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Miércoles, 4 de mayo de 2022

Paso de los Libres (4-5-22): Desde el inicio de los enfrentamientos internos me dediqué a intentar convencer a los compañeros de que no debemos agredirnos; dejar que las cúpulas diriman diferencias y en todo caso cada uno ponerse dónde se siente más cómodo, pero no agredirnos, porque, con matices, todos buscamos lo mismo.
Por Gabriel Link


Estoy convencido de que arriba pasa lo mismo, Cristina y Alberto también buscan lo mismo, lo que varía es el método, Cristina sabe por experiencia que para que los especuladores bajen los precios hay que entrarles con la suela a la altura de las rodillas, con o sin pelota. Alberto en cambio, cree que con buenas maneras, acuerdos y súplicas a la larga va a conseguir que cedan. Y pasaron dos años y medio de buenas maneras, acuerdos y súplicas sin ninguna respuesta positiva.
O sea les sigue hablando con el corazón.

El presidente hace el esfuerzo financiero, sube los sueldos por encima de la inflación pensando que el poder de compra va a mejorar; y los muchachos le responden subiendo la comida por encima de los sueldos, y lejos de mejorar ni siquiera se mantiene, el poder de compra se deteriora todos los meses.

O sea le responden con el bolsillo.

Hace un año y medio Cristina le dijo “hay que alinear sueldos, jubilaciones, precios y tarifas”, ¿no se ganó Cristina ese derecho?, ¿de verdad alguien puede creer que la que inventó el sistema no tiene el derecho de reclamar que el sistema sirva para cumplir la promesa primaria de solucionarle el problema de la comida al pueblo?

¿De verdad alguien cree que Cristina se va a quedar callada viendo como más de la mitad de los argentinos duda cada día entre comprar un pedacito de hueso con carne para hacer cena o pan y leche para una merienda y un desayuno?

Hoy leo a compañeros, en sintonía con TN y La Nación+, pegándole a La Cámpora, que es la orquesta, evitando ir contra Cristina, que es la directora de esa orquesta. Y también en sintonía con TN y La Nación+ los leo hablando de “golpismo”. No dejo de sorprenderme.

Creo que Alberto no entiende que la pandemia como excusa ya no resulta eficiente; creo que no entiende que los votos no se fugaron el año pasado por culpa de las declaraciones de Larroque, se fugaron por el hambre; creo que no entiende que a los formadores de precios no se les pide, se les quita; y creo que no entiende que no pueden pasar cuatro años de un gobierno peronista sin que la vida de los trabajadores mejore sustancialmente, a como dé lugar.

Las críticas son contra La Cámpora porque no se animan a criticar a Cristina, que es la que conduce a La Cámpora. Esos compañeros creen lo mismo que Alberto, que ellos tienen mejor criterio que Cristina para gobernar. No creo que ellos estén en contra de cada cosa que se le reclama al Gobierno, simplemente tienen miedo de que el año que viene vuelva el neoliberalismo al poder porque no fuimos capaces de mantenernos “eficientes” electoralmente.

Todos tenemos ese miedo, el tema es que ese miedo no debe paralizarnos, y es importante entender que si repetimos de grado no será porque Alberto y Cristina se pelean, eso es lo que TN y La Nación+ les hacen creer. Si repetimos de grado es porque el Gobierno no cumple con lo que prometió.

La macro y coso está bien, pero si un trabajador se queda sin sueldo el día 15 no va a votar al gobierno que le impide llegar al 30. Por eso perdió Macri. Por eso perderíamos si no somos capaces de mejorar.

Cristina ve eso, y lo dice. Cristina ve que Guzmán va al Llao Llao a hablar de la macro y coso en lugar de sentarse a ver cómo se resuelve la relación salarios/precios. Cristina ve que Kulfas le ata las manos a Felleti, que es el único que busca controlar los precios de la comida. Cristina ve que Moroni se junta más con las patronales que con los gremios y eso es lo contrario a lo que hace el peronismo. Cristina ve que Domínguez dice “retenciones no”, en lugar de decir “retenciones sí”. Cristina ve todo eso, y lo dice. Claro que lo dice.

¿Qué esperaban, que no lo dijera?
¿En serio?

Si ante la realidad económica del pueblo Cristina no se indignara, si no se frustrara, y, principalmente, si no dijera lo que ve no sería Cristina.
Ella está dónde está y es lo que es porque nosotros la entronamos, y la entronamos justamente por ser lo que es, por eso la seguimos, por eso la votamos, por eso la elegimos como conductora y la despedimos en la plaza diciéndole “gracias”.

Muchos de esos compañeros que fueron a la plaza a despedirla en 2015, y que jamás hubiesen votado a Alberto si ella no lo señalaba, hoy le piden a ella que se calle, que no diga lo que piensa, le piden a Cristina que deje de ser Cristina.

Ella representa todo lo bueno del peronismo, lo encarna, lo practica; sin eufemismos y sin medias tintas, y lo que le piden los compañeros es que use eufemismos y medias tintas.

La acusan de estar perpetrando un ”golpe de Estado”. A Cristina la acusan de eso. A la presidenta que eliminó calumnias e injurias para que los funcionarios no puedan querellar a los periodistas, habilitando así que cualquiera pudiera decir y publicar lo que se le ocurriera de ella, a esa presidenta la acusan de golpista.

Como decía al principio, es crucial no pelearnos, sí discutir, pero no teniendo al miedo a la orfandad como premisa, la premisa debe ser la razón porque de otro modo caemos en el absurdo.

Las críticas a Cristina (enmascaradas en críticas a La Cámpora), por estar haciendo hoy todo lo que siempre le pedimos que hiciera (cuidarnos), son tan absurdas como eso!


Miércoles, 4 de mayo de 2022

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