(13-3-21): Este13 de marzo se cumplen 8 años del Pontificado de Francisco. El papa argentino, Jorge Bergoglio ha ido gobernando la Iglesia Católica con la aplicación de los cuatro principios que forman la columna vertebral de su programa y que, como él los definió, «orientan específicamente el desarrollo de la convivencia social y la construcción de un pueblo donde las diferencias se armonicen en un proyecto común».
Según el propio Papa, la aplicación de estos cuatro principios (El tiempo es superior al espacio; La unidad prevalece sobre el conflicto; La realidad es más importante que la idea; El todo es superior a la parte), «puede ser un genuino camino hacia la paz dentro de cada nación y en el mundo entero».
8 años del Pontificado de Francisco: 4 principios
Sobre el principio bergogliano de «El tiempo es superior al espacio», el escritor británico y biógrafo del Papa Austen Ivereigh dijo a Télam que, para Jorge Bergoglio, «la paciencia significa no tanto la capacidad de esperar sin quejarse sino la capacidad de un líder de actuar dentro de los límites, es decir, ser realista».
Según Ivereigh, con quien el Papa escribió a fines de 2020 el libro Soñemos juntos, «su actitud ante la reforma de la Curia ha sido de ir adelante con mucho empeño en muchas frentes simultáneamente, pero con paciencia».
Bergoglio, planteó Ivereigh, «entiende con la reforma necesita un cambio de estructura, de cultura y de personal simultánea pero gradual». «No sirve para nada cambiar las personas si la cultura queda igual; y para cambiar la cultura se necesitan procesos lentos de conversión apoyados por y arraigados en cambios de estructura», agregó.
«Desde afuera, la reforma curial puede parecer lenta pero, en realidad, ha sido constante y gradual, y los cambios de la mentalidad y la cultura de la Curia han sido dramáticos. Poco a poco, Francisco ha ido promoviendo desde abajo personas con una nueva mentalidad, pero sin cortar las cabezas de la vieja Curia, esperando a que los prefectos (los responsables de los Dicasterios) llegaran a los 75 años», la edad en la que deben dejar sus puestos, analizó el también autor de la biografía política del Papa, El gran reformador.
Para Ivereigh, de todos modos, «2021 es un umbral».
«Saldrá gran parte del liderazgo de ayer, y subirá una nueva generación, para consolidar y profundizar la reforma cultural y estructural paulatinamente llevada a cabo desde 2013. Dar prioridad al tiempo sobre el espacio significa esto: los cambios más significativos y duraderos no son los más visibles -el espacio-, sino los que ocurren silenciosamente a lo largo del tiempo», finalizó.
La teóloga argentina y consultora del episcopado latinoamericano Emilce Cuda, en tanto, planteó que, «considerando la aplicación de los cuatro principios bergoglianos hecha por el mismo Francisco, el que postula la realidad como superior a la idea se ha visto plasmado en el reconocimiento de los Movimientos Populares como un signo de los tiempos por el magisterio pontificio actual».
En esos tres encuentros del Papa con los que, según la teóloga, se han unido de modo organizado «quienes habitan el subsuelo del planeta, transformando su pasión en acción comunitaria», Francisco «supo discernir evangélicamente, en esa realidad, una experiencia de salvación comunitaria».
Para Cuda, «el Papa latinoamericano, en contra de toda idea devenida ideología que solo busque poder económico y social, ha visibilizado a la teología como discurso del Padre operando en la realidad como para la dignidad de su creatura humana».
«El cambio viene de abajo, dice Francisco, y eso que él ha visto, oído y tocado en las periferias del fin del mundo, es de lo que ha dado testimonio a lo largo de su pontificado. Para entender por qué la realidad es superior a la idea, hay que hacer la experiencia, hay que encarnarse», sostuvo Cuda, autora del elogiado Para leer a Francisco.
El cineasta de origen ruso Evgeny Afineevsky, director del documental estrenado en 2020, «Francesco», planteó a Télam su visión sobre el histórico rezo del Papa en soledad en la Plaza San Pedro, cuando lanzó el ya histórico «nadie se salva solo»; como máximo ejemplo de que «la unidad prevalece frente al conflicto».
En ese momento, según Afineevsky, se vio el llamado de Jorge Bergoglio a la unidad de la humanidad frente no solo a la pandemia, como «conflicto» actual, sino también frente a grandes desafíos como el cambio climático.
En aquel viernes del año pasado, «Francisco rezó solo por la redención y curación para todo el mundo en los escalones de la Basílica de San Pedro», recordó Afineevsky, sobre la escena que también eligió para iniciar su película.
«Esta escena puede parecer el fin del mundo y posiblemente el fin de la raza humana si nosotros, como sociedad y humanos, no nos detenemos ni un momento y reevaluamos todo lo que estamos haciendo», describió el cineasta nominado a los premios Oscar y Grammy.
«Con toda su tremenda humildad, amor y generosidad hacia todos nosotros, está orando para que juntos y unidos podamos construir un puente hacia un futuro mejor y prosperar como una comunidad global. A través de este fascinante momento histórico, se nos da un ejemplo de liderazgo humilde y real que brinda esperanza e inspiración durante uno de los momentos más inéditos de nuestras vidas», enfatizó Afineevsky.
Por su parte, consultada sobre el principio del Papa de que «El todo es superior a la parte», la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, planteó que «son varias las características destacables del papa Francisco».
La dos veces presidenta de Chile puso la lupa sobre la «humildad (del papa) y consecuencia de vida, su opción por los pobres y el cuidado de la casa común, además de su espontaneidad y cercanía.»
«Significativo es también que sea un Papa latinoamericano y jesuita», agregó.
En diálogo con Télam, Bachelet también quiso destacar la importancia de los gestos que tiene Francisco con la gente: «Por diversas circunstancias, he conversado con él en varias oportunidades, la más reciente en agosto pasado en Roma y lo primero que me dijo fue que sentía la muerte de mi madre», planteó.
«Me emocionó además que recordara la conversación que tuvo con ella en enero de 2018 cuando vino en visita oficial a Chile. Fue para mí muy significativo, un gesto de su humanidad», valoró Bachelet.
Sábado, 13 de marzo de 2021