Corrientes (12-12-21): Fabián Ríos es hoy uno de los protagonistas de la política local, no caben dudas. En particular, su carrera se consolidó a lo largo de las últimas dos décadas. Y es por eso una de las opiniones centrales para escuchar, desde su punto de vista, lo que sucedió desde la última intervención federal hasta esta segunda gobernación que inició Gustavo Valdés. El exlegislador, exintendente y último candidato a gobernador por el FDT fue entrevistado por época sobre estas dos décadas posintervención federal. "El fuerte caudillismo es también una de las razones de los ciclos de destrucción", remarcó.
Son dos puntos temporales que constituyen el mayor período de estabilidad institucional en Corrientes. Y en medio, varios hechos complejos en lo político y social.
Ríos puede analizar detalladamente cada uno de esos episodios, ya que muchos de ellos lo tuvieron como testigo o bien como protagonista directo. Pero el peronista eligió resumirlo en una frase lapidaria: "Creo que las deudas que están pendientes son las mismas de hace 20 años. Inclusive están más profundizadas". Luego, ofreció datos para fundamentarla: "Corrientes tiene hoy mayores niveles de pobreza que hace 20 años. Tiene mayores problemas de migración de sectores sociales buscando destino en otros lugares del país, que hace 20 años. Tiene una mayor concentración de la propiedad de la tierra".
Al respecto, profundizó su crítica política: "Teniendo en cuenta todos estos aspectos, la modificación del modelo conservador de Corrientes, lo cual ocasionó la crisis que nos llevó a la intervención federal, fue sólo un discurso. Porque no se concretó en los hechos reales, en su respuesta a la sociedad".
En la entrevista con época, el exlegislador, exintendente y último candidato a gobernador por la alianza opositora en la provincia, el Frente de Todos (FDT), también habló del rol que le tocó asumir a su partido, el PJ, durante este lapso. El punto de partida del repaso de estos últimos 20 años fue el estallido económico, social y político del 99, que derivó en la intervención federal y al que -por si fuera poco- se sumó luego la profunda crisis en el país en 2001.
¿Qué quedó de la demanda del 99 y la de 2001 con el "que se vayan todos"?
Tuvo un efecto. La protesta social en aquel momento tomó ese canal. Pero en realidad, Corrientes terminó en intervención federal por una profunda crisis de deuda, lo cual llevó al no pago de salarios y a una serie de crisis que terminaron en eso. Después, la plaza del 99 terminó en rebelión popular. De la crisis de deuda nos fueron sacando diferentes Gobiernos nacionales. Pero no se corrigieron los parámetros de construcción social que nos permitan tener la garantía y la seguridad de que no vamos a caer en una crisis similar.
¿Por qué?
Previo al 99, la participación de los asalariados públicos en los ingresos públicos era mayor de lo que es hoy. Es cerca de 10 puntos la diferencia que hay entre aquel momento y este. Es decir, tenés una economía más precaria con el sector que genera mayor fuente de trabajo en la provincia, que es el sector público. Los empleos industriales que había en la década del 90 -que de por sí no fueron años buenos- eran mayores en porcentajes de participación de empleo que lo que hay hoy. El empleo no registrado en la década del 90 rayaba el 70% y hoy está en el 70%. Entonces, fue una crisis social profunda de la que salimos con asistencia del Gobierno nacional para poder recuperar la dinámica provincial. Y con promesas de cambiar la estructura social de Corrientes para que sea más justa, digna, más igualitaria, que no nos llevó a ese lugar, nos mantuvieron con los mismos parámetros sociales que los que nos llevaron a la crisis.
¿Cuál fue el rol del PJ en este período, en el que tuvo dos vicegobernadores, y cuál es el papel que cumple ahora?
En el comienzo, después de la intervención federal, el PJ fue partícipe en términos locales de consolidar nuevamente las instituciones en Corrientes, de participar de un movimiento político con ese objetivo. Y después, su rol fue convertirse en una oposición, porque en realidad nunca generaron un modelo de construcción que nos saque del modelo conservador, que no es constructivo, ni inclusivo, ni favorece a la sociedad en su conjunto.
¿Y hoy sigue tratando de ser una alternativa al modelo conservador?
Sí, entiendo que el rol del PJ es seguir buscando eso -como Frente de la Victoria, como Frente de Todos- articulando con otros sectores de la sociedad y tratando de poner siempre a consideración de la gente un nuevo modelo.
En estos últimos 20 años hubo tres gobernadores... ¿Qué le dice eso?
Es la muestra de la alta concentración de poder. Y en muchos casos, usan la mentira también como método. Después del 99, Corrientes pudo salir de su situación de crisis por la acción de Gobiernos nacionales. La crisis fundamental que tuvo la provincia fue de deuda, y ahí estuvieron los programas de unificación monetaria, de financiamiento ordenando, hasta la condonación de la deuda provincial. Sin embargo, los caudillismos, las individualidades que gobernaron Corrientes parecieran que siempre apuntan como las razones de sus fracasos a los gobiernos nacionales de signos políticos distintos, que siempre buscaron rescatar a la provincia de su crisis de deuda.
Sin embargo, a los gobiernos nacionales que más nos hicieron retroceder pareciera que se les muestra como la expresión más democrática, más abierta, de darle a Corrientes un rol distinto; cuando en realidad nos hicieron retroceder. Entonces, creo que esto del caudillismo acérrimo, de que el dueño de la verdad es uno solo, que el dueño del poder es uno solo, sentir al Estado casi como una propiedad privada, tiene que ver con la falta incluso de generar alternancia en el ejercicio de poder. Entonces, al no haber alternancia, siempre existe riesgo de que la alternancia sea una crisis, o que la alternancia se genere a partir de una crisis, no desde una conducta democrática de cambio.
En este lapso analizado también se llevó a cabo una reforma constitucional. ¿Sirvió de algo?
No, no sirvió. Porque en realidad la reforma constitucional, objetivamente, lo único que buscaba era darle la posibilidad de reelección a Arturo Colombi, no otra cosa. No hubo un cambio profundo.
Y algo de eso pasa ahora, al hablar de uno de los problemas que tenemos en la vida democrática de la provincia que es el sistema electoral. Y si bien es cierto que tiene que haber paridad de género y que tiene que imponerse el voto joven, también es cierto que el sistema electoral de Corrientes es arcaico y es tramposo, lo decimos en cada elección. Pero no existe una voluntad de cambio. La reforma constitucional en aquel momento también fue un lavado de cara con promesas que en realidad eran grandes mentiras.
“Los caudillismos que gobernaron Corrientes, siempre apuntan como las razones de sus fracasos a los Gobiernos nacionales”.
¿Desde las distintas funciones que desempeñó en estos últimos 20 años, qué cree que aportó?
Acompañamiento. Y no desde el lugar que me tocó, sino desde el que nos tocó (acentúa el plural). La primera concepción que tenemos es que las construcciones deben ser plurales, no individuales. El fuerte caudillismo es también una de las razones de los ciclos de destrucción económica y social que tiene Corrientes.
¿Si en estos 20 años la provincia está con los mismos problemas, qué se debe hacer para que en los próximos 20 años sea distinto?
Todos tenemos que tratar de aportar en su conjunto. Todos tenemos un rol que jugar en esto para poder posar la mirada en que hay modelos políticos o de construcción política y social que son distintos. Y que tal vez la alternancia sea lo más sano. Y no tener a la crisis como método de salida de un sistema de gobierno.
Domingo, 12 de diciembre de 2021