuren 1 entre cada cinco, nuevamente se supone que podría ser una medida discriminatoria hacia esos jóvenes, ya que bien podrían ocupar mas lugares.
Estas medidas perecerían ser mas tomadas para forzar una situación que realmente se podría dar en forma normal si el requisito fuera la idoneidad. Las mujeres como los jóvenes tienen los derechos como cualquier ciudadano para participar en listas de candidatos, una ley no los hará mas eficientes en el cumplimiento de su labor, por el contrario se puede llegar a que por obligación se ponga a una dama en el tercer lugar de una lista y a un joven en el quinto, cuando por capacidad podrían ser primeros, y eso es lo que habitualmente sucede.
La integración de los jóvenes a la política debe ser mediante el compromiso militante en cada agrupación partidaria y no por una imposición. Llama la atención la poca participación de los jóvenes en la política y se debe justamente al descreimiento en la misma y a los pobres ejemplos que la clase dirigente puede mostrar, espejo en el cual nadie quiere verse.
Y se vuelve siempre al principio nada se habla sobre la idoneidad, la capacidad, el hecho de ser una persona política, se buscan candidatos que tengan buena presencia, que sean buenas personas, que sean si es posible profesionales, pero en ningún momento se privilegia la capacidad política de las personas, mujeres, hombres o jóvenes, para hacer política solo basta saber de política, y para entender la política hay que aprenderla, hay que militar, hay que estar en contacto con la gente para saber cuales son sus problemas y cuales las soluciones que pretenden.
Se escuchó que una de las argumentaciones, muy pobre por cierto, para la aprobación de este proyecto era que los jóvenes no sirven solamente para pintar paredes o pegar carteles, pero también es cierto que no se puede buscar entrar por una ventana sin saber ni siquiera pegar un cartel y mucho menos sin tener conocimiento político.
A la política se la siente, el político nace, y lamentablemente por entender la política solamente como un empleo temporario que da lucros, relaciones y privilegios, hoy es esa clase la que ostenta el mayor índice de descreimiento y por lo tanto la falta de compromiso por parte de la juventud, con una Ley no se va a revertir esta situación, sino con ejemplos, con buenos ejemplos de que el político es una persona que usa el poder que se le confiere mediante el voto para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y no para mejorar la suya.
Seguramente dentro de poco tendremos algún proyecto para incluir a las minorías sexuales, a las religiosas o vaya uno a saber a quien más, pero el problema seguirá siendo el mismo, la falta de idoneidad y compromiso ciudadano para desempeñar el cargo.
Viernes, 11 de julio de 2008