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Interés General
El último barco en que flameará una bandera argentina, estuvo anclado hasta ayer en Corrientes
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Lunes, 17 de enero de 2022

Corrientes (17-1-22): Hubo un anclado de lujo y tristeza en el Puerto de Corrientes. Desde hace dos semanas atrás se encontraba amarrado lo que podría considerarse en un futuro inmediato, el último barco mercante de bandera Argentina en surcar el río Paraná. Piray Guazú, embarcación de empuje, sería la última nave en la que flamearía la celeste y blanca en su mástil de identificación. Por esas raras cosas del destino, la añeja ciudad de Corrientes, fue la elegida como la morada final para enarbolar su soberanía.

La empresa Maruba, propietaria del Piray Guazú, como la gran mayoría de las compañías navieras, cambiaron de insignia para aprovechar las abrumadoras ventajas impositivas que brinda el país vecino. Los gremios marítimos están en alerta y anticiparon desde el sábado medidas de fuerza en los buques de Maruba, que podrían afectar el transporte de mercadería. Sin embargo el viernes a la noche, llegó la tripulación paraguaya para llevarse el barco. Ayer cerca de las 18:00, se arrió el pabellón nacional, y finalmente se retiró el remolque del Puerto correntino. Sin dudas el último mohicano de la Argentina. Increíble, pero real. No habrá más barcos con bandera belgraniana transportando mercaderías por el caudaloso e histórico Paraná.

El Piray Guazú empezó hacer construida por Flota Fluvial del Estado, la que sería desarticulada por la última dictadura militar. El golpe de gracia a la industria nacional, se lo daría el recientemente fallecido ex presidente Carlos Saul Menem durante su administración, desmantelando ELMA, Empresa Líneas Marítimas Argentinas en los 90’. Paradójicamente, el riojano llegaría al poder de la mano del justicialismo. Justamente el gobierno de Juan Domingo Perón decretó en 1947 que todas las mercaderías compradas y vendidas por reparticiones oficiales, se transportaran en barcos estatales.

UN POCO DE HISTORIA

Al terminar el primer año del gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, en 1946, la Flota Mercante del Estado, contaba entre las unidades en servicio y en construcción, con un tonelaje de 281.000 toneladas, o sea casi tres veces más con los que contaba a fines de 1945. La finalidad de la política marítima del peronismo era contribuir a crear la independencia económica de la nación y procurarse el necesario abastecimiento de materias primas, suministrando servicios nacionales de transporte al gran volumen del comercio internacional del país. Finalmente y como dato relevante hay que decir que, en 1946 la edad media de la flota argentina alcanzaba los 21,2 años de antigüedad por buque, pero solo en 1951 ya se había reducido ese mismo índice a 13,5 años.

En el período 1947-1955 el tonelaje de la marina mercante argentina creció tanto en cantidad como en calidad. Se incorporaron nuevas embarcaciones de ultramar, muchas de ellas con bodegas frigoríficas. Se reforzó el tráfico costero y se apuntaló la flota petrolera con un plan de construcciones que se cumplió en su totalidad. Además, se contó con modernos transatlánticos de pasajeros. Durante el primer gobierno peronista el número de pasajeros transportados pasó de 1.9 millones en 1947 a 17.6 millones en 1951. De igual forma, las cargas se incrementaron de 575.4 a 866.7 miles de toneladas. Como una ironía del destino, entre militares y el propio peronismo, terminarían por hacerla sucumbir, lo que alguna vez fue un orgullo nacional.


Lunes, 17 de enero de 2022

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