En muchos establecimientos correntinos la diferenciación de lanas aún se realiza “a ojo” separando los animales por características fácilmente observables como peso, color, largo de la lana, entre otras. Organismos como el Inta, proponen revertir fallas en este sistema.
Con el fin de dar valor agregado a la lana correntina, entidades agropecuarias como el Inta, buscan aportar tecnología para una mejor clasificación del producto, que en muchos establecimientos se realiza desde hace décadas “a ojo” separando los animales por características fácilmente observables como peso, color, largo de la lana, entre otras. La clara tendencia del mercado en cuanto a una mayor revalorización de las lanas finas (el parámetro principal por el que se fija el precio y un mejor posicionamiento, genera la necesidad de identificar y reproducir aquellos individuos que aporten calidad genética a las majadas.
La problemática de la selección visual del vellón con el fin de seleccionar animales más finos, quedó manifiesto al realizar las tareas de clasificación de lanas de ovejas y borregas del establecimiento La Macedonia, en Mercedes, en el cual se realizó una experiencia sobre 115 animales seleccionados, con el objetivo de determinar el grado de acierto en la clasificación y se comparó la finura determinada en forma subjetiva por un cabañero de reconocida trayectoria, con las mediciones objetivas con instrumentos construidos para tal fin.
Se demostró que el ojo del seleccionador, no está entrenado para clasificar lanas finas. En cambio el clasificador está preparado para determinar otras características como valor, color, largo, suavidad, densidad, etc.
Estos resultados marcan la importancia de contar con medidas objetivas en los planes de mejoramiento genético, y explicaría el estancamiento que sufren algunas cabañas que no cuentan con programas de mejoras con registros y medidas objetivas con el aporte de equipos.
En la actualidad, el sistema de comercialización de la lana constituye un mecanismo de bonificación otorgándoles premios a aquellos productores que incorporan tecnologías para mejorar la calidad.
La aparición de instrumentos como el analizador óptico de fibra (OFDA) se caracteriza por ser el único portátil para la medición de finura y otros parámetros de gran importancia al momento de decidir el destino de la lana. De esta forma se pueden medir directamente mechas enteras de lana sucia tanto en laboratorio como en el campo, con rapidez (25 segundos por muestra) y obtener un perfil de finura a lo largo de la mecha.
La incorporación de esta tecnología en establecimientos de la región permitió revertir las fallas en la toma de decisiones que trae aparejado las mediciones tradicionales, unificando los criterios de selección por finura, con mediciones objetivas.
Lana correntina de la buena
La cría ovina en Corrientes, orientada sobre todo a la producción de lana y en menor medida a la carne, es realizada en explotaciones agropecuarias mixtas (vacuno - ovino) localizadas mayormente en la región centro sur de la provincia (Mercedes, Curuzú Cuatiá, Sauce). Desde hace algunas décadas la finalidad principal de la cría de ovejas es la obtención de lanas cruzas fina y mediana (en un rango de diámetro de 25 a 32 micras), con rindes de lavado superiores al 75%. Estas lanas se clasifican según la comercialización, en lana vellón entero (12 meses de crecimiento), media lana (de 6 meses) y por último, lana de cordero.
Las esquilas se realizan en dos momentos del año; una llamada esquila preparto o de invierno, la otra tradicional o de primavera - verano. Estas lanas cosechadas se clasifican y embalan en bolsones litoraleños o correntinos de 90 a 100 kilogramos siendo luego comercializadas a acopiadores y a los sistemas cooperativos. En ambos, el parámetro más importante al momento de fijar el precio de las cargas, es la finura de la lana.
Los inicios
La selección de las majadas con el aporte de tecnología en la provincia, comienza a tener un fuerte impulso en la década del 60 movilizado por profesionales del Inta. Para ello se utilizó el método que consistía en el uso de balanza para obtener el peso corporal y del vellón, a su vez los caracteres de calidad como color largo, tacto entre otros y sobre todo la finura subjetiva en el lomo del animal esta fue la base del mejoramiento de las majadas de la mesopotamia.
La premisa para una selección eficiente es conocer con exactitud el valor real de un animal para cada característica.
Actualmente, la fuerte tendencia a producir lanas finas por parte de los criadores abre nuevos desafíos en la selección de reproductores, representado serias diferencias entre las mediciones subjetivas obtenidas a campo desde hace tiempo, con las objetivas de laboratorio.
Viernes, 10 de julio de 2009