El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, acusó hoy a la comunidad de Estados occidentales de fracasar al intentar solucionar conflictos internacionales.
“Irak sigue estando ocupado, el problema palestino irresuelto y la situación en Afganistán empeora”, dijo el controvertido político, citado por la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti, durante una visita a Rusia para participar en una reunión cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).
Ni Estados Unidos ni sus aliados están en situación de solucionar esas crisis, criticó Ahmadineyad al margen de la cumbre de la OCS, que se celebra en la localidad rusa de Yekaterinburgo, en los Urales.
El presidente iraní acudió a la cumbre pese a las protestas en su país contra los resultados de las elecciones presidenciales del pasado viernes. El domingo, Ahmadineyad había sido proclamado vencedor de los comicios, tachados de fraudulentos por la oposición encabezada por el candidato reformista Mir Hussein Mussavi.
Ahmadineyad, cuyo viaje a Rusia estaba originalmente programado para el lunes, se reunió también con su homólogo ruso, Dmitri Medvedev. Ambos hablaron de ampliar la cooperación de sus países, sobre todo en los campos económico y humanitario, dijo la portavoz de Medvedev, Natalia Timakova.
La televisión rusa mostró imágenes en las que se veía al mandatario ruso saludando a su invitado con un apretón de manos.
Anteriormente, el Kremlin había informado que la apretada agenda de Medvedev no le permitiría reunirse con Ahmadineyad.
La OCS fue fundada en 2001 por Rusia y China con el objetivo de incrementar la influencia de las dos potencias en la región. Los demás miembros son las repúblicas centroasiáticas de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
A la cumbre en Yekaterinburgo, de dos días de duración, asisten también el presidente chino, Hu Jintao, y delegaciones de alto nivel de la India, Pakistán y Mongolia, que tienen el estatus de observadores de la organización.
Irán pretende convertirse en miembro de pleno derecho de la OSC, pero esta solicitud ha sido rechazada por Moscú y Pekín.
Las relaciones entre Rusia e Irán han sido tradicionalmente estrechas, pero no exentas de fricciones.
El Kremlin insiste en defender una solución diplomática a la disputa internacional sobre el programa nuclear de Irán y los supuestos planes de la república islámica para fabricar armas atómicas.
Empresas rusas están implicadas en la construcción de la primera central nuclear iraní, en la ciudad de Bushehr, cuyo puesto en funcionamiento está previsto para 2010. Sin embargo, Moscú se ha negado hasta ahora a vender sistemas de defensa aérea a Irán.
Martes, 16 de junio de 2009