En una decisión que intensifica las tensiones entre Corea del Norte y EEUU, el máximo tribunal norcoreano declaró culpables a dos periodistas estadounidenses y las sentenció a 12 años de trabajos forzados por ingresar a su territorio, según informó ayer la agencia noticiosa estatal de Pyongyang.
El presidente Barack Obama se mostró “profundamente preocupado” por la decisión del tribunal, que juzgaba el caso de las periodistas desde el jueves y las consideró culpables de traspaso ilegal de la frontera a través de China hace dos meses y medio.
Euna Lee, de origen coreano, y su colega Laura Ling, de ascendencia china, estaban detenidas desde el 17 de marzo. Las reporteras realizaban una investigación sobre refugiados norcoreanos para la emisora de internet Current TV, cofundada por el ex vicepresidente estadounidense Al Gore. Los detalles del arresto por los guardias fronterizos permanecen sin aclarar.
Peor de lo previsto. Los analistas habían vaticinado una sentencia probable de hasta diez años de trabajos forzados, por lo que la condena finalmente impuesta fue más dura de lo previsto.
Los prisioneros condenados a trabajos forzados en Corea del Norte suelen ser obligados a realizar duras tareas en granjas, minas, fábricas o lugares de construcción, según explicó un desertor a la agencia surcoreana Yonhap. El juicio, que duró cinco días, también fue inusualmente largo para los estándares norcoreanos, sin que haya posibilidad de apelación.
La organización Reporteros sin Fronteras pidió a las autoridades norcoreanas que dejen en libertad a las periodistas. “En caso de que las dos periodistas de televisión cometieran el error de acercarse demasiado a la frontera norcoreana, lo hicieron sólo con fines periodísticos y no por motivos políticos o de espionaje”, alegó la organización.
“Cargos infundados”. El gobierno estadounidense se mostró “profundamente preocupado” por la condena de las periodistas. “Estamos utilizando todos los canales disponibles para lograr su puesta en libertad”, dijo ayer el portavoz de Exteriores Ian Kelly.
La secretaria de Estado Hillary Clinton consideró que los cargos están infundados. “Creemos que los cargos contra estas jóvenes carecen de todo mérito o fundamento”, dijo el domingo.
Clinton envió una carta a Corea del Norte disculpándose por el comportamiento de las periodistas al cruzar la frontera. “Claramente no queremos que ello influya en las cuestiones políticas que tenemos con Corea del Norte o las preocupaciones que estamos expresando en el Consejo de Seguridad de la ONU. Es un asunto aparte. Se trata de una cuestión humanitaria”, escribió.
Según palabras de Clinton, Washington está considerando volver a poner al país en la lista negra de Estados que apoyan el terrorismo. También considera la posibilidad de autorizar a la comunidad internacional, mediante una resolución de la ONU, a impedir el transporte atómico norcoreano al extranjero por aire o mar.
El conflicto nuclear. Analistas políticos especulan con que el régimen de Pyongyang quiera utilizar a las detenidas para lograr concesiones en potenciales negociaciones con EEUU.
El mes pasado Norcorea realizó su segunda prueba nuclear y varios ensayos de lanzamiento de misiles, por lo que recibió la condena internacional. Washington, que no tiene relaciones diplomáticas formales con Pyongyang, está debatiendo con el resto de los miembros del Consejo de Seguridad posibles sanciones al país comunista por su prueba nuclear del 25 de mayo.
Martes, 9 de junio de 2009