Mercedes (11-8-21): Yésica Rodríguez se puso al frente del reclamo sobre la Ruta Nacional N° 123 que aún sigue cortada. “Todo esto se tiene que limpiar. Se tiene que investigar porque acá tienen que caer todos”, afirmó. Tras sepultar a su marido Sergio “Checho” Canteros (33) y su suegro Milton (64), Yésica Rodríguez se puso al frente del reclamo de justicia y permanece con familiares, amigos y vecinos en el corte de tránsito frente al santuario del Gaucho Gil sobre la Ruta N° 123.
Parada en el medio del asfalto y con el acompañamiento de toda su familia habló con los medios nacionales y con dolor pidió que “caigan todos”.
“Queremos justicia, todo esto se tiene que limpiar”, manifestó señalando el frente donde se encuentra el santuario, lugar de disputa que culminó con los sangrientos ataques.
“Se tiene que investigar hasta las últimas personas, porque nosotros seguimos amenazados. Tengo a mis padres, mis hijos y toda mi familia amenazada. Necesito que se investigue porque todos tienen que caer. Todos estamos en peligro”.
Milton Canteros falleció en la mañana del lunes, era padre de Sergio, asesinado de 22 puñaladas en el predio del Gaucho Gil, en Mercedes. Tenía 64 años y estaba internado por las heridas que le causó una patota el viernes, cuando atacaron a su hijo de 33 años a puñaladas y él intentó defenderlo.
“El pedido que hago es de justicia. Se tiene que llegar al fondo de todo esto. Hay que sacar toda la mugre y con esto me refiero a la señora Villalba. No sé cómo se puede manejar con tanta impunidad. Quiero saber qué está pasando, quiero llegar al fondo de todo”, indicó ante los medios de prensa. El caso ya tuvo repercusión nacional y medios televisivos de Buenos Aires ya se encuentran en Mercedes.
Según la viuda de Checho, nunca tuvieron problemas con nadie y ella vive en la zona prácticamente desde que nació. “Nosotros nunca nos metimos con los puesteros. Vivo ahí desde que tengo un año. Mi papá es propietario, nunca usurpamos terrenos. Los terrenos los compró mi padre y ellos nos usurparon el frente de nuestro terreno”.
En el relato, Rodríguez, dejó entrever que la culpable sería Ramona Villalba, a quien definió como “una señora que está en la comisión, toda la plata que llega es para ella, se alió políticamente con alguien porque no puede ser que se maneje con esa impunidad. Ella fue sacando a todos, a personas que estaban hace años. Sigue ahí en el predio y está amenazando a la gente”, resaltó.
Respecto de la noche del doble homicidio contó: “Cuando pasó, estaba sola con mis chicos, y le decía a Checho ‘yo tengo miedo’ y me decía hay que seguir, tenemos que enfrentar, no podemos andar con la cabeza gacha. Él se fue a trabajar, normalmente. Nadie se imagina que pueden entrar a asesinarte en tu casa”.
“Ellos entraron a mi propiedad estando sola, venían todo el día amenazando e intimidando, hablé con la Policía y me decían que no me preocupe, que nada va a pasar. Me gritaban desde la calle, ‘te vamos a entregar a Checho en un cajón’ y no les creí. Tengo videos de eso, y esperaba que mi marido llegue con la Policía para mostrarle las amenazas y que vayan presos. Pero llegó sin la Policía. Me cansé de llamar y nunca me contestaron”, indicó.
La joven comentó que también fue atacada por los asesinos de su marido, pero que pudo retroceder para no ser lastimada y fue cuando atacaron a su esposo. “Estaban en frente de mi negocio, vinieron y le gritaban hasta que nos atacaron. Primero a mí, me tiró dos cuchillazos y le erró. Ahí me fui atrás y fueron todos contra Checho. Se metió el padre, que se puso adelante de él y lo mataron, ahí se enloqueció mi marido. No teníamos con qué defendernos, me quedé dura y no pude hacer nada. Tengo una culpa. Voy a vivir así hasta que se haga justicia”.
Y concluyó: “Esa mafia sigue ahí. Ramona Villalba es la cabeza de todo. Espero que esto no sea más grande. Ella tiene que terminar presa”.
Por otra parte, Ramona Villalba, quien es interventora del predio, aclaró a medios locales sobre las acusaciones contra ella. “Quiero aclarar, para que sepan -porque sentí comentarios de ciertos periodistas que esos locales eran míos- esos locales no son míos. Que les quede bien claro, porque ellos saben de quiénes son”.
Y dijo: “Siguen tratando de ensuciarme, pero lamentablemente a mí no me van a poder ensuciar en nada, porque no pueden comprobar que yo estoy en cosas falsas o en algo raro”.
Miércoles, 11 de agosto de 2021