Santo Tomé (24-5-21): Los templos evangélicos y los pastores se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza y un peligro latente para la salud pública en plena pandemia, nuevamente un templo evangélico violó las restricciones existentes en esta ciudad, congregando a más de 20 personas (10 más de lo permitido) en el interior del mismo, a puertas cerradas sin guardar el distanciamiento y sin el uso de barbijos, cuando ante denuncias de vecinos se hizo presente la policía y la personal de la Dirección de Tránsito, los presentes junto al pastor insultaron y se negaron a acatar las directivas inclusive agredieron a un inspector. La actitud persistente de algunos pastores a no acatar las restricciones ya no tendrían que ver solamente con cuestiones netamente de la fe. Mientras que Santo Tomé se encuentra ante un brote incontrolable con los nexos epidemiológicos perdidos, con la cepa de Manaos circulando, se espera que la comuna sancione la actitud de estos desaprensivos con la severidad que el tema merece y que no se interpongan intereses ajenos a la defensa de la salud de los santotomeños.
(digital santo tome): El no cumplimiento de los protocolos establecidos por el Comité de Crisis de para mitigar los efectos de la pandemia del covid-19, se vuelto algo normal en esta ciudad y hasta se convirtió en una actitud desafiante hacia las autoridades municipales y policiales cada vez que deben actuar ante infracciones que se detectan. Este domingo, en un culto evangélico situado en cercanías de la Av. Parque Corsódromo, vecinos del lugar alertaron a las fuerzas policiales que dentro del predio religioso habían muchas más personas que la permitidas, por lo que en compañía de personal de la dirección de Tránsito Municipal y de Bromatología irrumpieron en el lugar. Una escaramuza terminó con un inspector agredido, quien recibió un cachetazo en su cara de parte de una de las fieles presentes.
EN LA MIRA. La tarea constante de concientización que lleva adelante el Comité de Crisis pareciera ser que no da los resultados esperados. Permanentemente los pastores evangélicos son convocados por las autoridades municipales para advertirles acerca del no cumplimiento de los protocolos de la Fase 3. Ahora habrá que ver si desde la comuna se animarán o no a ponerles "la cascabel al gato".
Fuentes calificadas señalaron a este portal que este domingo cerca de las 18.45 hs, efectivos de la Comisaría Segunda conjuntamente con integrantes del cuerpo de inspectores municipales del área de Bromatología y de sus pares de Tránsito Municipal se hicieron presentes en el lugar antes señalado donde a prima facie, se pudo comprobar la presencia de un poco más de 20 personas que se encontraban orando dentro de la iglesia y a puertas cerradas y sin barbijos, algo que está expresamente prohibido por el protocolo establecido recientemente con la puesta en vigencia de la Fase 3. Solo se permite prácticas religiosas los días domingos únicamente al aire libre y con no más de 20 personas.
La presencia de los uniformados y del personal municipal enardeció a los fieles quienes pedían de muy mala manera a los agentes del orden que se retiren del predio. Sin embargo tanto los funcionarios municipales como policiales, procedieron a labrar el acta correspondiente y fue ahí cuando se originó una discusión con fuertes reproches a los inspectores. En determinado momento, la discusión subió de tono y una de las fieles presentes y estando totalmente fuera de sí, le propinó un fuerte cachetazo a un inspector municipal de apellido Bordón.
La agresión generó una situación aún más tensa dentro del templo a raíz que el “pastor mayor” manifestaba en todo momento que para llevar a cabo el procedimiento deberían contar con una orden de un juez, a la que vez le pedía a los inspectores y efectivos policiales que se retiren del lugar. El pastor tampoco aceptó firmar el acta correspondiente, que si fue firmada por testigos que fueron convocados a tal efecto.
Fuentes consultadas al respecto, señalaron que en principio no hubo actuación policial alguna contra la agresora, porque aparentemente ningún agente vio la agresión al inspector municipal y no se pudo establecer si el agente municipal realizó o no una denuncia en sede policial.
A todo esto, las mismas fuentes consultadas, señalaron que los cultos religiosos (algunos, no todos) son los que mayores problemas generan al no acatar las directivas del comité de crisis, trasgreden todas las normas y son un verdadero dolor de cabeza para las autoridades municipales. No obstante, habrá que ver si ante la situación de agresión sufrida por el inspector municipal, le va a temblar o no el pulso a la autoridad correspondiente para aplicar con todo el rigor de la ley una sanción ejemplificadora.
Lunes, 24 de mayo de 2021