Brasilia (8-1-23): Miles de seguidores de ultraderecha antidemocrática del ex presidente Jair Bolsonaro tomaron el Congreso, la Casa de Gobierno y la Corte Suprema de Brasil, con el objetivo de "exigir" a la Legislatura y a las Fuerzas Armadas que den un golpe de Estado en contra del presidente Lula da Silva. El ataque a las sedes del poder es un remedo de lo sucedido en los EEUU cuando fue tomado el congreso nacional por partidarios de Donald Trump, justamente quien es el actual anfitrión de Bolsonaro, quien se encuentra en Florida desde antes de la toma del poder de Lula da Silva, a convite del ex presidente e ídolo del bufón brasileño, quien justamente desde ese lugar anunció a sus simpatizantes que "aguarden medidas", las cuales evidentemente se dieron en la tarde de hoy con la complicidad del gobernador del Distrito Federal y la evidente inacción de la Policía Militar que básicamente facilitó la invasión. Se pide la intervención del Distrito Federal. Cadê o ministro da Defesa que acha tudo normal? Lo de Brasil, en términos institucionales, es más grave que lo del Capitolio: los bolsonaristas invadieron también el Palacio de Planalto, es decir la sede del Ejecutivo, de esta manera. Es como si el trumpismo hubiera asaltado la Casa Blanca con connivencia policial. pic.twitter.com/RrNtmK5Clo AHORA ⭕️ | Bolsonaristas tomaron el Congreso Nacional pic.twitter.com/G09csoi1tK AHORA ⭕️ | Bolsonaristas tomaron el Congreso Nacional pic.twitter.com/G09csoi1tK Essa absurda tentativa de impor a vontade pela força não vai prevalecer. O Governo do Distrito Federal afirma que haverá reforços. E as forças de que dispomos estão agindo. Estou na sede do Ministério da Justiça.
Miles de partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro -quien aún no reconoció explícitamente su derrota electoral- invadieron este domingo por la tarde la sede de los tres poderes del Estado en la capital de Brasil, Brasilia: el Congreso, la Presidencia y la sede de la corte suprema. La Policía Militar respondió con gases, aunque muchos de ellos parecieron estar en connivencia con los golpistas que piden una intervención militar para poner fin al flamante Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
El Partido de los Trabajadores (PT) ya señala como responsable al Gobierno capitalino. En medio de amenazas de una posible intervención del Distrito Federal, el Gobernador, un aliado de Bolsonaro, echó a su secretario de Seguridad, el ex ministro de Justicia de Bolsonaro. "Además, desplegué a todos los efectivos de las fuerzas de seguridad en las calles, con la determinación de detener y condenar a los responsables. También solicité apoyo al Gobierno Federal y pongo al Gobierno de DF a disposición del mismo".
Olha aí.
Bolsonaristas RADICAIS que pregam o GOLPE MILITAR estão tentando invadir o CONGRESSO NACIONAL.
#bolsonarismo #GolpeDeEstado pic.twitter.com/gxAUQoABn3
Poco después, se vio un primer cordón nutrido de policías antidisturbios del DF rodeando el Palacio del Planalto, la sede presidencial.
Imágenes de la televisión local mostraron cómo están destrozando especialmente el interior del Congreso, incluido el recinto, además del Palacio del Planalto, la sede donde hace apenas una semana asumió Lula en un clima de fiesta. Según la prensa, mientras Lula se encuentra fuera de Brasilia en una visita agendada a San Pablo, parte del gabinete de Lula ya se encuentra reunido para decidir cómo controlarán la situación. Según el portal de noticias G1, al menos dos jueces del Supremo Tribunal Federal, la corte suprema, apoyan que se intervenga el gobierno del Distrito Federal o, al menos, las tareas de seguridad de la capital.
Prueba de este apoyo es que el líder del nuevo oficialismo en el Congreso, Randolfe Rodrigues, informó en Twitter que está presentando, junto a la titular del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, el pedido de intervención a la seguridad pública del Distrito Federal, lo que significaría que la seguridad de la capital pasaría a estar bajo control directo del Gobierno de Lula. El pedido se debe a que la manifestación de los golpistas bolsonaristas venía siendo convocada desde el viernes pasado y, sin embargo, el Gobierno capitalino no garantizó la seguridad para frenar una posible avanzada, como finalmente sucedió.
