Por Carlos Pérego
El fraude electoral perpetrado en la provincia de Corrientes, mediante el cual se le privó el justicialismo competir en la 2ª vuelta electoral, preanuncia una campaña teñida de denuncias entre los dos primos Colombi que no hará mas que confirmar la corrupción y la falta de propuestas de ambos. Corrientes nuevamente estará ante el abuso, la corrupción y el desmadre político. El fraude electoral se da por segunda vez en los últimos ocho años y siempre de la mano de un Colombi. Los correntinos deberemos optar entre alguno de ellos o repudiar el fraude votando en blanco.
La sociedad ve nuevamente como sus ilusiones son robadas por la intolerancia y el atropello. Ante la gran duda que generó la posibilidad de que existe un gran fraude electoral, ¿no era mas conveniente abrir todas las urnas?, ¿no era mas correcto decir a la ciudadanía que se abrieron tan solo poco mas de 200 urnas solamente?, pero no, la soberbia se impuso, los intereses sectoriales prevalecieron, no se abrieron todas las urnas, la sospecha de fraude nuevamente sobrevolará al gobierno que elijan los correntinos, como aquel del 2001, cuando mediante un desprolijo fraude, pergeñado por los cordobeses que esquilmaron nuestra provincia, Ricardo Colombi le arrebataba a “Tato” el gobierno, la especulación posterior de que si Tato era merecedor o no de volver a gobernar Corrientes hay que dejarlo a la justicia, pero definitivamente la voluntad popular se había expresado en un sentido.
Hoy mediante actitudes reñidas con el sentido común la justicia impide el recuento total de los votos, aunque sea para que no queden dudas y que quienes vayan a la 2ª vuelta estén legitimados por el voto popular, otra vez en Corrientes, y nuevamente con los Colombi involucrados, se producen situaciones que nos retrotraen al pasado del fraude electoral en nuestra patria, volvimos a tropezar con la misma piedra.
Las dudas quedarán, la deslegitimación del gobierno que se elija es un hecho concreto, y esa sensación de que Ricardo Colombi “eligió” con quien competir repercutirá en los oídos de los correntinos por mucho tiempo, se le privó a la ciudadanía de elegir entre mas de los mismo o un cambio de modelo con visión de futuro, mas concretamente se le “robó” esa posibilidad.
La campaña entre los primos ya empezó, es decir “los ataques ya empezaron”, no será una campaña en la que haya siquiera una propuesta para los correntinos, Ricardo dice que va a poner preso a Arturo por ladrón, corrupto y cuanto descalificativo encuentre, Arturo dice que el “Colorado” Alegre, diputado ricardista, es un narcotraficante y que Ricardo es igual de ladrón que él. Y nace sola la pregunta si Ricardo tiene pruebas de lo que acusa a Arturo ¿Por qué no lo denunció antes?, y si Arturo tiene las pruebas sobre el Diputado Aguirre ¿que hizo durante mas de 6 años sin denunciarlo?, definitivamente ambos son cómplices por acción u omisión de todo lo que denuncian. Ricardo es cómplice de los actos de corruptela de Arturo y Arturo es cómplice de los hechos de narcotráfico que dice sabía que cometió Aguirre. Estas personas son las que quieren gobernarnos.
No solo se le privó al peronismo de saber fehacientemente cuantos votos sacó, se le privó a la ciudadanía toda de la posibilidad de elegir un futuro mejor, las pruebas del fraude electoral están, la justicia no quiso aclarar el hecho.
Quien mas beneficiado se ve en esta situación es Ricardo Colombi, para quien es conveniente compulsar contra su primo Arturo, ya que este llegó a su techo electoral, diferente hubiera sido si en lugar de Arturo estuviera Fabián Ríos, abrían dos proyectos diferentes, un proyecto de cambio o mas de lo mismo, pero la justicia, que en esta oportunidad no tenía la venda en los ojos, dijo que esa posibilidad era inviable, que los votos no se contarían.
A la ciudadanía le queda una sola opción ante este atropello consumado, al momento de ir a votar, no optar entre las dos opciones Colombi, existe una tercera opción el VOTO EN BLANCO, que demostrará sin dudas lo que miles y miles de correntinos quisieron expresar y no se les dio la oportunidad.
Domingo, 20 de septiembre de 2009