La Presidenta aún debe aceptar las decisiones de ambos funcionarios. El polémico secretario de Transporte, Ricardo Jaime, presentó hace instantes su renuncia a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Los mismo hizo el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por lo que abundan los portazos en el Gobierno luego de la derrota electoral en las elecciones legislativas.
Jaime y Moreno siguen así los pasos de la ministra de Salud, Graciela Ocaña. De aceptar sus renuncias, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner debería hacer más cambios en su Gabinete, algo que ella había negado el pasado lunes cuando, en conferencia de prensa, descartó más salidas de su cuerpo de funcionarios.
Esta mañana, el vicepresidente Julio Cobos había instado a la Presidenta a realizar un recambio en el Gabinete. "Los fusibles son los ministros y es una buena oportunidad de renovarse", expresó el mendocino.
Quien también había pedido dimisiones, en particular la de Jaime, fue el electo diputado Fernando Pino Solanas, quien ayer solicitó la renuncia de Julio De Vido, Guillermo Moreno y Ricardo Jaime.
Funcionario "multidenunciado". Desde hace algunas semanas, Jaime estaba otra vez en el centro de la polémica debido a una denuncia por su vuelos privados en un lujoso jet con patente norteamerica y por aceptar pasajes de empresas a las que su suponía debía auditar como las de los hermanos Cirigliano dueños, entre otros, de Trenes de Buenos Aires (TBA), compañía que recibe subsidios millonarios del Estado.
Un menemista k. Jaime fue siempre mirado con desconfianza por Cristina que veía en el cierto menemismo residual debido a su ostentoso modo de vida.
El cordobés viaja cada fin de semana a su amplia casa en el country Cuatro Hojas, en esa provincia, donde según el testimonio de sus vecinos, tiene perfil bajo, algo que pierde cuando los fines de semana sale a pasear por las calles del barrio en su moto BMW con casco y vestido de negro. Es que el funcionario k es un amante de las Harley Davidson.
En la Capital, su vida es distinta; la de todo un "bon vivant". Ama vestir trajes de confección, corbatas de colores estridentes, y accesorios de oro (ver foto).
Le fascinan los zapatos, las motos, las lapiceras y los relojes de colección. Otro dato sobre su personalidad: en su oficina siempre prefiere emplear a mujeres atractivas.
Miércoles, 1 de julio de 2009