Hoffmann apuntó directamente al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, un aliado declarado de Bolsonaro en las recientes elecciones, y a su encargado de Seguridad, quien fuera el ministro de Justicia del ex presidente, quien sigue en Estados Unidos. "El Gobierno del DF fue actuó de manera irresponsable frente a la invasión de Brasilia y del Congreso Nacional. Es un crimen anunciado contra la democracia, contra la voluntad de las urnas por otros intereses. El gobernador y su secretario de Seguridad, bolsonarista, son responsable de lo que suceda", tuiteó la aliada de Lula.
El enfrentamiento comenzó poco antes de las 15, cuando los manifestantes salieron de su campamento frente al Cuartel General del Ejército, para dirigirse frente al Ministerio de Justicia. Luego, un grupo de ellos se desvió para invadir parte de la explanada cubierta de césped situada en los exteriores del Parlamento. Aún en medio del descontrol, los helicópteros de la Policía Militar continuaron sobrevolando la zona, aunque en la tierra parecían haber dejado de actuar.
Poco después, el flamante ministro de Justicia, Flávio Dino, informó que se encontraba en la sede de su cartera, coordinando la respuesta del Gobierno. "Esta absurda tentativa de imponer la voluntad por la fuerza no va a imponerse. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas de las que disponemos ya están actuando", tuiteó el funcionario, el primer miembro del gabinete nacional en pronunciarse públicamente.
Lula se encuentra en este momento en Araraquara, interior de San Pablo, en una visita prevista en agenda desde el viernes para ver zonas de desastre causados por las lluvias, mientras algunos manifestantes llegaron hasta la puerta del Palacio del Planalto, la sede del gobierno, según mostró el canal GloboNews.
Una toma en vivo y en directo
Como sucedió el 6 de enero de 2021 en Estados Unidos, cuando miles de simpatizantes del entonces presidente saliente Donald Trump tomaron por unas horas el Congreso porque no querían reconocer los resultados de las elecciones y la derrota de su líder, las imágenes de este domingo en Brasil hacen recordar a ese ataque masivo. Manifestantes corriendo y recorriendo los pasillos del Congreso, caminando entre las bancas, filmándose mientras gritan consignas políticas y el descontrol.
A diferencia de lo que sucedió en Estados Unidos, los tres edificios se encontraban vacíos por ser domingo, por lo que no hubo necesidad de evacuar a funcionarios.
URGENTE ⭕️ | Bolsonaristas tomaron el Supremo Tribunal Federal de Brasil pic.twitter.com/ByIO5FPBxf
— El Destape (@eldestapeweb) January 8, 2023
Poco a poco, y tras haber superado el cordón policial, se fueron extendiendo por todo el predio, donde se encuentran las sedes de los tres poderes del Estado en la capital brasileña: el Congreso, la Presidencia y la sede de la Corte Suprema y, por ende, del Poder Judicial, según mostró la cadena de noticias local CNN Brasil.
En las imágenes, se puede ver cómo rompen pedazos del techo y, con esas maderas, intentan tirar abajo las cámaras de seguridad, una medida, sin dudas, que aprendieron tras ver cómo se juzgó y condenó a los trumpistas que atacaron el Congreso en Estados Unidos. También hicieron estallar ventanas, destruyeron oficinas y salas enteras, y se vieron varios focos de fuego.
Una de las características de todos los que participan de este ataque masivo es que llevan los colores de la bandera nacional, un distintivo del movimiento bolsonarista.
El silencio de Bolsonaro
Dos días antes del final de su mandato, el ahora ex presidente tomó un avión, dejó el país y se fue a Estados Unidos, más específicamente, el estado de Florida. No quería ser parte del traspaso del poder a Lula, según él mismo aclaró. Tras el balotaje presidencial, Bolsonaro aceptó que su Gobierno iniciará el proceso de transición con los funcionarios designados por Lula, pero nunca reconoció él mismo su derrota en las urnas. De hecho, sus aliados y asesores varias presentaron recursos ante la Justicia denunciando un presunto fraude, que como sucedió en Estados Unidos con Trump, nunca pudo demostrar.
Desde entonces, sigue allí y, más allá de alguna foto o video, no ha hecho declaraciones. En medio del ataque de este domingo al corazón político de Brasil y lo que ya todos los medios de comunicación califican como un intento de golpe de Estado, el ex mandatario no rompió su silencio.
Domingo, 8 de enero de 2023